¿Podría el invierno europeo de 2025-2026 verse afectado por La Niña y un vórtice polar debilitado? Esto dicen los mapas

En el Pacífico ecuatorial, el fenómeno de La Niña continúa su curso. Para comprenderlo, La Niña corresponde a la fase fría del ciclo El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). Este fenómeno natural provoca un enfriamiento de las aguas superficiales del Pacífico tropical, que ocurre irregularmente cada 2 a 7 años.

¿Cómo puede alterar el invierno La Niña?

Este año, los modelos muestran un fenómeno de La Niña de débil a moderado, con una anomalía superficial persistente que se espera que dure todo el invierno antes de disiparse en primavera. En Norteamérica, este patrón favorece un domo de alta presión en el Pacífico Norte y una vaguada de baja presión sobre Canadá, canalizando el aire polar hacia el sur y el este.

Esta variación influye en la circulación atmosférica global y en la trayectoria del chorro polar, esta autopista de vientos de gran altitud que guía las masas de aire cálido y frío, y puede así modificar el tiempo invernal hasta en Europa, aunque sus electos en el viejo continente ya llegan muy enmascarados por otros patrones.

La Niña is favored to continue into the Northern Hemisphere winter, with a transition to ENSO-neutral most likely in January-March 2026 (61% chance). A #LaNina Advisory remains in effect. #ENSO https://t.co/5zlzaZ0D9Z pic.twitter.com/vNCG6IBVFy

— NWS Climate Prediction Center (@NWSCPC) November 13, 2025

Como hemos comentado, en Europa los impactos son más sutiles pero reales: acentúa la variabilidad invernal, con alternancia de períodos de tiempo templado y breves olas de frío. Por lo tanto, La Niña prepara el terreno para un invierno de contrastes, donde cabe esperar sorpresas y fluctuaciones.

La pieza clave del rompecabezas invernal: un vórtice polar debilitado

El vórtice polar puede imaginarse como un vasto remolino de viento que gira alrededor del Ártico, desde la superficie hasta la estratosfera. Cuando es fuerte, generalmente mantiene el aire gélido cerca del polo. Pero cuando se debilita o se desorganiza, la corriente en chorro se vuelve más ondulada y puede permitir que masas de aire ártico desciendan hacia Europa o Norteamérica, aumentando el riesgo de olas de frío repentinas y agudas.

Un calentamiento súbito estratosférico (Sudden Stratospheric Warming, SSW) en curso amenaza con debilitar el vórtice polar. El aire estratosférico cálido comprime el vórtice, ralentizando sus vientos y creando inestabilidad que podría liberar el frío polar hacia latitudes templadas. Estos episodios tempranos son poco frecuentes, observándose solo tres veces en los últimos 70 años.

Su efecto histórico muestra que América del Norte experimentó un enfriamiento significativo, mientras que Europa experimentó un descenso de temperatura más moderado, pero tangible. Por lo tanto, el debilitamiento del vórtice es el factor clave que probablemente transforme un invierno europeo suave en uno más adverso y con nieve.

Diciembre: ¿un comienzo de invierno más frío de lo esperado?

Las últimas proyecciones contradicen los pronósticos iniciales de temperaturas suaves para diciembre. Europa parece encaminarse hacia un mes más frío de lo habitual, debido al efecto combinado del debilitamiento del vórtice polar y la reactivación del flujo de aire continental.

Masas de aire frío polares y árticas podrían descender con mayor frecuencia desde Escandinavia y Rusia, lo que traería condiciones invernales más persistentes a gran parte del continente. Es posible que se produzcan nevadas importantes en algunas zonas, debido a la presencia de precipitaciones asociadas a estas masas de aire.

En los Alpes y los Pirineos, este inicio de invierno podría garantizar una cobertura de nieve temprana y duradera, prometedora para los deportes de invierno. En las tierras bajas, las condiciones serán más variadas, pero se espera una atmósfera general más fría que en años recientes, cuando el inicio del invierno ha sido a menudo inusualmente templado.

Este escenario coincide perfectamente con los efectos esperados de un vórtice polar debilitado: el frío ártico circula más fácilmente hacia el sur, ofreciendo una visión concreta de los episodios invernales que La Niña hace posibles.

Enero y febrero: probable regreso a un tiempo más templado

A partir de enero, la dinámica atmosférica debería reequilibrarse gradualmente. Los sistemas de alta presión podrían predominar durante gran parte del mes, trayendo un clima más tranquilo, seco y, en general, más templado a Europa occidental. Las olas de frío serían entonces menos frecuentes, aunque aún sería posible la formación de algunas masas de aire continentales aisladas. Este escenario corresponde a los inviernos típicos de La Niña, donde las olas de frío iniciales son seguidas por una tendencia más templada.

En febrero, la incertidumbre aumenta y los modelos oscilan entre un deshielo gradual y posibles olas de frío más cortas y localizadas. No se vislumbra una tendencia de frío duradera. Este mes podría alternar entre fases tranquilas y anticiclónicas con breves períodos de inestabilidad meteorológica. En general, el escenario se mantiene dominado por una temperatura moderadamente templada y condiciones variables, típicas de un invierno europeo influenciado por La Niña y un vórtice polar temporalmente inestable.

Referencias de la noticia

Flis, A. (2025, 18 noviembre). Winter 2025/2026 Final Outlook: A colder season than expected is developing, brought down by the Polar Vortex and La Niña. Severe Weather Europe.

Crepet, R. (2025, 25 noviembre). Prévisions saisonnières pour l’hiver en France : douceur dominante, quelques épisodes froids possibles. La Chaîne Météo.