Aguas humeantes

El fenómeno de las aguas humeantes se da en distintos lugares de la Tierra bajo muy distintas circunstancias. Las aguas termales son un ejemplo de ello. Al estar calientes escapa de ellas una gran cantidad de vapor de agua que, en contacto con el aire –más frío que el agua– se condensa, formándose esa especie de humo. Ocurre algo parecido sobre las frías aguas de los océanos polares. En este caso el agua está fría, pero el aire lo está mucho más, produciéndose también la condensación y el característico humeo.