El tiempo para los próximos días: pasillo de borrascas atlánticas

El tiempo primaveral, siempre variable en el cambio de estación climatológica, se va hacer poco a poco patente en gran parte de España, mientras que la borrasca Juliette se desplaza ya por el Mediterráneo central con un posible medicane en su seno, que habría que estudiar.

Con la retirada de la borrasca, una zona de estabilidad se irá adueñando, primero de la Península y después de Baleares. Durante hoy jueves y viernes, 3 de marzo, estaremos con temperaturas por debajo de los valores normales, aunque recuperándose lentamente. Habrá heladas en el interior peninsular pero reduciéndose su intensidad, extensión y duración. A partir del domingo,5, las temperaturas se normalizarán y subirán algo. La subida podría acentuarse a inicios de la semana que viene con vientos de componente sur-suroeste debido a la influencia y acercamiento de alguna borrasca atlántica.

Las precipitaciones podrían llegar con el acercamientos de los sistemas frontales atlánticos asociados a dichas borrascas. Ya desde el domingo 5 de marzo, las precipitaciones afectarán al oeste peninsular, especialmente en Andalucía occidental, que se extenderán hacia el centro y sur peninsular. Las posibles y nuevas irrupciones de aire frío se quedarían en el centro y norte de Europa con algún coletazo afectado a zonas del extremo norte peninsular.

Desplazamiento del anticiclón de las Islas Británicas hacia latitudes altas

Parte de la clave de nuestro tiempo futuro estará en la forma en cómo y dónde se desplace el anticiclón, H, de las Islas Británicas hacia el norte, especialmente si lo hace hacia Groenlandia, generando una situación de bloqueo en latitudes altas. Este elemento introduce la primera incertidumbre a considerar. Si esto acontece tendríamos unos escenarios del tiempo donde se podría:

- Generar un pasillo de borrascas atlánticas con frentes y precipitaciones asociadas de latitudes bajas orientadas hacia la Península.

- Desarrollar entradas de vientos de componente norte en la zona oriental del anticiclón de bloqueo inyectando aire frío sobre Europa. Alguna irrupción fresca que podría llegar al norte peninsular, aunque sería poco probable.

Esta situación, llena de las lógicas incertidumbres, podría generar un periodo de precipitaciones atlánticas y alternando, esporádicamente, con alguna entrada leve de vientos de componente norte afectando principalmente al extremo septentrional peninsular.

Queda por determinar el grado de intensidad del pasillo de borrascas hacia la Península con su aporte de precipitaciones y el grado de las irrupciones frías y esporádicas asociadas a los coletazos del invierno. A medida que nos internemos en la primavera las probabilidades de entradas muy frías se reducirán en intensidad, duración y extensión.

Las heladas podrían desaparecer a partir del lunes 6 de marzo y quedar restringidas a zonas de montaña.

No se ven en el horizonte precipitaciones que puedan afectar a las zonas del noreste peninsular, especialmente Cataluña, donde la falta de lluvias es notoria con restricciones en el suministro de agua para 5-6 millones de personas. Tampoco se prevé un temporal atlántico de ábregos que pueda llenar los embalses y empapar las tierras de la fachada atlántica pero eso es más que tener una situación dominada por un anticiclón que traiga “buen tiempo” para algunos, estabilidad, aumento de la contaminación, etc.

Hay algunas esperanzas de que las precipitaciones lleguen a la fachada atlántica, especialmente en el noroeste peninsular, aunque no en las cantidades deseadas.

Pero veremos como transcurre marzo de 2023, porque puede haber sorpresas. Pulsa para ampliar el tuit de abajo (añadido recientemente):