La pereza y el sedentarismo podrían asociarse a la contaminación del aire, alerta un estudio

Un estudio realizado en el Reino Unido con personas con factores de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 encontró una relación entre la contaminación del aire y la tendencia a pasar más tiempo sin moverse.

Pereza, contaminación
El trabajo sugiere que hay una relación entre la pereza y la contaminación del aire. Imagen: Arancibia Psicología.

La tendencia a pasar períodos más largos de inactividad física podría tener causas mucho más allá de pantallas distractoras o estados del tiempo poco amigables. El sedentarismo podría estar asociado a la calidad del aire que nos rodea.

Así lo propone un estudio de la Universidad de Leicester, que analizó la relación entre los contaminantes del aire y los niveles de actividad física y de sedentarismo. Los participantes en el estudio fueron personas con factores de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

El estudio sugiere que la exposición prolongada a ciertos niveles de contaminación del aire puede desalentar los estilos de vida activos y conducir a un aumento del tiempo diario de inactividad, o sea, a un aumento del tiempo que una persona permanece sentada, acostada, reclinada o incluso parada, pero tranquila.

Aire impuro y vida más sedentaria

Las partículas suspendidas en el aire suelen clasificarse según su tamaño: PM2,5, son partículas de un diámetro de 2,5 micrómetros o menos; PM10, partículas de 10 micrómetros o menos de diámetro; y también el NO2 (dióxido de nitrógeno).

Las partículas PM2,5 se pueden acumular en el sistema respiratorio y están asociadas con numerosos efectos negativos sobre la salud, como el aumento de las enfermedades respiratorias y la disminución del funcionamiento pulmonar.

Los investigadores analizaron datos de 644 personas con riesgo de diabetes tipo 2, integrantes de un programa de estimulación a la actividad física mediante caminatas.

Jonathan Goldney, líder de la investigación, comparó los niveles promedio anuales de contaminantes atmosféricos comunes con los cambios anuales en el tiempo de inactividad. Para esto, utilizó datos del ensayo “Walking Away from Type 2 Diabetes”, en el que se recopilaron mediciones al inicio del estudio, a los 12, 24 y 36 meses.

contaminación
La alta exposición al dióxido de nitrógeno se relacionó con hasta 22 minutos adicionales de inactividad.

Las concentraciones de PM2,5, PM10 y NO2 se evaluaron como valores promedio durante un período de 3 años, así como la concentración promedio de contaminantes durante el período de observación de 12 meses.

"Los participantes usaron acelerómetros alrededor de su cintura durante siete días consecutivos, rastreando su actividad física y sus períodos de inactividad durante tres años. Esto nos brindó una oportunidad única de observar las tendencias a largo plazo", explicó Goldney.

Las partículas PM2,5, el NO2 y el PM10 se asociaron con cambios en el comportamiento sedentario. Un aumento de 1 microgramo (una millonésima parte de un gramo) en las partículas PM2,5, NO2 y PM10 se relacionó con un aumento anual de 6,38, 1,52 y 4,48 minutos por día en la conducta sedentaria, respectivamente.

“Un aumento de 1 microgramo en la concentración de dióxido de nitrógeno atmosférico se asocia con un aumento del tiempo sedentario de 1,52 minutos por día cada año. En algunos casos, la alta exposición al dióxido de nitrógeno se relacionó con hasta 22 minutos adicionales de inactividad por día cada año”, explicó Goldney.

Consecuencias, limitaciones y futuras líneas de investigación

El trabajo advierte que “la contaminación del aire también podría estar afectando la voluntad de las personas para hacer ejercicio y su disfrute. Esto podría fomentar que se pase más tiempo en el interior y menos tiempo activo al aire libre, creando un círculo vicioso que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas”.

El estudio no detalla en cómo se produce esta asociación, es decir, qué sucede en el organismo para que las personas pasen más tiempo de modo sedentario. Según Goldney, hacia el futuro se podría investigar si las intervenciones para reducir la contaminación pueden influir en el comportamiento sedentario.

Los resultados se publicaron en el Journal of Public Health y destacan la necesidad de reducir la contaminación del aire para obtener beneficios para la salud pública.

“Si la contaminación del aire está impulsando este aumento de la inactividad, medidas como las zonas de bajas emisiones podrían afectar los comportamientos sedentarios individuales y tener un profundo efecto en la salud pública”, dijo Goldney.

Referencias de la noticia:

Goldney, J. et al. Exposición a largo plazo a la contaminación del aire ambiente y cambios prospectivos en el comportamiento sedentario y la actividad física en personas con riesgo de diabetes tipo 2 en el Reino Unido. Revista de Salud Pública (2023).