Los embalses más antiguos de España y del mundo

Ahora que entramos en el período más seco en nuestro territorio es bueno recordar la ayuda histórica que nos han prestado los grandes depósitos artificiales de agua. Desde Yemen, con el embalse más antiguo del mundo, hasta Mérida o Tibi, en Alicante.

Presa romana de Cornalvo una de las más atiguas de España.
Presa romana de Cornalvo, situada en las cercanías de Mérida.

Desde mucho tiempo atrás, cuando las condiciones climáticas no permitían un aporte hídrico regular o la geografía del lugar no facilitaba un buen suministro de agua, los seres humanos han intentado almacenarla en depósitos de distintos tamaños.

Nos vienen a la cabeza palabras como presas, represas, embalses, pantanos, aljibes, cisternas, etc. En la actualidad, principalmente, se utilizan las presas y los embalses.

Empezando por la definición de la RAE, un embalse es un “gran depósito que se forma artificialmente, por lo común cerrando la boca de un valle mediante un dique o presa, y en el que se almacenan las aguas de un río o arroyo, a fin de utilizarlas en el riego de terrenos, en el abastecimiento de poblaciones, en la producción de energía eléctrica, etc.”

Muchas veces utilizamos como sinónimo de embalse las palabras presa, que solo sería el dique que cierra la acumulación de agua, o pantano. Curioso esto último, ya que según la RAE un “pantano es un terreno hundido de fondo más o menos cenagoso y abundante vegetación, donde las aguas se estancan de forma natural”. Concepto bastante alejado de lo que acostumbra a ser un embalse.

Indagando un poco más en estas acepciones, podemos llegar a la conclusión que la palabra embalse es mucho más reciente que pantano, que se considera viene directa del latín y que indicaba el nombre propio de un lago, Pantanus, localizado en la actualidad como el lago Lesina, en el sur de Italia.

Marib, Yemen
Detalle de la presa de Marib, en Yemen, considerada la más antigua del mundo.

Marib, la presa conocida más antigua del mundo

Para encontrar la construcción conocida más antigua del mundo para la acumulación de agua, nos debemos de trasladar al fabuloso reino de Saba, a las cercanías de su capital Marib, de ahí el nombre de la presa, actualmente en Yemen. Esta presa bloqueaba el cauce del río Adhanah en el valle del Dhana, en las colinas de Balaq.

Es probable que el primer dique datase del año 2.000 a.C, en la actualidad se considera que su tamaño se aumentó en la reconstrucción del siglo V, cuando alcanzó una altura de 7 metros y una longitud de 580 m. Fue considerada una de las maravillas de ingeniería del mundo antiguo y gracias al agua almacenada y a la red de canales para el riego permitió al reino de Saba enriquecerse con el cultivo y el comercio de especias y perfumes.

Tras la caída de este reino, aproximadamente en el S. I a.C. la presa se volvió a reconstruir, obra que tardó en terminarse casi 300 años y alcanzando unas dimensiones imponentes para su época, ya que la altura máxima era de 20 m, con cerca de 700 de longitud y la posibilidad de embalsar 30 hm3.

También es famoso su derrumbe, que provocó una gran catástrofe en la zona, y es recogido en el Corán, abandonando su uso en el S. VII de nuestra era. Se considera que el colapso de la presa y del sistema de riego provocó la migración de más de 50.000 personas.

Presa romana de Proserpina en Mérida.

Proserpina versus Cornalvo

Ambas construcciones se encuentran en las cercanías de Mérida y son de origen romano, las presas se levantaron para abastecer a la urbe de Augusta Emérita y ambas forman parte del Conjunto arqueológico de Mérida, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993.

La presa de Proserpina se comenzó a construir en el S I a.C, tiene una capacidad de embalse de 6,5 hm3, con una altura de 21 m y una longitud de coronación de 428 m. Durante siglos ha sido conocida como la “Charca de la Albuhera” o “Albuhera de Carija”, debido a que recoge las aguas del arroyo de la Albuhera y a su cercanía a la montaña de la Carija. Su nombre actual proviene de la lápida descubierta en el S. XVIII en la que se invocaba a la diosa Ataecina-Proserpina.

La de Cornalvo se dató en el año 130 d.C, con una capacidad de embalse de 11 hm3, una altura de 20 m y una longitud de 220 m. y que aún hoy está en servicio. Aunque investigaciones más recientes adelantan su construcción a la época de César Augusto, un poco antes del inicio de nuestra era.

Embalse de Tibi, en Alicante. Durante varios siglos el mayor de Europa.
Dique del embalse de Tibi, en Alicante.

Embalse de Tibi

Finalmente hay que mencionar a la que fue la presa más importante de Europa en el S XVI, el embalse de Tibi, en la provincia de Alicante. Sus obras comenzaron en 1580, tiene una capacidad de embalse de unos 4 hm3, una altura de casi 43 m y una longitud de coronación de 65 m.

En la actualidad todavía sigue en funcionamiento, aunque su capacidad se ha reducido notablemente por los depósitos acumulados desde su construcción. Sufrió una importante rotura en 1697, entrando nuevamente en servicio en 1738.