Las playas del mundo están en vías de extinción

Existen diferentes tipos de arena que forman las playas en el mundo, pero lo realmente importante es cómo esa arena se mueve. Debido tanto a condiciones climáticas como a las obras costeras, un alto porcentaje de playas en el mundo se encuentran en constante erosión.

Playa
Arena acumulada formando una playa sobre un espigón y el puerto, que cortan la dinámica natural de la corriente litoral.

La mayoría de las personas que van a la playa nunca se han preguntado de dónde ha salido la arena que la forma. Pues bien, esta puede tener varios orígenes, desde el volcánico, calcáreo producto de erosión de conchas de animales marinos, silíceo, etc. Por tanto, la arena llega a las playas desde la descarga de los ríos al mar, desde el mismo mar o a partir de flujos volcánicos. Pero lo más importante no es la procedencia de la arena, sino su dinamismo dentro de la playa.

En condiciones normales, las playas presentan una forma característica en verano y otra en invierno. En invierno, debido a los temporales, la gran energía del oleaje que impacta en las costas provoca que la arena se levante y sea arrastrada hacia el mar, siendo depositada bajo el agua pero en las cercanías de la costa. Una vez llega el verano, con oleajes menos energéticos, las corrientes son capaces de empujar la arena depositada bajo el agua en invierno hacia la costa nuevamente. De esta manera se consigue un 'equilibrio dinámico' que se mueve entre esas dos formas características.

La particularidad de esta forma de equilibrio es que, debido a los efectos del cambio climático, un alto porcentaje de playas a nivel mundial han perdido el balance entre las formas de invierno y verano, siendo la mayoría afectadas ahora por la erosión o pérdida de arena continua. Producto de la intensificación de las marejadas y del aumento del nivel de mar, la arena que era depositada bajo el agua cerca de la costa en invierno, ahora es transportada hacia zonas mucho más alejadas desde donde no pueden retornar a la playa en la época estival.

Si bien esta pérdida de playas se ve agravada por el cambio climático, que es un efecto directamente atribuible a la humanidad, existen otros mecanismos de pérdida de arena en las playas, también por acción del hombre, pero cuyas consecuencias son mucho más rápidas. Son las obras en la zona costera. Esta segunda causa no tiene que ver con la arena que va y vuelve entre invierno y verano, sino con la arena que viaja paralela a la costa con la corriente litoral. La corriente litoral se forma por la acción de la rotura del oleaje en la costa.

Cada vez son más las playas en erosión debido a las construcciones en las costas y a los efectos del cambio climático.

La corriente litoral, a su paso por la desembocadura de los ríos, transporta la arena que viene de las cuencas hidrográficas, alimentando así las playas en su recorrido. Esta arena, cuando se encuentra con un obstáculo (obra marítima), sedimenta y se acumula junto a este obstáculo, evitando que la arena siga viajando y alimentando otros sistemas costeros posteriores. Por tanto, se produce una acumulación excesiva en la zona del obstáculo y un déficit de arena en zonas posteriores.

Esta afección puede producirse en zonas cercanas y zonas muy alejadas de la obra costera. Por eso, el estudio hidrodinámico y sedimentario de la costa es muy importante a la hora de planificar cualquier actuación que impacte en la dinámica litoral, como son los diques de protección de los puertos o de las desembocaduras de ríos navegables.