Se prevé un gran episodio de calima en la Península. La AEMET ya avisa
Una advección de polvo sahariano, favorecida por el descolgamiento de una dana hasta el nordeste de Canarias, va a dar lugar a un episodio destacado de calima, que en los próximos días afectará principalmente al sur peninsular, Ceuta y Melilla.
Se está gestando el primer episodio destacado de calima del presente año en la Península, ya que en Canarias tuvimos alguno el pasado mes de enero y ahora, de hecho, hay otro en marcha. Afectará sobre todo al sur peninsular, Ceuta y Melilla, donde la calidad del aire irá empeorando, paralelamente al enturbiamiento de los cielos.
La situación sinóptica prevista para los próximos días es propicia para ello. El descolgamiento de una DANA, que el jueves quedará situada al nordeste del archipiélago canario, propiciará el establecimiento de un flujo de vientos que transportarán polvo sahariano hacia las zonas referidas.
Hoy martes los vientos de componente sur, aparte de provocar un ascenso de las temperaturas, están aportando algo de polvo suspensión a los cielos peninsulares, si bien será únicamente en Melilla y otras zonas próximas de Alborán donde tengamos calima, debido a las altas concentraciones que pueda alcanzar allí el material particulado. Los días siguientes, la calima irá extendiéndose también a Ceuta y al sur de la Península, siendo la jornada del viernes cuando, previsiblemente, el episodio de calima alcanzará su mayor magnitud.
¿Qué es la calima y cuál será su procedencia?
Por definición, la calima es un litometeoro que consiste en la suspensión en la atmósfera de partículas sólidas muy pequeñas (microscópicas), en una concentración tal que reducen la visibilidad, aparte de enturbiar el cielo, dándole un aspecto opalescente. Este adquiere un color terroso que puede variar desde un ocre o parduzco hasta una amplia gama de amarillentos, naranjas o rojizos. En el actual episodio de calima, el material particulado es polvo mineral procedente del Sahara (lo que comúnmente llamamos “polvo sahariano”), y su irrupción provocará un aumento significativo tanto de las partículas PM10 como de las PM2.5.
Las partículas que forman la calima pueden tener otros orígenes, como el humo de los incendios forestales, las emisiones contaminantes procedentes de la actividad industrial, material volcánico, polvo y arena procedente del suelo, aunque este no sea un desierto, aparte de contener elementos como las esporas, pólenes o sales de procedencia marina. La calima aparte de reducir la visibilidad, también provoca una disminución de la humedad relativa del aire (menor del 70%).
Ya se habla de la #calima porque es abundante en #Canarias . En la península de momento no tanto, pero esto pronto podría cambiar. ¡Mirad la invasión prevista ️!
— Meteored | tiempo.com (@MeteoredES) February 14, 2023
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Dada la cercanía al Sahara, los episodios de calima con origen en las advecciones de polvo procedente de ese gran desierto son relativamente comunes tanto en la Península y Baleares como en Canarias. En el sureste peninsular alcanza la mayor frecuencia (un 30% de los días hay allí presencia de polvo sahariano en concentraciones significativas), seguida del 22,4% de Canarias, con más días en las islas orientales que en las occidentales.
El año pasado se produjo un llamativo aumento de los episodios, produciéndose alguno de gran magnitud, de los que no existían referencias en territorio peninsular.
Impacto del polvo sahariano en la salud
La presencia de altas concentraciones de polvo mineral en el aire incide negativamente en la salud, en particular de las personas más vulnerables, que son las que padecen enfermedades crónicas respiratorias como el asma. En Canarias se han llevado a cabo varios estudios sobre la incidencia de los episodios de calima en la población.
El número de urgencias hospitalarias se dispara, debido al aumento de las partículas PM10 y PM2.5, siendo estas últimas (de menor tamaño) las que llegan a alcanzar el torrente sanguíneo, produciendo a largo plazo enfermedades no únicamente ligadas al aparato respiratorio. Una exposición muy elevada a estas partículas finas y muy finas eleva el riesgo de padecer enfermedades coronarias y cánceres, entre otras patologías.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece una serie de umbrales que marcan los niveles recomendados de PM10 y PM2.5 en el aire. Si ponemos el foco de atención en la incidencia en la salud a más corto plazo (problemas respiratorios) generada por las PM10, el umbral de la OMS es de 15 µg/m3 de promedio anual y 45 µg/m3 en 24 horas.
Las últimas predicciones apuntan a que el próximo viernes se llegará a superar ese último umbral en amplias zonas del Suroeste peninsular, el área del Golfo de Cádiz, Estrecho y Alborán. En principio (aunque lo iremos vigilando desde Meteored), no esperamos un episodio de calima de tanta magnitud y extensión espacial como alguno de los que hubo el año pasado.