Refranes meteorológicos de abril

Se presentan los refranes más conocidos del mes de abril, donde hay mucho y variados, en este mes puramente primaveral

Refranes del mes de abril. Imagen de PXHERE


ABRIL. AGUAS MIL. Para el pueblo, las lluvias caracterizan este mes.

En abril, aguas mil.

Por eso servirán de tema inicial, con todo su séquito de pronósticos y consecuencias:

Abril, para ser abril, ha de tener aguas mil.

Abril, aguas mil, sino al principio al medio o al fin,

En abril, unas ir y otras venir

Las aguarraditas de abril, unas ir y otras venir.

Abril abrilero, cada día dos aguaceros

Parte su tiempo abril entre llorar y reír.

Abril, tan pronto llorar como reír,

Abril es lluvioso y señoril;

Y así resulta que,

Por San Marcos, agua en los charcos.

Con lo que vino a ser proclamado

San Marcos, rey de los charcos.

Pudiéramos llamarlos charquitos, porque siendo tan frecuentes los chubascos,

Todas las aguas de abril, caben en un candil.

Mes de abril, agua poca y nubes mil.

Las aguas de abril, todas caben en un barril y no caben en un mandil.

A la postre, sin embargo, como muchos pocos hacen un mucho, viene a resultar que

Las aguas de abril todas caben en un barril; pero si el barril se quiebra,

ni en el mar ni en la tierra.

Las aguas de abril, todas caben en un barril;

pero si el barril no tiene c..., se anegara medio mundo.

En el mes de abril, toda el agua, cabe en un barril;

pero si el barril está desfondado, todo el mundo está anegado.

Estas características de su constancia y de suavidad se consideran altamente beneficiosas:

Más valen las aguas de abril que los bueyes y el carro de David.

En abril, cada gota vale por mil.

Abril mojado, de panes viene cargado.

Lluvia de abril hinche al rey, el carro y el carril.

Si llueve en abril, prevén la media para medir.

Abril llovedero llena el granero.

Agua en abril, granos mil.

Agua en abril, apaña tu camarín.

Si en abril hay lodo, no se perderá todo,

Abril frío hinche el silo, y mojado, silo y campo.

Abril frío y mojado hinche el granero y hasta el ganado.

Sí abril fuere frío, habrá pan y vino; y si frío y mojado, seguro está el año,

Dos excepciones:

Abril mojado, bueno para los trigos y malo para los gusanos.

Abril mojado, malo en la huerta y bueno en el campo,

Y una aclaración:

Agua abrileña baña las hierbas; así las quiere el ganado lanar, pero no el de cerda.

Es pues, natural que se pida:

Aguas en abril, vengan mil.

En abril lluvias hasta que a las vacas los cuernos se los pudran;

Pero no de turbión, sino mansamente:

Abril, aguas mil, cernidas, por un mandil

Las aguas de abril, que quepan en un barril.

Abril entoldado y poco majado,

Con el regocijo de pensar:

Abril que sale lloviendo, a mayo llega riendo;

Sin echar en olvido el precepto que distingue:

A abril, desearle por lluvioso y temerle por vil;

Y pertrechados en todo caso del consuelo que reza:

De abril a abril, vuelven las aguas por donde solían ir

No sólo nos favorece y nos amarga con las lluvias este mes protoprimaveral. También nos aflige con repentinos cambios de tiempo.

LOS CHASCOS DE ABRIL, pudiéramos llamarlos como a él se llama:

Abril el de los chasquillos mil,

Y estos chasquillos engendran, justas desconfianzas y merecen aireados improperios:

Abriles, pocos no fueron viles

Abril abrilero siempre es traicionero

Abril abrilillo, ¿cuándo no fue pillo?

Abril abrileño, de ciento uno bueno;

y la vieja que lo decía. Tenía ciento uno y no conoció ninguno

Quien ha de conocer un buen abril,

cien años ha de vivir. La vieja que lo decía tenía ciento uno y no conoció ninguno

Abril, uno bueno entre mil

Abril tiene caras siete

Abril no llama a abril, sino ¡Ah vil!

Abril no es padre, que es compadre

Abril, abril de cien en cien años deberías venir

Abriles y señores, pocos buenos

Abriles y señores, pocos hay que no sean traidores

Abriles y hembras, con el diablo se aconsejan.

Abriles y yernos, poco hay buenos

Buenos amigos y buenos abriles, uno entre miles.

Abriles y condes, los más son traidores.

Rodríguez Marín creyó ver detrás de la doble acusación procedente al conde Don Julián:

Abriles buenos y buenos hidalgos, muy escasos.

Abriles y jornaleros, pocos buenos; pero el que es bueno, es bueno

Un abril del todo bueno, los antepasados no lo conocieron.

De abril y de la mujer, todo lo malo es de temer.

No hay abril que no sea vil, al principio, al medio o al fin.

Abril siempre fue vil, que al principio, que al medio, que al fin.

Nunca vi abril que no fuera ruin, ora al entrar, ora al salir.

Al principio y al fin, abril suele ser ruin.

Abril, si bueno al principio, malo al fin.

Abril siempre fue ruin, al entrar, o al salir, o al medio por no mentir.

Si no hubiera abril, no habría año ruin

No cabe más extenso repertorio de aireados juicios contra el pobre mes. Hasta, nacen en el corazón deseos de compadecerle. Parece la victima inocente de un apasionamiento. Pero estos refranes fiscales proceden apoyados en una sólida y bien comprobada experiencia:

Frío de abril, helado y sutil.

Abril riente, mata de frío a 1a gente.

Frío de abril, peor que el eneril.

En llagando al seis y cero, los abriles se vuelven eneros.

Frío de abril, a las peñas vaya a herir.

Sol de abril, abre la mano y déjalo ir.

Abril hace a las puertas cerrar y abrir,

y a los cochinos gruñir,

Abril sin granizar, no se vio ni se verá.

Abril sin granizo, Dios no lo hizo.

No pasa un mes de abril, sin que granizos caigan mil.

En abril la helada, sigue a la granizada

En abril no hay granizada que no siga la helada.

Hay pues, qué suplicar:

Abre abril las puertas del santo rocío, y no abras las del frío;

Hay que aceptar como bueno el encomio:

A abril alabo, si no vuelve el rabo;

Y es necesario, sobre todo, tomar precauciones y abrigo:

En abril, no quites fil

Por todo abril, no te descubrir.

Ponte el capillo ruin, que viene abril.

En abril, ponte la capilla ruin.

Hasta que pase el abril, no aligeres el vestir.

De tus leños mil, guarda ciento para abril

Luís Martínez Kleiser

Palabras clave. Refranes, meteorología popular, tiempo, temperie, lluvia, granizo, tormentas.

Esta entrada se publicó en Reportajes en 01 Abr 2014 por Francisco Martín León