¿Qué son las islas de calor urbano y cómo afectan a la salud de las personas?

El efecto isla de calor urbano (ICU) afecta a millones de personas en España y es un asesino silencioso en episodios de altas temperaturas estivales, por lo que sus efectos no deben menospreciarse.

Isla de Calor Urbana
El efecto de la isla de calor urbano se intensifica en noches despejadas y sin viento. Las ciudades más grandes sufren más sus efectos.

En mi etapa de estudiante, me desplazaba todos los días al campus universitario que está a las afueras de Palma. Como madrugar nunca ha sido lo mío, estudiaba por las tardes y las clases terminaban sobre las nueve. En invierno, a esa hora ya era noche cerrada y esperando impacientemente en la parada del bus nos envolvía un frío cortante y húmedo.

Al hablar nos salía una nube de gotitas de agua de la boca y la temblequera era incontrolable. Media hora después, al bajar del bus en plaza España (en el centro de Palma) era tal el contraste de temperatura que acabábamos en mangas de camisa y con las manos llenas de prendas de ropa. Era un fenómeno que me llamaba fuertemente la atención puesto que tan solo hay 20 minutos de bus entre la universidad y el centro.

¿Qué es una isla de calor?

El efecto isla de calor urbano (acortado ICU) es la diferencia de temperatura entre el centro de la ciudad y las afueras. El origen del término se remonta a 1958 con Gordon Manley, aunque Luke Howard en 1817 ya señalaba que su ciudad de residencia (Londres) presentaba temperaturas más altas en el centro que en los campos de las afueras y estableció esa diferencia en poco más de 2 ºC.

En los casos más favorables (noches invernales despejadas y sin viento), la diferencia entre el centro y las afueras puede ser de hasta 10-15 ºC.

En las noches frías de invierno, despejadas y sin viento es cuando la ICU es más intensa aunque está presente durante todo el año. Durante el día, los efectos son menores.

¿Por qué las ciudades son más cálidas?

La ICU no se debe a un único factor, sino más bien a una combinación de ellos:

  1. La producción de calor por la propia actividad de la ciudad: vehículos motorizados, actividades industriales, máquinas de aire acondicionado etc.
  2. Calor almacenado en construcciones de hormigón, ladrillo y materiales similares que tras la puesta de sol actúan como calefactores. El asfalto oscuro refleja muy poca radiación solar y absorbe ingentes cantidades de calor. En verano, el asfalto puede alcanzar los 70 ºC, el cemento 60 ºC y los tejados hasta 50 ºC.
  3. El calor queda atrapado por los edificios puesto que estos bloquean los flujos de aire y dificultan la ventilación del centro urbano. Las impurezas atmosféricas presentes en el aire de las ciudades, pueden crear un pequeño efecto invernadero, devolviendo a la superficie una parte de la radiación por reflexión.
Un ejemplo de ICU en la ciudad de Barcelona del pasado 6 de enero de 2023. Infografía realizada por Roberto de Godos.

Los efectos de la ICU en la salud

Múltiples estudios indican que el aumento de temperatura causado por la ICU en episodios de ola de calor incrementa la mortalidad y las hospitalizaciones. Durante la ola de calor de 2003, se estimó que 70000 personas murieron en Europa debido a las altas temperaturas.

Solamente en EEUU, la mortalidad relacionada con el calor provoca unas 1500 muertes al año lo que supera a cualquier otro fenómeno severo, incluyendo tornados y huracanes.

El calor nocturno puede causar insomnio, fatiga, irritabilidad, problemas respiratorios y aumenta la probabilidad de sufrir infarto. El calor excesivo disminuye la concentración, el rendimiento en el trabajo y produce deshidratación. Los efectos son más notorios en ancianos y niños, en el centro de la ciudad y en los barrios más humildes.