El día que un dinosaurio caminó por Soria y dejó su huella para siempre: guía para visitar las icnitas
En las Tierras Altas de Soria, unas huellas fosilizadas cuentan cómo caminaba un dinosaurio, cuánto medía y a qué ritmo iba. ¿Te atreves a seguir su rastro paso a paso?

Hubo un tiempo en que el norte de Soria no era el paisaje sobrio que vemos hoy, sino una llanura húmeda de barro y limos. Un dinosaurio cruzó ese suelo blando, apoyó el pie, cargó el peso y siguió avanzando. Lo extraordinario es que el terreno guardó esa pisada como una firma. Millones de años después, esa “firma” sigue ahí, se trata de las icnitas.
En las Tierras Altas de Soria, estas huellas fosilizadas se reparten en varios yacimientos al aire libre. Visitarlos es una experiencia que mezcla paisaje, ciencia y mirar el pasado sin necesidad de huesos. La ruta se recorre como si fueran páginas de un libro geológico. Y cada parada añade un matiz sobre cómo vivían y se movían aquellos animales.
Qué son las icnitas y por qué son tan valiosas
Las icnitas no son fósiles del cuerpo, como un diente o un fémur, son fósiles del comportamiento, esto es, rastros de actividad, como pisadas, trayectorias, marcas de arrastre o señales de interacción con el sustrato. Se conservan cuando el barro recibe la impresión, se seca, queda cubierto por sedimentos y, con el tiempo, se transforma en roca. Por eso, una icnita es una acción congelada.
¡Viajando al jurásico!#Bretún es uno de tantos pueblos del territorio de Tierras Altas en el que podremos encontrar huellas de dinosaurio. Dado su gran número de yacimientos se creó la "Ruta de las Icnitas"#Soriaestademoda #spain #Dinosaurios #cylesvida pic.twitter.com/DLcNGaSHxt
— Soria está de moda (@Soriaestademoda) December 14, 2025
Su valor está en lo que cuentan más allá del “quién”. Permiten inferir cómo se desplazaba un dinosaurio, si caminaba o corría, si cambiaba de dirección o si iba en grupo. En lugar de reconstruir un esqueleto, reconstruyen una escena. En divulgación, es la diferencia entre ver una foto y ver una secuencia. Y Soria ofrece varias secuencias completas.
Cómo deducen tamaño, velocidad y comportamiento
Para estimar el tamaño, los paleontólogos miden la longitud y anchura de la huella, la forma de los dedos y la presencia de talón. También analizan la profundidad de la impresión, que aporta pistas sobre el peso relativo y la consistencia del barro. Con esas medidas y relaciones conocidas entre pie y altura de cadera en distintos grupos, se aproxima la alzada del animal.

La velocidad se infiere sobre todo a partir de los rastros, no de una huella aislada. Se mide la zancada (distancia entre huellas consecutivas del mismo pie), la separación entre las huellas izquierda y derecha y la regularidad del patrón. Zancadas largas y ritmo constante suelen indicar un desplazamiento rápido. Zancadas cortas, huellas muy hundidas o deformadas apuntan a marcha lenta o terreno especialmente blando.
El comportamiento aparece cuando el yacimiento muestra escenas más complejas. Rastros paralelos con separación constante pueden sugerir movimiento coordinado o en grupo. Cambios bruscos de dirección hablan de giros, evitación de obstáculos o variaciones en la marcha. Diferencias de profundidad entre pisadas pueden indicar aceleración, frenada o cambios de apoyo. En conjunto, el rastro convierte al dinosaurio en un actor del paisaje.
Ruta de las icnitas de Soria
La Ruta de las Icnitas en Tierras Altas puede hacerse en una jornada o en un fin de semana. La clave es no intentar verlo todo, sino elegir paradas representativas. Piensa en un itinerario con cuatro bloques, para entender contexto, diversidad de huellas y lectura del terreno. Así, cada visita aporta algo distinto. Y el viaje se disfruta sin prisas.

Un buen inicio es Villar del Río, considerado la puerta de entrada a la zona. Es un punto práctico para situarte, entender qué vas a observar y comenzar con yacimientos cercanos. Observa cómo el sustrato y la erosión cambian la nitidez de los dedos. Y compara huellas aisladas con trayectorias completas.
Después, el siguiente bloque recomendable es Bretún, donde el recorrido ayuda a entender por qué el barro importa tanto. Hay enclaves donde se aprecia cómo la textura del suelo condiciona la forma final de la pisada. En algunos casos la huella es nítida; en otros, parece suavizada, como si el terreno hubiera cedido.
La tercera etapa puede centrarse en Santa Cruz de Yanguas y su entorno, que combina yacimientos y un paisaje muy expresivo. Aquí se entiende bien la relación entre geología y conservación: capas, inclinaciones y exposición al tiempo. Es una zona ideal para fijarte en rastros, no solo en huellas sueltas. Si ves varias pisadas alineadas, intenta seguir la dirección y estimar la zancada. Ese ejercicio cambia por completo la experiencia.
Para rematar, merece la pena completar el recorrido hacia el área de Fuentes de Magaña. Esta parada final ayuda a cerrar la visión territorial de la ruta, como si añadieras el último capítulo.
Bretún, en las Tierras Altas de Soria, es un precioso conjunto de arquitectura tradicional y parte esencial de la Ruta de las Icnitas. En su casco urbano y alrededores encontrarás numerosos yacimientos de huellas de dinosaurios. pic.twitter.com/bhQ751TwkT
— ¡Soria ni te la imaginas! (@sorianitelaimag) November 30, 2025
Las icnitas son patrimonio frágil, la erosión es lenta, pero el daño por pisarlas o manipularlas puede ser rápido. Conviene observar sin invadir, no frotar las huellas y respetar la señalización. Si haces fotos, busca luz lateral, porque resalta sombras y bordes. La mañana y el atardecer suelen ser los mejores momentos. Y un pequeño cambio de ángulo puede revelar dedos que antes no veías.
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