Mañana habrá tormentas fuertes y el domingo severas y organizadas. Los expertos alertan de posibles SCM mediterráneos

Aunque la situación quedará restringida al noreste peninsular, las tormentas que se desarrollen en ese sector pueden ser especialmente fuertes, ya que contarán con todos los ingredientes necesarios para organizarse y desencadenar fenómenos adversos.

El Mediterráneo occidental, con temperaturas que rondan los 30ºC en vez de los poco más de 25ºC habituales en esta época del año, alimentará las tormentas que se formen a partir de mañana.

Muchas regiones están aún inmersas en la que sin duda ha sido la ola de calor más intensa y persistente del verano. Sin embargo, el calor empieza a desaparecer por el norte peninsular y las temperaturas máximas, aún siendo muy altas este viernes, ya se alejan definitivamente de valores inéditos como los registrados en puntos de la mitad norte peninsular en estos últimos días.

La previsión es que ese descenso térmico se acentúe y se extienda por toda la Península Ibérica durante las próximas 24 horas. Sin embargo, no será sólo al descenso térmico a lo que tendremos que prestar atención.

El cambio de tiempo vendrá asociado a una profunda vaguada que se aproximará desde el Atlántico, de gran amplitud y relativamente profunda en niveles medios y altos. En su borde delantero, las condiciones serán favorables para el desarrollo de convección y chubascos que pueden venir acompañados de tormenta y que afectarán durante la tarde del sábado a diversos puntos de la mitad norte. Sin embargo, a medida que estos desarrollos convectivos acompañen a la vaguada en su movimiento hacia el este, se encontrarán con condiciones muy especiales.

El Mediterráneo posee en este momento unas anomalías de temperatura positivas muy marcadas en su sector occidental, con temperaturas superficiales por encima de los 30 ºC incluso en zonas próximas a las Islas Baleares. Esto supone una anomalía de más de 4 ºC con respecto a la temperatura a la que suele encontrarse en esta época del año, pero también supone un aumento de más del 20% en la cantidad de vapor de agua que puede contener el aire junto a su superficie y una mayor tasa de evaporación.

Teniendo en cuenta que la liberación de calor latente por condensación de vapor de agua constituye el principal suministro energético de las nubes convectivas, las tormentas contarán con un excelente e inusual combustible en cuanto se aproximen al Mediterráneo.

Chubascos muy fuertes y granizo grande

Durante el sábado las tormentas se desplazarán hacia el este y comenzarán a interaccionar a últimas horas con las brisas procedentes del mar, y será entonces cuando comiencen a contar con una energía adicional, con valores de CAPE en algunos casos superiores a 3000 J/kg.

Por otra parte, la vaguada inducirá una fuerte cizalladura en niveles medios y bajos, superior a 20 m/s en algunos casos, por lo que el riesgo principal será el granizo asociado a las tormentas con mayor grado de organización, probablemente supercélulas dispersas, que pueden formarse en el norte de Cataluña, algunos puntos de Aragón e interior norte de la Comunidad Valenciana.

Posteriormente, esas tormentas persistirán durante la madrugada del domingo, ya internándose progresivamente en el Mediterráneo donde podrían dar lugar a la formación de uno o varios SCM (Sistemas Convectivos de Mesoescala) de mayor duración y con potencial de dejar chubascos fuertes y persistentes. Estos sistemas podrían afectar a Baleares durante el domingo y posteriormente se propagarían hacia el este, afectando con severidad al sureste de Francia e Italia.

Una situación muy fugaz, pero con consecuencias a largo plazo

Aunque el potencial de esta situación en cuanto a fenómenos adversos se refiere es muy significativa, sólo afectará a puntos del noreste y Baleares pasando mucho más desapercibida en el resto, donde lo más destacable será el descenso térmico. No será así en el interior-sur de Europa, donde la misma vaguada favorecerá un episodio de tormentas severas que podría ser especialmente importante en el entorno de los Alpes y al norte del Adriático.

En la Península Ibérica, sin embargo, la dorsal anticiclónica no se terminará de recuperar, por lo que es poco probable que las temperaturas vuelvan a alcanzar valores especialmente cálidos y quedaremos expuestos a la llegada de nuevas vaguadas que puedan mantener la atmósfera inestable durante la próxima semana.