Las nubes mesosféricas se hacen más brillantes

Nasa Earth ObservatoryDespués del atardecer del Sol en una tarde de verano ....

Foto tomada el 15 de julio de 2010
Mayor tamaño (793 KB, JPEG) tomada el 15 de julio de 2010
https://earthobservatory.nasa.gov/images/imagerecords/48000/48892/noctilucent_clouds_paulsen_lrg.jpg

.... el cielo se descolora para ennegrecerse, y usted puede ser lo bastante afortunado en ver las nubes finas, onduladas que iluminan la noche, tal como estas vistas sobre Billund, Dinamarca, el 15 de julio de 2010. Las nubes mesosféricas polares o noctilucentes, se forman muy arriba en una altitud entre 80 y 85 kilómetros, y esto hace que su posición refleje ligeramente la luz después de que el Sol haya caído por debajo del horizonte. Estas nubes “nocturnas brillantes” son bastante raras. Matthew DeLand, que las ha estado estudiando por 11 años, las ha visto solamente una vez personalmente. Pero las ocasiones de observar estas nubes evasivas están aumentando.

Incremento de las nubes mesosféricas polares, periodo, 1979–2010
Incremento de las nubes mesosféricas polares, periodo, 1979–2010
Descarga mayor tamaño, (75 KB, PDF) periodo de los datos 1 de enero 1979 – 31 de diciembre de 2010.
http://earthobservatory.nasa.gov/images/imagerecords/48000/48892/pmc_albedo.pdf

DeLand, científico atmosférico en Science Systems y Applications Inc. y Goddard Space Flight Center de la NASA, ha encontrado que las nubes mesosféricas polares se están formando con más frecuencia y están llegando a ser más brillantes. Él ha estado observando las nubes con datos de los instrumentos ultravioletas del retrodifusor solar que se han volado en los satélites desde 1978. Las demostraciones antedichas del gráfico cómo el brillo de las nubes ha cambiado en el Hemisferio Norte. Por razones que nadie entiende completamente, los cambios de brillo, oscilantes hacia arriba y hacia abajo, en paso con actividad solar, con pocas nubes que se han formando cuando el Sol es más activo. La variabilidad más grande está en el norte lejano. Ser la base de los cambios causados por el Sol, sin embargo, es una tendencia hacia nubes más brillantes. La tendencia al alza en brillo, dice DeLand, revela cambios sutiles en la atmósfera que se puede ligar a los gases de efecto invernadero.

Las nubes mesosféricas polares son extremadamente sensibles a los cambios del vapor de agua y de la temperatura atmosférica. Las nubes se forman solamente cuando las temperaturas caen por debajo de -130 grados Celsius, cuando la cantidad escasa de agua en la alta atmósfera se congela en nubes de hielo. Esto sucede más a menudo en latitudes altas en el norte y sur (más allá de los 50º) en el verano cuando la mesosfera es más fría.

Los cambios en temperatura o en la humedad de la mesosfera hacen las nubes más brillantes y más frecuentes. Temperaturas más frías permiten que más agua se congele, mientras que un aumento en vapor de agua permite que más nubes de hielo se formen. El vapor de agua creciente también lleva a la formación de partículas más grandes de hielo que reflejen más luz.

El hecho de que las nubes mesosféricas polares se estén haciendo más brillantes sugiere que la mesosfera se está haciendo más fría y más húmeda, dice DeLand. Los gases de efecto invernadero cada vez mayores en la atmósfera podían explicar ambos fenómenos. En la mesosfera, el dióxido de carbono irradia calor al espacio, causando el enfriamiento. Más metano, por una parte, pone más vapor de agua en la atmósfera porque la luz del Sol rompe el metano en moléculas de agua en las altas altitudes.

Hasta ahora, no está claro que factor - vapor de agua o refrescamiento- está haciendo cambiar a las nubes mesosféricas polares. Es probable que ambos contribuyan, dice DeLand, pero la pregunta es el foco de la investigación actual.

Referencias

  1. DeLand, M.T., Shettle, E.P., Thomas, G.E., and Olivero, J.J. (2007, May 30). Latitude-dependent long-term variations in polar mesospheric clouds from SBUV version 3 PMC data. Journal of Geophysical Research, 112, D10315.
  2. Shettle, E.P., DeLand, M.T., Thomas, G.E., and Olivero, J.J. (2009, January 17). Long term variations in the frequency of polar mesospheric clouds in the Northern Hemisphere from SBUV. Geophysical Research Letters, 36, L02803.

Fotografía 2010 Jan Erik Paulsen. Grafico de Robert Simmon, adaptado de Latitude-dependent long-term variations in polar mesospheric clouds from SBUV version 3 PMC data. Texto de Holli Riebeek.

Instrumento: Aura - OMI

Esta entrada se publicó en Noticias en 28 Mar 2011 por Francisco Martín León