Un refrescamiento pasajero, agosto podría traer temperaturas muy altas

A pesar del refrescamiento importante de las últimas horas en gran parte del país, parece que las altas temperaturas quieren ser las grandes protagonistas de este verano en España. Eso sí, mañana aún habrá registros muy elevados en el litoral mediterráneo como consecuencia del viento de poniente, que llegará recalentado a la zona.

Durante unas horas podremos respirar, gracias a la masa de aire polar marítima asociada a una vaguada que ha entrado por el noroeste, provocando a su paso un importante aumento de la inestabilidad y temperaturas más bajas respecto al promedio de esta época.

Y es que incluso va a nevar en cotas muy altas de los Pirineos. Por desgracia para muchos, será solo un alivio pasajero. Tanto el modelo Europeo como el GFS (americano) señalan que podríamos dar la bienvenida a agosto con un nuevo episodio de altas temperaturas que afectaría a España, aunque por ahora los mapas discrepan sobre las zonas que pueden verse más afectadas.

El GFS prevé una corriente en chorro más ondulada, con un ascenso de aire bastante cálido (cresta anticiclónica) pronunciado sobre la vertical peninsular, a lo que se le sumaría el propio recalentamiento de la masa de aire debido al caldeamiento de la superficie peninsular. La isoterma de 28ºC a unos 1500 metros asomaría en el interior.

De cumplirse esta situación, hablaríamos de máximas de más de 40ºC en zonas del centro y sur peninsular coincidiendo con el comienzo del mes de agosto. Sin embargo, el modelo Europeo ve por ahora una situación ligeramente distinta, con un ascenso menos pronunciado de la cresta anticiclónica, por lo que la masa de aire más cálida se iría desplazando hacia el sureste.

Un verano para el recuerdo

En los próximos días confirmaremos si finalmente estamos ante otro nuevo episodio de altas temperaturas en España. Desde luego, está siendo un verano singular en Europa. Hay que recordar que junio comenzó con frío e incluso nieve en las montañas, y que desde finales del mes pasado Europa ha ido encadenando una sucesión de olas de calor.

De hecho, si Francia batió su récord de temperaturas máxima absoluta hace un mes, en las últimas horas han hecho lo propio en Alemania y en el Benelux. Todo indica que las ondulaciones de la corriente en chorro están detrás de los episodios de calor y frío extremos de los últimos meses y años. Y según las proyecciones, tendremos que acostumbrarnos, porque se volverán más frecuentes en nuestras latitudes.