Inundaciones de antes

Miguel Lage , [email protected] saludo muy cordial desde Venezuela. Hurgando en unas carpetas de recortes de periódicos he hallado otro artículo que pudiera servir para la sección de ...

Miguel Lage , Sudamericano

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Un saludo muy cordial desde Venezuela. Hurgando en unas carpetas de recortes de periódicos he hallado otro artículo que pudiera servir para la sección de leyendas e historias relacionadas con el clima. Está escrito por Oscar Yánez, que es el más conocido periodista de anécdotas e historias de nuestro país. Su sección en el periódico se llama "Así son las cosas" y en ocasión posterior a la terrible tragedia de las inundaciones de Diciembre de 1999 en el litoral venezolano, publicó el siguiente artículo titulado "Inundaciones de antes". Ahí va:

"A la naturaleza se le acabó la paciencia en Venezuela. En las últimas cinco grandes inundaciones que hemos tenido en el país, las zonas afectadas han sido las mismas, las causas las mismas, la reacción venezolana, la misma y los proyectos para evitarlas en el futuro, los mismos.

Hay también otras coincidencias: en dos de ellas vivíamos épocas

electorales y los periódicos clamaron por la "unidad nacional para hacer frente a la catástrofe". La más trascendental de todas ellas, por el efecto que tuvo para el desarrollo del país, aunque usted no lo crea, fue la crecida del río Guaire en 1892, cuando entraron las tropas de Joaquín Crespo a Caracas. El Guaire salió de su cauce y las aguas llegaron por el norte donde hoy está la iglesia de Santa Teresa. Dicen los cronistas que Caracas se convirtió en un lago. Un ingeniero se impresionó profundamente por aquella creciente, no sólo por la tragedia, sino por la fuerza que desataba aquel río, "creciente convertida en legendaria hasta nuestros días, como escribió Juan Rohl, pues alcanzó los novecientos mil litros de

agua por segundo". Aquel ingeniero, joven Ricardo Zuloaga, aprovechó la potencia del río para iluminar Caracas. Así nació la luz eléctrica en la capital.

La tarde del 29 de Noviembre de 1939, a consecuencia del desbordamiento de varias quebradas en Maiquetía, fueron destruidas más de 150 casas. Murieron decenas de personas en las mismas zonas castigadas ahora en el litoral, y en Caracas los derrumbes acabaron con media Roca Tarpeya, en Puente Hierro.

Barlovento quedó aislado y los primeros recursos le llegaron en un barco de guerra. Otras zonas afectadas fueron Valencia, Acarigua, Barquisimeto, San Juan de los Morros y Calabozo. Durante muchos días llovió en toda Venezuela. Notable coincidencia con la tragedia de ahora: Carcas se encontraba en plena campaña electoral para elecciones municipales.

Dos grandes periódicos, El Universal y la Esfera, escribieron enérgicos editoriales pidiendo que cesara "la lucha política y vamos a dedicar todos nuestros esfuerzos a la guerra contra el hambre y la miseria, agravada ahora por las lluvias". Se ofrecieron grandes urbanizaciones populares, pero meses después comenzaron a levantarse casas y ranchitos en los mismos lugares. En Noviembre de 1949 el Guaire abandonó su lecho. Se perdieron de 100 a 150 caballos del hipódromo. Más de 80 saqueadores fueron apresados.

Los mayores actos vandálicos se registraron en el Paraíso. Los famosos toreros Luis Miguel Dominguín y Antonio Bienvenida, el Caraqueño, estaban en Caracas y torearon cuando dejó de llover. La creciente de 1951 destruyó la carretera de La Guaira y parcialmente acabó con la vía férrea. La Junta de Gobierno, con Suárez Flamerich a la cabeza, se salvó de milagro. En El Paují, en la vieja carretera, se derrumbó el cerro pocos segundos antes de pasar Pérez Jiménez y Llovera Páez".

Así son las cosas.

Esta entrada se publicó en Fotos y animaciones en 07 May 2003 por Francisco Martín León