Informe 2020: un año aterrador, también por el tiempo extremo

El coronavirus ha empañado las muchas catástrofes, derivadas del tiempo extremo, que dejará tras de sí este 2020: huracanes de categoría 5, temperaturas altas sin precedentes, incendios colosales... Francisco Martín, José Miguel Viñas y José Antonio Maldonado las analizan.

Huracán Iota
El año 2020 ha dejado desde huracanes catastróficos como Iota, en la imagen, hasta incendios devastadores en Siberia o Estados Unidos, como consecuencia de las altísimas temperaturas.

Si la pandemia no hubiera irrumpido en nuestras vidas, 2020 se habría convertido en el año de consagración de la crisis climática global. El Atlántico nunca había acogido tantas tormentas tropicales nombradas y Siberia, desde que tomamos registros, jamás había mostrado temperaturas tan altas. Eso mismo pasó este verano en muchas ciudades españolas, que acabaron batiendo sus registros máximos históricos. Estos son solo algunos ejemplos de los muchos fenómenos extremos que ha traído el año y que nuestros expertos, Francisco Martín, José Miguel Viñas y José Antonio Maldonado, han analizado.

Francisco Martín: "un año de ciclones destructivos"

El año 2020 mostró pronto su talante extraordinario a nivel meteorológico, al menos en España. En los últimos días de enero, la borrasca Gloria se alió con un potente anticiclón ubicado sobre las islas británicas para generar "un temporal destructivo e histórico en el Mediterráneo", recuerda Francisco Martín, meteorólogo de Meteored y Coordinador de la RAM. Aunque si tenemos que hablar de ciclones, en este caso tropicales, no podemos obviar la temporada de huracanes en el Atlántico "hiperactiva y probablemente una de las 10 más catastróficas y dañinas de los últimos años". Martín habla de estos dos hechos extraordinarios a continuación.

Récord absoluto de tormentas tropicales nombradas en el Atlántico

El pasado 30 de noviembre finalizó oficialmente la temporada de huracanes en el Atlántico que ha sido de auténtico récord, cumpliendo con creces la previsión de una temporada más activa de lo normal. Algunos, de hecho, la han calificado como ‘hiperactiva’. Hasta ahora, se han formado 30 tormentas tropicales con nombre, incluidos 13 huracanes y 6 huracanes mayores, cuando la media es de 12 tormentas tropicales con nombre, seis huracanes y tres huracanes importantes. Con estos números, la temporada 2020 ha superado a la mítica de 2005 que poseía el récord anterior con 28 tormentas tropicales.

Dado el gran número de tormentas nombradas, se ha tenido que recurrir por segunda vez en la historia (tras 2005) a las letras del alfabeto griego para complementar la lista oficial de 21 nombres. Hay que hacer notar que 2020 marcó el quinto año consecutivo con una temporada de huracanes en el Atlántico superior a lo normal, y esta tendencia está también soportada por aguas oceánicas cada vez más cálidas en un mundo que se calienta.

Huracanes 2020
Imagen infrarroja del 14 de septiembre de 2020 con todo un entramado de tormentas tropicales en el Atlántico y el Pacífico.

La catastrófica borrasca Gloria

Gloria fue la séptima borrasca nombrada de la temporada 2019-2020 a iniciativa de la AEMET en las primeras horas del viernes 17 de enero de 2020, debido a la emisión de avisos de nivel rojo y naranja por rachas de viento, lluvia, nieve y fenómenos costeros. Gran parte de ellos entraron en vigor a partir de la madrugada del domingo 19 de enero en el norte y este peninsular, así como en Baleares. Las zonas levantinas y de Baleares fueron muy castigadas. La borrasca Gloria tuvo un carácter excepcional, dejando a su paso 13 fallecidos y 3 desaparecidos, rachas de viento huracanadas, daños materiales millonarios, récords de oleaje en el Mediterráneo (ola de 14,7 metros en la boya de Mahón, Baleares) y lluvias que acumulados centenares de litros.

José Miguel Viñas: "2020 ha supuesto un antes y un después"

Y no, José Miguel Viñas, autor de la cita que abre este segundo apartado, en este caso no se refiere únicamente a la COVID-19, que cambió nuestro día a día de forma súbita y así evidenció nuestra imprenta en el entorno. "El parón obligado por la pandemia nos ha enseñado de forma clara lo mucho que influimos en la calidad del aire", afirma Viñas, lanzando además un reto: "nuestro objetivo debe ser mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades, pero sin pandemia".

Esto debe hacerse con celeridad, porque esos gases contaminantes, muchos de efecto invernadero, están agravando los fenómenos meteorológicos extremos debido al calentamiento global. Según nuestro meteorólogo, "2020 ha supuesto un antes y un después en la evolución del clima, y Siberia es uno de los casos más evidentes, donde ni las peores proyecciones climáticas planteaban un repunte de temperaturas como el observado". Aquí están sus análisis.

Reducción de contaminación con el confinamiento

Uno de los hechos más notables de este 2020 (“el año de la pandemia”) fue la reducción de la contaminación atmosférica experimentada en las grandes ciudades del mundo, debido al confinamiento de la población y a la drástica disminución del tráfico en las calles. Dicha circunstancia fue observada progresivamente en China, Italia y España, que fueron los primeros países en los que impactó de lleno y con rapidez la primera ola, y donde empezaron las cuarentenas.

Los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) –particular barómetro de la calidad del aire urbano– cayeron de media alrededor de un 60 % con respecto a los valores habituales durante los meses de marzo y abril, lo que marca un hito sin precedentes desde que empezó a medirse la concentración de NO2, a principios de los años 90. La mejora en la calidad del aire fue una consecuencia directa de la reducción, de entre un 70 y 80 %, del tráfico rodado.

Incendios en Siberia
Las altas temperaturas que se han venido registrando en Siberia han contribuido a la propagación de los incendios forestales en la región.

'Ardió' Siberia

El comportamiento meteorológico en Siberia a lo largo del presente año ha sido excepcional, produciéndose unas anomalías cálidas no solo de extraordinaria magnitud, sino duraderas en el tiempo. Según indica la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en su Informe provisional del Estado del Clima 2020, en el Ártico siberiano se superaron las temperaturas medias en más de 5 ºC. Fue particularmente destacado el episodio de calor del mes de junio, en el que se alcanzaron 38 ºC de temperatura máxima en la localidad de Verkhoyansk –el día 20–, siendo provisionalmente (a falta de la certificación oficial del registro por parte de la OMM) la temperatura más alta jamás registrada al norte del Círculo Polar Ártico.

José Antonio Maldonado: "2020 de borrascas con alto impacto y récords de calor en España"

Este año será recordado en España por Gloria y el resto de borrascas de impacto, algunas de ellas con matices subtropicales, que es algo cada vez más recurrente. Tanto es así, que el 18 de septiembre el Centro Nacional de Huracanes estadounidense, que sigue y nombra a los ciclones tropicales, llamó Alpha a un sistema de bajas presiones en las inmediaciones de Lisboa. Llegó a ser una tormenta subtropical, algo anómalo en nuestro entorno. Esas mismas advecciones del sur están dejando veranos con olas de calor cada vez más extremas. José Antonio Maldonado habla de estos fenómenos en las siguientes líneas.

Llevamos 13 borrascas de gran impacto

En España desde que comenzó el año 2020 nos hemos visto afectados por trece borrascas con gran impacto, ocho de ellas antes de octubre y las dos últimas en diciembre, prácticamente seguidas (Dora el 3 de diciembre y Ernest el día 9). Dora y Ernest han dado origen a un brusco y generalizado descenso de temperaturas, lluvias cuantiosas en gran parte de la mitad norte que han provocado desbordamientos de ríos y nevadas copiosas en los sistemas montañosos y en extensas zonas de la meseta castellano leonesa. La próxima tendrá por nombre Filomena. No sabemos cuándo llegará, pero dada la inestabilidad que viene caracterizando a la atmósfera no tendría nada de extraño que estuviese al caer.

Ola de calor
Temperaturas previstas el pasado 26 de julio, en plena ola de calor.

Y en verano, tuvimos una ola de calor de récord

En el presente año, y concretamente en el pasado verano, España vivió dos episodios que pueden considerarse como “olas de calor”. Uno entre el 25 de julio y el 2 de agosto, que fue extraordinario, y el otro entre el 6 y el 10 de agosto. En el primero de ellos se batieron numerosos récords. El observatorio de la ciudad de Burgos registró una temperatura de 38 ºC, frente a la anterior máxima absoluta de 37,8 ºC del año 1982. San Sebastián aún fue más allá con un registro de 42,2 ºC, que superó en casi 2 ºC el anterior récord de 1995.

Hasta el final de noviembre, el año 2020 estaba entre los tres más calurosos del presente siglo. Probablemente, descenderá algo en esa calificación, pero no será gran cosa. Sin duda, el presente año merecerá el calificativo de muy caluroso.