Quebrantahuesos: primer nacimiento en los Picos de Europa tras 70 años

El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), es una de las aves rapaces de mayor tamaño de todo el hemisferio norte, cuya población comienza a recuperarse en España tras décadas en peligro de extinción.

El quebrantahuesos es un tipo de buitre de gran belleza y tamaño que habita en cordilleras montañosas abruptas del hemisferio norte.

El quebrantahuesos es un tipo de buitre muy peculiar, siendo un ave accipitriforme de gran tamaño, perteneciente a la familia de losaccipitradae, que por sus distintas características y estilo de vida se diferencia notoriamente de otras aves rapaces de su entorno. En la actualidad, su población se extiende por las cordilleras montañosas situadas entre los paralelos 30º y 50º del hemisferio norte, incluida la Península Ibérica.

Son aves carroñeras con características muy diferenciadas del resto de rapaces

Su nombre científico (Gypaetus barbatus) hace especial alusión a las diferenciadas características de su aspecto corporal (del griego “Gyps” = buitre y “aetos”=águila, mientras que del latín “barbatus” hace referencia a la barba que aparee bajo su pico). Los ejemplares adultos tienen la cabeza y el cuello de color naranja, sus alas y cola son de color gris y el dorso pardo oscuro. Sus ojos son muy vistosos, ya que están rodeados de un anillo esclerótilo de color rojo, el cual resalta todavía más cuando el animal pasa momentos de nerviosismo o agresividad.

Así mismo, desde los ojos hasta la base del pico, se les extiende un antifaz negro, apareciendo en este último unas filoplumas (barbas), tal y como se comentó anteriormente. En la parte superior de la cabeza tienen unas plumas negras que forman un capirote. Su plumaje cambia con la edad, pero ambos sexos tienen el mismo color, siendo anaranjado en el caso de los adultos, a causa de la afición que tienen de teñir su plumaje con barro. En lo referente a sus dimensiones, estas pueden alcanzar una envergadura de hasta 2,80 metros, llegando a pesar hasta 7 kilos.

La dimensiones de estas majestuosas aves puede alcanzar los 2,80 metros y un peso de 7 kilos.

El nombre original de 'Quebrantahuesos' se debe a que son aves carroñeras que atrapan a sus presas, ya sean animales, tendones, caparazones o cualquier tipo de hueso y los lanzan a las rocas con fuerza de forma repetitiva, con el fin de destrozarlos y facilitar su posterior consumo. De igual modo, su comisura bucal es muy amplia y poseen abundante cantidad de células para la secreción de ácidos (pH1), las cuales facilitan la digestión de los huesos ingeridos.

La crianza de sus polluelos se produce entre los meses de marzo y agosto

Las aves de esta especie suelen formar pareja al comienzo de su madurez (sobre los 7 años) y no se separarán nunca durante el resto de sus vidas. Su ciclo reproductor se inicia con la prepuesta entre septiembre y noviembre; seguidamente, entre diciembre y febrero se produce la puesta. A partir de ese momento, ambos padres irán turnándose durante varios meses para incubar los huevos, que normalmente son 1 o 2. Finalmente, entre los meses de marzo y agosto se produce la crianza de los polluelos, los cuales suelen abandonar el nido con una edad media de 120 días.

Los quebrantahuesos forman pareja al comienzo de su madurez y siguen juntos el resto de su vida.

Es un ave que, por desgracia, está amenazada en bastantes zonas de nuestro planeta actualmente. A nivel mundial es una especie catalogada como “casi amenazada” en la Lista Roja de la IUCN, en Europa se encuentra “amenazada” y en el Catálogo Español de Especies Amenazadas como “en peligro de extinción”. Los principales motivos que han llevado a una disminución tan acusada de su población son los envenenamientos, la electrocución por tendidos eléctricos, el choque con aerogeneradores eólicos, la escasez y disponibilidad de alimentos, la pérdida y degradación de su hábitat o la caza ilegal.

Es un ave muy amenazada, que conviene proteger, pues debido a su alimentación, es el último eslabón de la cadena alimentaria y por lo tanto, imprescindible para los ecosistemas.

El quebrantahuesos, fue históricamente una especie ampliamente distribuida por toda la península Ibérica, pero con el paso de los años, su población se fue reduciendo de forma clara y rápida hasta la actualidad. En las postrimerías del siglo XIX se podía localizar en cualquier sistema montañoso se España. A mediados del siglo XX todavía se veía en el Sistema Ibérico, la Cordillera Cantábrica y zonas del sur de España (Cordilleras Béticas). Hoy en día, debido a los esfuerzos de un gran número de asociaciones y comunidades autónomas, somos uno de los países europeos con mayor número de ejemplares (más de 130 parejas censadas).

El principal problema es que la mayoría de la población reproductora está confinada y limitada a los Pirineos (Cataluña, Aragón y Navarra), lo que hace peligrar su conservación. Pero, gracias a la ayuda del hombre, esta hermosa especie está recuperando parte de los territorios que algún día dominó, como los Picos de Europa, en los que se han reintroducido ejemplares del Pirineo Aragonés, y en las Sierras de Cazorla y Segura, donde se intentan recuperar mediante proyectos de cría en cautividad.

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Para finalizar, hay que resaltar una excelente noticia acontecida esta semana pasada, ya que en el parque nacional de los Picos de Europa ha tenido lugar el primer nacimiento de una cría de quebrantahuesos desde hace unos 70 años, puesto que la especie se extinguió de aquella zona en 1956, hasta su reciente reintroducción en los últimos años. Los padres del nuevo polluelo son Deva (una hembra de 10 años reintroducida en 2010 desde el Pirineo Aragonés) y Casanova (un macho de más de 13 años, que en 2013 se estableció de manera natural procedente de los Pirineos), dos ejemplares adultos de los aproximadamente 24, que actualmente habitan en la zona.

Esperemos que de cara al futuro sigamos recibiendo magníficas noticas y esta hermosa ave vuelva a frecuentar el cielo de toda la Península Ibérica. No hay que olvidar los enormes beneficios que aporta a los ecosistemas, pues debido a su alimentación basada en huesos de cadáveres, representa el último eslabón de la cadena alimentaria.