Entrevista del mes: Ramón Oranias, Montserrat

Responsable meteorológico del Observatorio de Montserrat (Barcelona)Preguntas,¿Cuál es la actividad meteorológica de un día cualquiera en tu vida en Montserrat?Globalmente, observando tranquilamente l...

Responsable meteorológico del Observatorio de Montserrat (Barcelona)

Entrevista Del Mes: Ramón Oranias, Montserrat

Preguntas,

¿Cuál es la actividad meteorológica de un día cualquiera en tu vida en Montserrat?

Globalmente, observando tranquilamente los meteoros que se suceden por encima de los tejados del Monasterio y más allá de los peñascos montserratinos, especialmente en los cuadrantes norte, este y parte del sur (nuestro campo de visión abraza desde las cimas del Vignemale, Monte Perdido y Aneto, en el Pirineo de Huesca; Canigó, en Francia, hasta la desembocadura del río Llobregat, en el Mediterráneo. El cuadrante oeste nos queda oculto, en parte, por las paredes rocosas). Pues eso, intentar comprenderlos, hasta un cierto nivel, de manera que los fenómenos observados puedan encuadrarse dentro de un marco coherente como acostumbra a ser el de la propia naturaleza.

Particularmente, cada día, lo normal de todo meteorólogo: la recogida de datos cada mañana (8h. T.U.), por la tarde, después de la puesta del sol, y luego introducirlos en los diversos archivos en el ordenador. En los días de final de mes hay un poco más de trabajo, dado que es bueno elaborar dos gráficos comparativos: uno de las temperaturas y otro de las precipitaciones que llevamos a lo largo del año en curso, en comparación de las medias montserratinas correspondientes También un informe comparado, con los datos que tenemos desde 1902, de todos los fenómenos ocurridos en el mes en curso. Todo ello se expone públicamente para nuestra Comunidad Monástica (somos 80 monjes) los cuales son muy sensibles a todo lo que sucede en nuestro cielo (naturalmente...) Un resumen muy sucinto se publica también en el Butlletí del Santuari de Montserrat. También se transmite esta información al director del Parque Natural y a los Ferrocarriles de la Generalitat, por la incidencia que pueda tener en el nuevo tren cremallera que sube al Santuario. A veces algunos particulares también la piden.

¿A quién se le ocurrió poner un observatorio en Montserrat y desde cuándo?

En 1879 la Real Academia de Ciencias de Barcelona instaló un termómetro de máxima y mínima en la cumbre de Sant Jeroni (1236 mts.). Es el primer dato que tenemos, escrito, del interés por la meteorología en Montserrat. Pero no es hasta el año 1902 que se instala un pequeño observatorio en el mismo Monasterio (740 mts.) y empiezan a publicarse sus resultados en la Revista Montserratina, con los datos de temperaturas, evaporaciones, precipitaciones y otros meteoros acuosos, acompañados del estado del cielo. Nos lo narra el P. Narcís Pérez, al cual le seguirán, más tarde, otros monjes benedictinos. Posiblemente la instalación de este observatorio fue fruto del interés científico que promovió en la Comunidad el P. Adeodat Marcet, botánico - quien ya realizó por aquellas épocas un inventario de todas las plantas de este peculiar macizo montserratino - y también de los contactos que se han mantenido en este Monasterio, desde el s. XVIII (los que tenemos documentados), con las instituciones científicas barcelonesas.

Entrevista Del Mes: Ramón Oranias, Montserrat

¿Cuántos observadores religiosos han pasado por Montserrat?

La tira. Imposible nombrarlos a todos. Buena parte de ellos, dada su modestia, no nos han dejado constancia de su nombre. Han hecho su trabajo bien, en silencio y algunos en el anonimato.

¿Que libros de meteorología se destacarían de la biblioteca de Montserrat?

La biblioteca montserratina está especializada en ciencias teológicas, pero, no obstante, tiene un departamento dedicado a las ciencias naturales (“grosso modo”) donde se pueden encontrar obras de meteorología. No muchas. Entre ellas destacaría la Meteorologia Philosophico - Politica (1709) del jesuita F. Reinzer, los Tratados de Física Experimental aplicados a la Meteorología del francés A. Gassot (1862, 1875, etc.), la Meteorologia y Agricultura populars de nuestro compatriota Cels Gomis i Mestre (1864), y algunas obras más imprescindibles para una historia de la meteorología. Y naturalmente todas la obras publicadas por el padre de la meteorología catalana D. Eduard Fontserè y por, el no menos ilustre mecenas, Rafael Patxot durante los primeros años del siglo XX, tales como Pluviometria, Meteorologia, Memòries, Atles de Núvols del Centre Meteorològic Internacional, etc., todas ellas en nuestra propia lengua, y aun hoy obras de referencia casi obligada (por ejemplo el Atlas de Núvols...). Cabe mencionar, también que aparte de las obras depositadas en la Biblioteca, tenemos una pequeña sección donde se agrupan los boletines i revistas propias de meteorología, astronomía i física desde principios del s. XX. Destacan algunos anuarios del Instituto nacional de Meteorología i algunas revistas extranjeras (Filipinas, Sudamérica, etc.). El contacto internacional fue consecuencia, en parte, de las fundaciones, en aquellas tierras, de monasterios por parte del de Montserrat, que también les conllevó una sensibilización por las ciencia naturales.

Entrevista Del Mes: Ramón Oranias, Montserrat

Cuéntenos un poco, su experiencia vivida el día 10 de junio de 2000 con el importante aguacero precipitado ese día.

Nos cogió ya despiertos (nos levantamos cada día a las 5.35). No terminamos el Oficio de Maitines (6 h.) A las 6.20 ya veíamos saltar por el torrente que pasa al lado del monasterio, a los coches aparcados en la plaza inferior del mismo. No era la primera vez que el agua lo arrastraba todo a su paso. Del efecto sorpresa pasé al de la perplejidad a medida que avanzaba la jornada. Todo ocurrió en el transcurso de una hora (5.45 a 6.30), cuando la corriente acuosa acumulada fue tan intensa que empezó a arrastrar los guijarros acumulados en los torrentes, el lodazal y la vegetación desprendida a consecuencia de la lluvia acumulada anteriormente (entre las 2 i las 6.30 de la madrugada cayeron 50 litros de modo bastante uniforme). Prácticamente a las 7 de la mañana cesó la lluvia. El intenso olor a laurel triturado ya presagiaba lo peor. Mi principal preocupación en este momento fue la recogida de datos. Por suerte el pluviómetro manual no rebosó, lo cual nos permitió saber la precipitación exacta (la total del día fueron 174,6 litros). El pluviógrafo nos dio las intensidades, pero la velocidad del cursor, a consecuencia del enorme aguacero caído, más el viento y la niebla circundantes, no dejó una señal clara (el papel se humedeció, y hubo que tratarlo con más mimo que si de un papiro egipcio del siglo II se tratara). A partir de ahí y después de asegurar el desagüe del agua acumulada detrás de la cristalera del comedor, entre las ventanas y la pared rocosa (1,20 mts. de altura de líquido, por suerte los cristales resistieron, evitando una inundación mayor en el refectorio) pude dedicarme a recorrer el macizo montserratino, es decir hacer meteorología de a pie, aprovechando la misión de conectar con nuestro ermitaño en la ermita de Santa Creu, encima mismo del monasterio pero a 900 mts. de altura, y con el refugio de escaladores de Sant Benet, a 950 mts., por si había que lamentar desgracias mayores. Por suerte estaban todos muy tranquilos... hasta que desapareció la niebla a media mañana. El paisaje había cambiado completamente. Todas las canales y torrentes habían rejuvenecido, pero a qué precio... La vegetación de su interior había desaparecido y con ella rocas y guijarros. La montaña apareció llena de surcos que aumentaban su grosor a medida que iban descendiendo. Parte de la vegetación colgante en las grietas de las rocas, ya inestable por si misma, había sido arrancada de cuajo. Aparecieron canales dónde ni sospechábamos que existieran. Su traza aún hoy persiste. Las cicatrices estaban en relación directa con el agua caída. Por lo que parece, más en las cimas superiores centrales que en los extremos de la sierra. Las grandes paredes de roca orientadas a levante actuaron de pantallas recogedoras. La vegetación de su base, en algunos lugares, se deslizó más de 30 mts., dejando sus cimientos rocosos al descubierto. La morfología de los torrentes en la base de la montaña cambió completamente ensanchando su cauce -parecían autopistas- hasta extremos de variar su curso normal (a escala geológica ya ha ocurrido otras veces). Me llevó mas de tres meses, recorrerlo todo. En los primeros días hubo que atender muchas peticiones de información sobre lo sucedido, y muchas instituciones (meteorología, geología, etc.) quisieron conocer personalmente los estragos. Fue muy interesante conocer el fenómeno desde las diversas perspectivas aportadas (el botánico, el geógrafo, el excursionista, el ingeniero, etc.). En fin, una experiencia sublime en todos los sentidos (excepto en el del paladar. Si alguien deseara más detalles me remito a lo publicado, o a lo que personalmente pueda aportar).

Entrevista Del Mes: Ramón Oranias, Montserrat

Con las obras llevadas a término después del 10 de junio, ¿usted cree que la zona del Monasterio, podría resistir otra precipitación de semejantes características?

La roca es muy dura, todo lo otro no tanto. Es decir, se ha calculado que el periodo de retorno puede estar entre los 300 y los 500 años, lo cual parece que nos deja un poco de margen, al menos de momento. Pero dado que el periodo ya lo hemos empezado, puede que vuelva a suceder. En esto estamos todos de acuerdo. De momento, a partir del cálculo ya citado, se han redactado algunos proyectos y se han ejecutado algunas obras, pero los trabajos son lentos y los trámites administrativos más aun. Todos los desagües de los torrentes y canales de la pared norte de la montaña que cruzan la carretera de Can Massana, están actualizados y en óptimas condiciones, al igual que los de la carretera a la villa de Monistrol de Montserrat. En el recinto mismo del monasterio, la construcción de la nueva estación del ferrocarril cremallera ya se ha hecho encima del nuevo colector del torrente de Santa María, sobredimensionado a tal efecto (con la capacidad de desagüe de 36 m 3/seg., el anterior era de 16). Falta la conexión superior que, por no tener todo el núcleo montserratino despanzurrado durante el verano, se reemprenderá en noviembre. Falta por hacer un proyecto de la conducción de las aguas provenientes de los torrentes de Sant Salvador y de la Trinidad, que son los que inundaron el monasterio. Esperemos que en breve lo tengamos (antes de 150 años, porqué por aquel entonces ya estaremos con en 50 % de probabilidades que vuelva a suceder). Su conexión con el de Santa Maria también ya se ha realizado. I así estamos, abiertos y expectantes a las nuevas contingencias meteorológicas que la providencia climatológica nos depare. Confesados lo estamos.

A parte del observatorio que usted regenta en el Monasterio, ¿existen más observatorios repartidos en la montaña?

Oficialmente no. Solamente encima del monasterio, 80 mts. en la horizontal pero a la cota 920, se encuentra, desde el 2 de enero de este año, una estación automática de la “Xarxa Agrometeorològica” del “Servei de Meteorologia de la Generalitat de Catalunya”, cuyos datos son consultables por internet (www.meteocat.com), y a 80 mts. en la horizontal en la cota 710, hay una cámara de TV3 con los aparatos que proporcionan los datos que acompañan la imagen televisiva (temperatura, humedad y presión atmosférica). Fuera del ámbito montserratino se encuentran del mismo “Servei de Meteorologia” tres estaciones automáticas: en Sant Salvador de Guardiola (a 20 km. al N.), Vacarisses (a 6 km. al E.) y la de Hostalets de Pierola (a 8 km. al SO.). Es interesante contrastar sus datos. Al pie mismo de la montaña hay unos espléndidos observadores altamente calificados en el vecino pueblo de Collbató (Vale la pena consultar su web www.collbato.info/meteo/ ). También tengo contactos con el observador oficial de la villa de Esparraguera. Prácticamente hay una red de estaciones en el perímetro de la montaña, pero carecemos de observaciones en el centro del macizo y en su extremo NO.

Con la larga serie de datos que usted dispone del Monasterio, ¿observa un incremento de la temperatura en los últimos años?

Sí. Pero no me parece prudente extraer conclusiones. Habría que disponer de series de más datos del clima circundante. En este sentido es (a nivel de matices, claro) interesante el contraste de temperaturas entre las dos estaciones montserratinas (Sant Dimes, 920 mts. y monasterio, 740 mts.) Prácticamente en la misma vertical.

Querido Padre; yo soy muy aficionado aparte de a la meteo, a la astronomía, dispongo de un LX200 y de un reflector sobre montura Dobson de 300 mm. llevo miles de horas de observación, y hasta antes de ayer sólo me había maravillado con planetas, cúmulos, nebulosas etc etc, sin embargo antes de anoche ocurrió algo inexplicable y en lo que yo nunca había creído. Pero lo vimos. Estábamos personas y los 4 vimos lo mismo. Ha tenido Vd. alguna experiencia similar de presenciar un fenómeno que no se pueda explicar ni científica ni humanamente? Íbamos con cámaras digitales y con ccd, lo intentamos fotografiar, ya que la luz que desprendían era muy intensa, más que suficiente para ser registrada en las ccd, sin embargo... en ninguna de las cámaras se grabó nada.

De momento, hasta el presente, no. De todo lo que he podido observar (llevo casi 30 años en el monasterio) he podido dar una razón técnica o científica de lo que me he encontrado. Sorpresas no me han faltado, y algún susto también. Pero antes de 24 horas he tenido una respuesta clara y comprobada del fenómeno en cuestión. Claro que tampoco lo puedo observar todo... es tan apasionante. (Lo siento por el numeroso grupo de avistadores de ovnis que cada noche, del 10 al 11 de cada mes, se reúnen en el extremo opuesto de la montaña (lado N.). Dudo que su experiencia concuerde con la mía. En ellos quizás se encuentre alguna respuesta humana, pero científica...).

Mi pregunta nace de la simple curiosidad intelectual y un interés que siempre he tenido por la toponimia. Son bien conocidos en Montserrat las agujas o monolitos que dan su silueta característica a la montaña. Si no tengo mal entendido, uno de los más famosos es el llamado "Cavall Bernat", verdadero símbolo de la escalada en roca y el alpinismo catalanes. Pues bien, una vez leí en una guía alpinística que el verdadero topónimo de este monolito es en realidad "Carall Bernat" y que la Iglesia o las autoridades civiles lo maquillaron en su actual forma. ¿Qué hay de cierto en esta historia?

Que la historia no lo dice todo. Las antiguas leyendas montserratinas nos hablan del “Cavall Bernat”, es decir, un caballo que quedó petrificado. Los documentos existentes (pocos, dado que con la invasión francesa del 1811 se destruyó el secular y valioso archivo montserratino), hablan del “Cavall Bernat”. La cultura de los cronistas (sean quienes sean) quizás les impidió hablar de “Carall Bernat” (alerta: el quizás es mío) y se limitaron a consignar lo que decían las leyendas. Dada la figura curiosa (también, geológicamente hablando) de este peculiar monolito, no me extrañaría que la tradición popular, que tiene sus propios vericuetos hiciera el resto. Y más aun, teniendo en cuenta que algunos nombres de las rocas tienen nombres un tanto jocosos y tremendamente definitorios y expresivos, por ejemplo: “la Panxa del Bisbe” (la barriga del obispo), “la prenyada” (la embarazada), etc.

Me gustaría saber si en los años que lleva en el Observatorio cree haber notado en algún aspecto el cambio climático, no sólo el aumento de las temperaturas, como ya comenta Meteocoll, sino en la frecuencia o intensidad de las tormentas o de su aparato eléctrico, o en el ritmo de las estaciones, tanto a nivel meteorológico como fenológico -Si conoce su clima local probablemente habrá días en que por ciertas nubes o señales de la Naturaleza se hará sus propios pronósticos locales. De ser así quisiera que comentara algún ejemplo de estas señales locales, y si ocurre a veces que lo previsto por la meteorología tradicional no coincide con lo previsto oficialmente y se acaba por cumplir mejor lo previsto según esas señales del conocimiento local ancestral. Gracias

Esta pregunta da para una libro + tesis doctoral + CD incluido. Resumiendo puedo decir que proporcionalmente en el período 1960-2000 se han dado más tormentas y de mayor cuantía que en el periodo 1902-1925. También hay que decir que, al menos en Montserrat, el efecto de haberse construido más edificios (a consecuencia de la presión humana y de la cercanía de la conurbanización barcelonesa) después de 1950, con el agotamiento del pequeño espacio disponible, ha hecho que cualquier pequeña tormenta deje sentir sus consecuencias. Lamentablemente no disponemos de intensidades de precipitación hasta después del 1985 (100 litros en 24 horas no es problema, pero 30 en una hora central del día puede suponerlo, dada la afluencia turística). Deberíamos disponer de un estudio comparativo y en profundidad con las estaciones de las cercanías, pero habría que poderlo ampliar hasta principios del siglo XX, y esto de momento no es posible. Faltan datos. De todos modos algo parece que apunta en la dirección propuesta al menos a partir de los 50 últimos años, por lo que atañe a las tormentas (aunque hay voces que justifican lo contrario en lugares no demasiado distantes de Montserrat), y es evidente el aumento de temperaturas a partir de los 10 últimos años. Pero hay que tener en cuenta que los ciclos de la naturaleza también son muy amplios. Hay que estar en ello. Lo mismo se puede decir respecto a la fenología.

En relación a la segunda parte de la cuestión, un ejemplo: Información meteorológica de TV1 a las 10 de la noche en un día de verano: “Señores hoy no ha llovido en toda España...”. Bien, pues en Montserrat lo estaba haciendo desde hacia un par de horas antes. Simplemente era la típica “boira pixanera” (niebla que precipita) acumulada en un grosor considerable de varios centenares de mts., encima del macizo, consecuencia de la brisa “marinada”, que dio más de un litro de precipitación. Niebla muy normal por la tarde y noche en los meses de agosto a octubre/noviembre en la parte sur de la sierra donde se encuentra el monasterio (la sensación de bochorno es considerable). Las antiguas crónicas hablan de “la Gran Señora”, o también de “La Campana” por el efecto visual de gorro que produce contemplada desde fuera de la montaña. El comportamiento de la niebla permite, a veces, predecir algunas situaciones que luego se confirman oficialmente. El canto, según en que horas, de determinadas especies de pájaros también es un dato a tener en cuenta. En el interior de algunos torrentes o canales se puede hablar de un microclima.

Saludos cordiales a todos

Ramón Oranias

Monasterio de Montserrat, 2 de julio del 2003

RAM.- Queremos agradecer al Padre Ramón la amabilidad que ha tenido con los lectores de la RAM. Siempre que visitemos Montserrat nos acordaremos de que existe un observatorio meteorológico perdido en ese maravilloso lugar y alguien lo estará llevando con sumo cuidado.

Biografía de Padre Ramón Oranias

Nací después de la primera bomba atómica, en 1945, en la noble villa de Santa Coloma

de Queralt (Tarragona).

Me muevo en tres pisos:

1.- Ingeniería Técnica, antes de entrar en el monasterio

2.- Humanidades y Teología en el monasterio

3.- Profesor de Órgano y organista (uno de los tres) en el monasterio

Complementos: catalán, castellano, francés, inglés, alemán, latín (por la profesión) y algo de griego bíblico para ir tirando y leyendo.

Aficiones (por orden de puesta en escena en la vida): excursionismo, alpinismo, meteorología, astronomía, escalada y geología (estas dos últimas como consecuencia de vivir en una montaña tope de bella).

Quien quiera saber más, que pregunte. A disposición de todos. Cordialmente

Ramón Oranias

Esta entrada se publicó en Entrevistas en 27 Dic 2003 por Francisco Martín León