¿Hasta cuándo durará el anticiclón según el refranero?

Escasez de precipitaciones, temperaturas máximas elevadas, poco viento y nieblas, son fenómenos característicos de días anticiclónicos, pero ¿son normales en esta época del año y hasta cuándo pueden durar?

En este rincón del mundo los días claros, tras la niebla y el hielo 'mañanero', son propios del mes de enero.

Durante los últimos días del anterior año y los primeros de este la situación atmosférica parece algo atípica por la casi total ausencia de precipitaciones, con la excepción de Galicia, las comunidades cantábricas y el extremo sudeste peninsular. También por las temperaturas más elevadas de lo normal, sobre todo los valores diurnos, con máximas de 24 ºC en Canarias y de 22 ºC en la costa mediterránea. Solo las mínimas en estos últimos días han tendido a la normalidad invernal con heladas moderadas en ambas mesetas y áreas montañosas.

Bloqueo anticiclónico

Todo esto es debido a un potente anticiclón que ha estado sobre la Península Ibérica y que durante estas últimas jornadas se está situando entre Europa occidental y las Islas Británicas.

Con esta colocación las altas presiones forman un bloqueo, impidiendo a las borrascas atlánticas seguir el camino habitual por el oeste para llegar hasta nuestras latitudes y tienen que realizar un gran rodeo, pasando muy al norte y descongáldose, habitualmente en forma de embolsamiento frío en altura, por el centro de Europa camino del Mediterráneo.

Las entradas frías del este

En estos casos, si las altas presiones realizan un pequeño desplazamiento hacia el oeste, dejan un hueco para que la borrasca mediterránea se pueda aproximar hacia las Baleares, lo que encauza los vientos, primero del norte sobre el Cantábrico oriental y posteriormente del nordeste, mucho más fríos, aunque más secos.

Es el preludio de las grandes heladas y, según lo que consiga aproximarse la borrasca, de posibles precipitaciones en forma de nieve que afecten al nordeste de la península Ibérica y Baleares.

Mientras, en las demás regiones peninsulares se mantiene el dominio anticiclónico y el tiempo, más o menos, estable, con nieblas en muchas zonas de ambas mesetas y valle del Ebro, localmente persistentes y con heladas que se van generalizando en la gran parte del interior de la Península. Más intensas en las áreas montañosas, en especial en los Pirineos.

"Enero, es el mes primero, si viene frío, es buen caballero"

Como vamos a ver con los siguientes refranes, la situación atmosférica la podríamos considerar casi como normal, ya que este mes es, en general, seco y muy frío en todas nuestras comarcas. El Sol se encuentra en el perihelio, distancia mínima Tierra – Sol que este año es el día 3 de enero, su elevación sobre el horizonte es la menor del año. “Sol de enero siempre anda detrás del otero” y por eso calienta mucho menos.

Perihelio y niebla baja.
Sol naciente en las cercanías del perihelio con niebla junto al suelo en plena situación anticiclónica. Autor: Fernando Llorente.

Otro factor importante es la duración máxima de las horas nocturnas, aunque poco a poco ya los días empiecen a alargarse: “Por los Reyes, el frío y los días crecen”. Y esto no es una contradicción, ya que es debido a la inercia atmosférica, por la que ni los días más fríos corresponden con los de máxima duración de la noche y ni los días más calurosos con los de máxima duración de las horas de sol.

¿Hasta cuando durará el bloqueo?

Como les digo a mis amigos cuando me piden una información meteorológica a medio/largo plazo, ¡qué soy meteorólogo y no adivino! Pero esta vez me voy a mojar y con la ayuda de los refranes me aventuraré en este pronóstico.

La estabilidad nos va a aportar heladas y nieblas, un primer indicio del cambio en el tiempo será su desaparición o por lo menos disminución y esto no lo tendríamos hasta, aproximadamente, el día 17: “San Antón (día 17) barre las nieblas a un rincón”, y quedaría confirmado con las precipitaciones que llegasen un par de días después. “Si llueve por San Canuto (día 19), lloverá tres meses justos”.

Por tanto, todo hace presagiar que la situación se mantendrá con jornadas secas y frías, y que aún nos toca esperar la llegada de ese cambio de tiempo. Mientras tanto, si un conocido una mañana de enero no nos saluda, no será por mala educación ni por descuido, ¡será solo por frío! “En las mañanas de enero ni se dan buenos días ni se quita el sombrero”.