El Niño y la extensión del hielo marino en la Antártida en 2015

Los efectos de El Niño de 2015 tienen consecuencias en muchas partes del mundo, incluida la Antártida, sobre todo en el hielo que la rodea. Este año se ha dejado de batir récords anteriores en su extensión. El Niño está detrás de ello.

El florecimiento y fortalecimiento de El Niño de este año, como uno de los más intensos registrados, es la razón probable para el cambio a mitad de temporada en el comportamiento del hielo marino antártico, dijo Ted Scambos, científico del National Snow and Ice Data Center en Boulder, Colorado.

Aunque El Niño es un evento centrado en el Pacífico tropical, el desplazamiento en la ubicación de las aguas cálidas oceánicas desencadena cambios en la circulación de la atmósfera que pueden tener repercusiones a miles de kilómetros de distancia.

"Ha conseguido impactar en todo el mundo", dijo Scambos, incluida la Antártida.

Figura donde se muestran las concentraciones de hielo marino de la Antártida para septiembre durante los dos fuertes eventos de El Niño de 2015 (izquierda) y 1997 (derecha) en comparación con los promedios 1981-2.010. Los colores muestran la diferencia porcentual en la concentración en diferentes áreas, con las naranjas y rojos que indican concentraciones más altas, y verdes y azules más baja. Crédito: National Snow and Ice Data Center

Justo al sur del principal centro de acción de El Niño está una región en la que existe un sistema característico de bajas presiones llamada la baja de Amundsen. Esta baja tiene una gran influencia en el tiempo de la Antártida.

"Su posición y la fuerza tiene un gran, gran impacto" siendo clave en las áreas de formación de hielo marino, dijo Scambos. "Es una especie de una gran perilla compleja que se puede subir o bajar y cambiar a la izquierda o a la derecha."

El Niño tiende a debilitar la baja de Amundsen, afectando a los vientos y las temperaturas en la región, que a su vez pueden influir en la formación de hielo marino. Los vientos cambiaron de una manera que tendieron a amortiguarse, mientras que las temperaturas fueron más altas, lo que limita el crecimiento del hielo marino.

Los patrones de donde había más o menos hielo marino alrededor de la Antártida en septiembre parecían muy similares a los de septiembre de 1997, la última vez que hubo un El Niño de fuerza comparable, dijo Scambos.

Ahora el hielo alrededor de la Antártida comienza su declive ya que la temporada de fusión se pone en marcha, mientras se expande el hielo del mar Ártico mientras llegan temperaturas más frías y los días son más cortos.

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Fuente: Climate Central

Esta entrada se publicó en Noticias en 19 Oct 2015 por Francisco Martín León