400 años en el espacio: el proyecto Chrysalis, la “nave ciudad” de 58 km que llevará a los humanos a Alfa Centauri
Chrysalis es un proyecto que desafía la imaginación humana: un hábitat espacial de 58 km, diseñado para generaciones enteras, con el objetivo de alcanzar el sistema estelar más cercano.

Durante siglos, mirar al cielo ha sido una mezcla de fascinación y advertencia. Mientras nuestro planeta lidia con la contaminación y con climas extremos, algunos científicos ya exploran la posibilidad de vivir lejos de la Tierra. Entre esos intentos aparece un concepto radical: enviar una nave enorme con toda una comunidad a bordo hacia Alfa Centauri.
En este escenario entra Chrysalis, un diseño de “nave ciudad” que rompe todos los esquemas. Pensada para recorrer distancias que ningún humano ha transitado, y no regresará jamás a la Tierra: sus ocupantes nacerán, vivirán y morirán viajando por el espacio profundo.
Chrysalis: una odisea de siglos con tripulación multigeneracional
Lejos de ser una nave convencional con motores gigantes, Chrysalis plantea un hábitat autosuficiente de 58 kilómetros de largo, con capacidad para 2.400 personas. Lo inédito: su travesía durará unos 400 años, por lo que varias generaciones completarán el trayecto sin conocer el suelo terrestre.
Una nave nodriza con forma de cilindro de 58 km para transportar 1.000 personas a un "nuevo mundo".
— Exploración OVNI (@exploracionovni) August 8, 2025
Bautizada como "Chrysalis", esta nave nodriza con forma de cilindro de 58 km. estaría equipada para transportar hasta 1.000 personas hacia Alfa Centauri (el sistema estelar más pic.twitter.com/SSvk9gmxco
Antes de partir, quienes sean seleccionados pasarán décadas aislados en la Antártida, para acostumbrarse a las condiciones más extremas. Luego se construirá la nave en el punto L1 de Lagrange, usando recursos lunares para ensamblarla sin interferencias gravitatorias.
Con un cuerpo cilíndrico en rotación para generar gravedad artificial, la estructura estará dividida en anillos concéntricos con zonas de cultivo, viviendas y módulos técnicos. La inteligencia artificial tendrá un papel central en la gestión de recursos y el control de nacimientos, evitando que la población exceda la capacidad del ecosistema cerrado.
Vida en una “nave ciudad” sin jerarquías
El diseño contempla un espacio sin autoridades verticales, donde la comunidad se organice en entornos abiertos. Los paneles interiores simularán paisajes terrestres para mitigar la sensación de encierro. “Los ecosistemas naturales funcionarán como un sistema de circuito cerrado ecológico, bio-regenerativo y de soporte vital...”, según describen en el proyecto.

El trabajo agrícola combinará robots y técnicas sostenibles como policultivos o agroforestería. Cada generación vivirá con reglas muy claras: parejas fundadoras de entre 25 y 28 años, con la posibilidad de tener sólo dos hijos entre los 28 y los 31. De este modo, se asegura que los recursos no se agoten y que la decimotercera generación sea la que llegue a Alfa Centauri.
Fuera de los anillos habitables se ubicará el “Cosmos Dome”, una cúpula transparente usada en la fase inicial de navegación, que permitirá a los viajeros contemplar el espacio exterior y reforzar la sensación de propósito común.
Todo un reto técnico, humano y psicológico
Más allá de los motores o los cálculos de trayectoria, los investigadores remarcan que lo realmente difícil es imaginar cómo pensarán los pasajeros después de siglos de viaje. Chrysalis será tanto un lugar físico como un espacio cognitivo, donde el sentido de identidad se redefina lejos de la Tierra.
Proyecto Chrysalis. La nave que podría llevarnos a otra estrella
— Jugando con Ciencia | Ciencia & Gaming (@JugandoCiencia) August 11, 2025
Imagina vivir en una ciudad pero en medio del espacio.
Sin volver jamás .
El Proyecto Chrysalis, una nave generacional diseñada para llevar a la humanidad a otro sistema estelar en un viaje de 400 años. pic.twitter.com/ZmZwehCELf
“La nave espacial generacional Chrysalis recibe su nombre de la fascinante posibilidad de contar con una nave espacial capaz de mantener a sus habitantes seguros y unidos, generación tras generación, hasta su llegada al nuevo sistema solar”, explican sus creadores.
Este concepto, impulsado por un equipo multidisciplinar europeo, fue considerado por la NASA y varias universidades como la propuesta más coherente y detallada para un viaje interestelar. Aunque sigue siendo teórico, abre la puerta a una pregunta inevitable: ¿seremos testigos de la primera migración humana hacia otro sol?