¿Puede nevar con altas presiones en superficie?: Nieblas que se transforman en nevadas

Autor: RAMPalabras clave: nieve, niebla, aerosoles, MODIS, MSG, estabilidad, frío, invierno.Normalmente las nevadas se suelen producir bajo la influencia de borrascas de latitudes medias cuando la precipitación que alcanza la superficie lo hace a temperaturas negativas o levemente superiores a 0ºC. La presión suele ser baja, pero en determinadas condiciones es posible nevadas no muy intensas en condiciones anticiclónicas donde la estabilidad favorece nieblas espesas, que ocasionalmente se trasforman en débiles nevadas.

Introducción

La presencia de nieblas espesas, frías y duraderas invernales puede generar condiciones para que ciertos objetos y superficies se enfríen por debajo de los cero grados y producir una deposición sólida sobre dichos objetos. En determinadas zonas industriales, como las grandes ciudades, estas nieblas frías pueden encontrar  suficientes aerosoles  industriales y que conforman núcleos de condensación, y  que a su vez  favorecen la aparición de pequeños copos de nieve que se depositan en el suelo. El resultado es muy parecido al de una nevada que no es observada desde el espacio pero a sí a pie de calle.

Cuando la niebla se disipa, aparecen grandes zonas en blanco de nevadas de poco espesor: la niebla se transforma en nieve en zonas ricas de aerosoles antropogénicos mientras que las zonas no contaminadas no están cubiertas por dicha capa blanca poco espesa.

Desde el espacio aparecen parches blanquecinos rodeados por grandes zonas despejas, allí donde antes existían condiciones de estabilidad generadas por un anticiclón invernal frío. Si la resolución espacial del satélite y la zona de nevada de niebla son adecuadas para el sensor satelital, entonces se pueden apreciar, sobre todo, en las imágenes visibles.

Situación del 22 de diciembre de 2007 sobre el Benelux

Durante los días 20 y 21 las altas presiones  dominaron gran parte de Europa occidental. Las nieblas se hicieron presentes, como se muestra en la figura 1, especialmente sobre Bélgica, Holanda, norte de Alemania, entre otras zonas. Las temperaturas comenzaron a caer hasta los -4 y -5ºC, no sólo en superficie sino también dentro de las nubes con topes de hasta 200-250 m. Los núcleos de condensación  antropogénicos provocados por las industrias y el amplio tráfico de la zona favorecieron  el desarrollo, primero de gotitas de agua,  y posteriormente, de cristalitos de hielo. Estos procesos enfriaron aún más el ambiente y favorecieron la aparición de más cristalitos de hielo. Un ligero viento ayudó a dispersarlos, tanto a los copitos como a los aerosoles. El resultado final fue la deposición sólida en el suelo de una capa poco espesa de nieve.

Figura 1. Imagen VIS del MSG del 21 de diciembre de 2007 donde se aprecian nieblas en amplias zonas de la imagen, en especial en  Holanda y Bélgica. Fuente: EUMETSAT.

Al día siguiente, 22 y cuando la niebla desapareció, las zonas donde se habían concentrado las nevadas locales y resueltas por los satélites aparecieron como parches o puntos blancos en las imágenes de satélite, como aparece en la figura 2.

Así lo apunta Wim van den Berg (2008), la mayoría de las capas de nieve aparecen al oeste de las grandes ciudades y zonas industriales, con un espesor de 3-5 cm de nieve.

Figura 2. Ídem que en la figura anterior pero para el 22 de diciembre de 2007. Los parches dispersos  blanquecinos sobre las zonas despejadas de Holanda y Bélgica son áreas de nevadas. Fuente: EUMETSAT.

Figura 3. Mapa de superficie a nivel sinóptico del 22 de diciembre de 2007  a las 12 UTC con los sistemas frontales dibujados. Fuente: Met Office.

Aunque la presión a nivel sinóptico fue alta, figura 3, se dieron nevadas muy localizadas en Holanda, Bélgica y norte de Alemania. La imagen de MODIS en falso color, figura 4, pone de manifiesto dichos parches de forma más clara  que las correspondientes  a  las del  canal VIS del MSG.

Figura 4. Imagen del sensor MODIS en falso color del 22 de diciembre de 2007 donde se aprecian  los parches dispersos de las nevadas en el Benelux y zonas despejadas limítrofes. Una zona de nieblas se tiene en el vértice inferior derecho de la imagen. Fuente: MODIS,  Rapid Response System.  

La resolución del sensor del satélite sí que importa, ya que el campo de visión de la exploración debe quedar rellenado por dichos parche o manchas blancas. Sensores visibles de alta resolución pueden captar detalles que a otros se les escaparía o los dejaría muy difuminados. Como ejemplos tenemos las imágenes de las figuras 4 y 2. El sensor MODIS tiene mejor capacidad de detectar estas islas nevadas rodeadas por zonas despejadas. Lo mismo le ocurre al satélite polar europeo ENVISAT de la ESA. Se ha conseguido una imagen de muy alta resolución, figura 5, sobre Holanda donde se aprecia como las manchas de nieve son muy locales y más detalladas que las zonas blanquecinas de la imágenes del MSG. Todas las fotos han sido bajadas de Internet. 

Figura 5. Imagen del satélite ENVISAT de la ESA en color verdadero del 22 de diciembre de 2007 al sobrevolar Holanda. Fuente: MIRAVI-ESA.

Sondeos

Es muy ilustrativo analizar los sondeos de la zona, figura 6a, de los días 21 y 22. En ellos se puede observar:

  • La gran estabilidad existente en capas bajas
  • La fuerte inversión y alto contenido de vapor de agua en niveles bajos
  • Las temperaturas muy bajas en superficie, inferiores a 0ºC. Se ha marcado en rojo la isoterma de 0ºC.
  • Vientos débiles en niveles inferiores.

Estos sondeos no pueden explicar por si mismo la transformación de nieblas en nevadas, sino se tiene en cuenta otros factores como la alta concentración de aerosoles de origen antropogénico que se obtienen de otro tipo de datos.

a)

b)

c)

d)

e)

f)

Figura 6. Mapa de la zona con los sondeos  mostrados encuadrada en rojo para los días 21, 00 y 12 UTC,  y 22 de diciembre a las 00 UTC, mientras persistía la niebla. Se marca en rojo la isolínea de los 0ºC en los diagramas termodinámicos.  Fuente: Universidad de Wyoming.

Conclusiones

Durante periodos estables, anticiclónicos invernales es posible que zonas de espesas nieblas y con un ligerísimo viento se puedan generar nevadas locales provocadas indirectamente por el ser humano en zonas industriales por los propios aerosoles antropogénicos que se concentran en dichas áreas. En España, como en otros países de Europa, se pueden desarrollar estos eventos especiales en ciudades como Valladolid y Zaragoza donde las nieblas espesas frías pueden transformarse en nevadas poco cuantiosas, pero molestas para la población.

Se ha presentado un caso muy llamativo del 22 de diciembre de 2007 sobre ciertos países de la Europa occidental (Holanda, Bélgica, Alemania). Después de intensas nieblas en los días precedentes y ambiente frío, el suelo de algunos lugares industriales o próximos a ellos se vieron cubiertos por una fina capa de nieve al transformarse la niebla en nevada, mientras que la mayoría de las zonas aparecían desprovista de ella, como se observa en las imágenes de satélite cuando las nubes desaparecen. Todo ello en condiciones de suma estabilidad, altas presiones y ligero viento. Un factor determinante para generar estos parches o islas nivosas fue la presencia de aerosoles antropogénicos que favorecieron el desarrollo de cristalitos de hielo. Posteriormente, estos crecieron por acreción, generando una nevada muy localizada, de poco espesor pero lo suficientemente significativa como para dejarla impresa en las imágenes de satélites de los canales visible. Al apelativo de ciertas nieblas como “lloronas”, habría que añadir las nieblas “de llanto de nieve”.

Referencia

  • Fog turning into snow, 2008: Wim van den Berg. Weather, August 2008, 248.

Esta entrada se publicó en Reportajes en 20 Oct 2008 por Francisco Martín León