Cómo plantar pepinos en casa: consejos de experto para tener unas plantas sanas y productivas
Plantar pepinos en casa es fácil y gratificante. Con unos cuidados básicos, podrás disfrutar de plantas sanas y una cosecha abundante de pepinos frescos durante toda la temporada.

Cultivar pepinos en casa es una excelente manera de disfrutar de verduras frescas, sabrosas y si se cultivan de forma natural, libres de productos químicos. Además, es una tarea sencilla que no requiere experiencia previa en jardinería.
Con un poco de planificación, los cuidados adecuados y un espacio bien aprovechado, puedes conseguir plantas vigorosas y una cosecha generosa en tu propio huerto urbano, terraza o jardín.
Aspectos clave para el cultivo de pepino
Cultivar hortalizas no es una tarea extremadamente dificultosa, sin embargo requiere de una serie de trabajos y recomendaciones para que el desarrollo, crecimiento y cosecha de los frutos sea óptimo.
Hace aproximadamente dos meses inicié el proyecto de un mini huerto en casa, la verdad sólo me dio tiempo de plantar pepinos...
— Cindy R. López (@CindyL_23) June 20, 2020
Hoy descubrí que ya tiene algunos frutos y me emocioné #Autoconsumo #Jardín #EnCasa pic.twitter.com/WVXnyfc7Va
Entre las tareas recomendadas, podemos destacar las siguientes.
Elegir la variedad adecuada
Lo primero que debes hacer es escoger la variedad de pepino que mejor se adapte a tu espacio y clima. Existen dos grandes tipos: los pepinos de ensalada (largos y suaves) y los pepinillos (más cortos y con una piel algo más rugosa). Algunas variedades compactas están especialmente diseñadas para el cultivo en macetas o espacios reducidos, por lo que son ideales si vas a plantar en casa.
Cuándo plantar
El pepino es una planta de clima cálido, por lo que debes esperar a que las temperaturas mínimas superen los 15 °C antes de sembrar. En la mayoría de regiones templadas, eso significa desde mediados de la primavera hasta principios del verano.
Siembra y trasplante
Puedes sembrar directamente en el lugar definitivo o en semilleros. Si optas por sembrar en macetas o jardineras, asegúrate de que tengan al menos 30 cm de profundidad y buen drenaje.
Para la siembra directa:
- Preparar el sustrato removiéndolo y enriqueciéndolo con compost.
- Hacer pequeños hoyos de unos 2 cm de profundidad.
- Colocar de 2 a 3 semillas por hoyo y cubrirlas ligeramente con tierra.
- Regar con cuidado para no desplazar las semillas.
- Cuando las plantas tengan dos hojas verdaderas, dejar la más vigorosa y eliminar el resto.

Luz y ubicación
Los pepinos necesitan mucha luz solar directa para desarrollarse correctamente. Colocar las plantas en un lugar donde reciban al menos 6 horas de sol al día. Si se cultivan en interior, es posible usar lámparas de crecimiento, pero el rendimiento será menor que al aire libre.
Riego y humedad
El riego es clave para el éxito del cultivo. Los pepinos necesitan un suelo constantemente húmedo, pero sin encharcarse. Se recomienda regar regularmente, sobre todo en los días calurosos o cuando las plantas comiencen a dar frutos.
Tutores y soporte
Los pepinos pueden cultivarse rastreros, pero si tienes poco espacio, lo mejor es guiarlos con tutores, mallas o espalderas. Esto mejora la circulación del aire, reduce la aparición de enfermedades y facilita la cosecha.
Estructura para cultivo vertical de pepino
— Interés agronómico (@InteresAgro) August 27, 2024
️ El método que se muestra en la imagen utiliza una estructura en forma de tipi hecha con ramas o cañas para cultivar pepinos de manera vertical. pic.twitter.com/DqGw9Dczzk
Abonado y cuidados
Durante el crecimiento, puedes aplicar fertilizantes orgánicos ricos en potasio y nitrógeno para favorecer la floración y el desarrollo de frutos. El compost, el humus de lombriz o el estiércol bien curado son excelentes opciones.
Revisar periódicamente las plantas en busca de plagas como pulgones o araña roja. Si aparecen, se puede recurrir a tratamientos ecológicos como jabón potásico o aceite de neem.
Cosecha
Los pepinos están listos para cosechar entre 50 y 70 días después de la siembra, dependiendo de la variedad. Recogerlos cuando aún estén verdes, firmes y de tamaño adecuado, antes de que maduren por completo.