Raíces vegetales y bacterias: una inesperada fuente de electricidad

Científicos crean un sistema de generación eléctrica más eficaz que los paneles solares para edificios y zonas pantanosas de todo el planeta.

Científicos de la Universidad Wageningen, en los Países Bajos, han creado una célula de combustible vegetal y microbiana (Plant-Microbial) capaz de generar electricidad a partir de la interacción natural entre las raíces de las plantas vivas y las bacterias del suelo. Actualmente, esta célula puede generar 0,4 vatios por metro cuadrado de cultivo de plantas, que es más de lo que genera la fermentación de biomasa. El sistema, además de eficiente, puede llegar a zonas remotas, reducir la presión ambiental y eludir la contaminación del paisaje, afirman los investigadores. Por Yaiza Martínez.

Ilustración de la pila de combustible vegetal y bacteriana. Fuente: Plant-e.

Científicos de la Universidad Wageningen, en los Países Bajos, han encontrado una inesperada fuente de energía limpia: una célula de combustible vegetal y microbiana (Plant-Microbial) capaz de generar electricidad a partir de la interacción natural entre las raíces de las plantas vivas y las bacterias del suelo.

Esta novedosa tecnología ya funciona a pequeña escala, y pronto será aplicada en zonas pantanosas, llanuras aluviales y arrozales de todo el planeta.

El pasado 23 de noviembre, la científico Marjolein Helder defendió su investigación de doctorado sobre la generación de electricidad a través de plantas en la Universidad de Wageningen. Asimismo, Helder ha fundado una empresa llamada Plant-e con su socio David Strik, para explotar esta esperanzadora idea, informa dicha Universidad en un comunicado.

Un electrodo situado cerca de las bacterias

La celda de combustible Plant-Microbial extrae electricidad del suelo, a medida que las plantas van creciendo. Gracias a la fotosíntesis, las plantas producen materia orgánica; y las raíces expulsan al suelo hasta un 70% de material no utilizado en el proceso.

Las bacterias situadas alrededor de las raíces descomponen este residuo orgánico, dando lugar de este modo a una nueva fuente de electricidad. Los procesos de degradación hacen que los electrones (partículas subatómicas cuyo movimiento genera una corriente eléctrica) sean liberados.

Esta entrada se publicó en Noticias en 26 Nov 2012 por Francisco Martín León