Vórtices y remolinos nubosos costeros vistos desde satélite

Existe un llamativo fenómeno nuboso en forma de remolino que se ha observado con la llegada de los satélites meteorológicos en las imágenes que muestran las líneas de costa y ciertas nubes bajas. Son los llamados vórtices costeros de mesoescala, VCM.

RAM
Palabras clave: remolinos, costa, vórtice, satélite, mesoescala, orografía, nubes, capas bajas.
Artículo de junio de 2009. Recuperado en julio de 2011

Existe un llamativo fenómeno nuboso en forma de remolino que se ha observado con la llegada de los satélites meteorológicos en las imágenes que muestran las líneas de costa y ciertas nubes bajas. Son los llamados vórtices costeros de mesoescala, VCM.

Dichos vórtices son remolinos que se generan muy cerca de la costa, casi estacionarios y afectan sólo a niveles bajos. Son perturbaciones de un tamaño del orden de los 20-150 km de radio, cayendo por lo tanto dentro del ámbito de la mesoescala. Suelen persistir mientras las condiciones atmosféricas y marinas son las idóneas y casi siempre están ligados a los accidentes costeros: los vientos en capas bajas generan una mesobaja al nivel del mar en entornos estables y a sotavento del obstáculo de donde soplan. Sólo son visibles cuando existe la nubosidad, manifestándose preferentemente en las imágenes del canal visible de los satélites.

En determinadas ocasiones no es el viento atmosférico el que determina su presencia, sino las propias corrientes marinas frescas que estabilizan el aire, generando y conformando nubosidad limitada por una inversión en capas bajas del aire.

Las corrientes marinas suelen forma remolinos costeros en el mar que, a su vez, pueden dar forma a la nubosidad baja atmosférica y dando lugar a los remolinos característicos. Ejemplo en la zona California, oeste de EEUU y México.

Estos remolinos pueden existir incluso en ausencia de nubes pero su identificación resulta muy compleja. Para ello se necesitan medidas del viento por telemetría (vientos estimados en capas baja por radar del satélite, como los proporcionados por QuikSCAT) o por acumulaciones de sedimentos o fitoplancton que colorean la superficie del mar. Lo más común es que se den con nubes, y estás a fin de cuenta son los que delatan su presencia.

Estos remolinos suelen ser cuasi estáticos, pegados a la costa y en determinadas ocasiones se pueden desplazar al interior del mar o zonas oceánicas cercana pero disipándose a medida que se alejan de las condiciones en que se formaron.

Remolino marino frente a las costas atlánticas de Marruecos.

No son vórtices costeros en sentido clásico los ligados a descargas postfrontales frías o zonas de convergencia ciclónica que se forman en el medio del mar. Un caso especial son los llamados vórtices de von Karman. Tradicionalmente no se les considera vórtices costeros pues, aunque se forman en las zonas costeras de islas y sotavento de ellas, rápidamente se desplazan del lugar que se formaron alejándose de su lugar de origen hasta centenas y a veces miles de kilómetros. Estos vórtices y familia de calles de remolinos se generan no por la propia costa sino por el obstáculo en si mismo, como una isla, que impide el paso del desplazamiento de las nubes estratiforme de los anticiclones subtropicales.

Calles y familia de vórtices de von Karman generados por algunas de las islas Canarias y los vientos alisios. La capa de estratocúmulos se rompe por las islas. Imagen VIS del satélite Meteosat del 4 de abril del 2001 a mediodía. Los vórtices no son considerados como costeros. Imagen MSG- EUMETSAT.

La nubosidad asociada a los vórtices costeros suele afectar localmente a la costa y zonas marítimas limítrofes, pero en el interior de la tierra el cielo puede estar incluso despejado.

La causa más común es la presencia de remolinos por diferentes causas: mesobajas a sotavento, convergencias locales, diferencia de fricción tierra-mar que genera vorticidad por cizalladura horizontal, accidentes orográficos, costa cóncava muy marcada, etc., e incluso las propias corrientes marinas pueden generar dichos vórtices, como se indicó anteriormente. No suelen estar ligados a fenómenos adversos y los vientos suelen ser débiles.

En situaciones de levante en el Estrecho se suele forma un vórtice costero en la zona atlántica marroquí, algunos de ellos dan nubosidad característica Imagen MODIS. Fuente, NASA.

Vórtice costero al sur de Italia. Foto: MODIS-NASA

Remolino de Santa Catalina en California. Imagen GOES.

Aunque no hay una climatología oficial de estos VCM podemos usar este mapa encontrado en Internet como una referencia básica. Cuando se analiza con más detalles en la zona próxima a la Península se tiene que en las zonas costeras cóncavas se tiene una especial empatía por su emplazamiento y allí don del viento al actuar sobre un accidente geográficos (montaña, estrecho, etc.) se forme a sotavento del obstáculo dicho vórtice.

Terminamos con algunos ejemplos más:

Remolino frente a las costas centrales portuguesas. Imagen NOAA.

Remolino frente a Melilla. Imagen MODIS-NASA.

Animación de imagen VIS donde se observan dos vórtices costeros: uno frente a las costas gallegas y otro al norte del País Vasco, frente a las costas francesas. Fuente, sat24.com EUMETSAT.

Esta entrada se publicó en Reportajes en 13 Jul 2011 por Francisco Martín León