Estudiando las islas de calor urbanas

Científicos estudian efecto de isla de calor urbana usando túnel de agua

Estudiando Las Islas De Calor Urbanas
Científicos en Suiza han construido un túnel de agua para estudiar cómo el viento influye en el efecto de isla de calor urbana.

Como en muchos lugares, Suiza ha experimentado temperaturas cada vez más cálidas en los últimos años. El problema se manifiesta en los centros urbanos.

En las ciudades, los tejados, las carreteras y otras formas de materiales construidos, como piedra, ladrillo y hormigón, absorben más calor que la vegetación circundante, lo que provoca un aumento de la temperatura, un fenómeno llamado efecto isla de calor urbana.

El efecto isla de calor es un problema en todo el mundo, uno que grava las redes eléctricas y aumenta los riesgos para la salud. Los científicos en Suiza están tratando de encontrar soluciones.

La mayoría de los esfuerzos para frenar el efecto isla de calor dependen de la incorporación de espacios verdes en el entorno construido. Los árboles y la vegetación, en los parques, a lo largo de las aceras y en los tejados, pueden ayudar a la ciudad a reflejar más y absorber menos calor. La evaporación del agua en las hojas, la transpiración, también puede fomentar el enfriamiento.

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Pero los científicos de los Laboratorios Federales Suizos de Ciencia y Tecnología de Materiales (Federal Laboratories for Materials Science and Technology) EMPA, se propusieron estudiar un recurso de refrigeración menos utilizado: el viento. Según los investigadores, los edificios de la ciudad a menudo evitan que los vientos ganen impulso. Los vientos, según los investigadores, tienen la capacidad de disipar el calor y liberar aire más frío del entorno rural.

El viento puede incluso funcionar en conjunto con el espacio verde, lo que ayuda a difundir el aire más frío de los parques, lagos y bosques cercanos de la ciudad. Sin embargo, para que esta combinación funcione, los investigadores dicen que los edificios de una ciudad deben permitir que las masas de aire se muevan y fluyan.

Para comprender mejor cómo los vientos interactúan con el entorno construido, los investigadores de EMPA construyeron un túnel de agua. El túnel, que se inauguró recientemente, ayudará a los científicos a estudiar cómo los caminos y los edificios afectan los patrones de viento.

El agua fluye como grandes masas de aire, pero a escalas más pequeñas, lo que hace que el fenómeno sea más fácil de estudiar en el laboratorio. El túnel de agua también permite a los científicos medir simultáneamente los patrones de flujo y la temperatura.

Para medir el flujo, los científicos usan partículas diminutas y un tinte fluorescente. Un láser resalta las partículas en movimiento, y las imágenes de la cámara tomadas en sucesión rápida permiten a los científicos reproducir la velocidad y la dirección del flujo.

"Gracias al tinte fluorescente, los investigadores pueden determinar la distribución de temperatura: absorbe la luz láser verde y emite luz de un color diferente: cuanto más caliente el agua, más brillante es la luz", explicaron los investigadores en un comunicado de prensa. "Una segunda cámara, que filtra la luz láser verde, registra la distribución de la luz emitida".

Los científicos esperan que su investigación revele nuevas formas de utilizar los efectos de enfriamiento que ofrecen los patrones de viento locales.

EMPA https://www.empa.ch/web/s604/watertunnel

Esta entrada se publicó en Noticias en 02 Jul 2018 por Francisco Martín León