¿Por qué este lanzamiento de la NASA es histórico?

El sábado por la noche tuvo lugar el despegue de la nave SpaceX Dragon hacia la Estación Espacial Internacional. No fue un lanzamiento más, ya que marca un antes y un después en la carrera espacial estadounidense. ¿Por qué motivos?

Lanzamiento cohete espacial
Lanzamiento de la nave SpaceX Dragon desde Cabo Cañaveral este sábado. Imagen: Jim Bridenstine (NASA)

Las redes sociales ardían el sábado por la noche comentando en directo el lanzamiento de una nueva nave espacial con dos astronautas a bordo con destino a la Estación Espacial Internacional. Los tiempos han cambiado desde las últimas misiones y cualquiera, desde el sofá, podía ver las imágenes en directo facilitadas por la NASA así como todos los datos actualizados al momento a través de sus cuentas oficiales.

Años atrás era mucho más complicado, como en todo tipo de grandes eventos, tener una cobertura tan a la mano para el espectador. Solo las televisiones estadounidenses los retransmitían en directo, mientras en el resto del mundo teníamos que esperar el envío de las imágenes a través de las agencias de noticias y la posterior emisión en los informativos de nuestros canales. Para tener más detalles tocaba comprar el periódico, pero si el lanzamiento era por la tarde en Estados Unidos, hasta dos días después no incluía la información.

Los que pudieron disfrutar del gran acontecimiento ya habrán apreciado detalles y novedades que nunca antes se habían visto en un despegue así. No solo afectan, como se acaba de comentar, a la cobertura informativa. Esta misión es histórica por muchos otros aspectos, y marcará, sin duda, una nueva forma de ir al espacio en el futuro.

Una misión sin precedentes. ¿Por qué?

Sin duda lo que convierte esta misión en histórica es el hecho de que por primera vez se trata de una misión conjunta entre una empresa pública y una privada. En este caso, la NASA y SpaceX, empresa privada con Elon Musk como fundador y propietario. Nunca antes había ocurrido algo así. La nave escogida para la ocasión es la SpaceX Dragon, y el cohete que la ha lanzado al espacio un Falcon 9. Lo peculiar y novedoso de este cohete es que, a diferencia de los que siempre usó la NASA anteriormente, una parte de este aterriza verticalmente de nuevo y no se estrella en la superficie. Digno de ciencia ficción.

Nave SpaceX Dragon
La nave SpaceX Dragon que ha llevado a los astronautas hasta la Estación Espacial Internacional. Imagen: Neil deGrasse

Estados Unidos siempre voló con sus propias naves. Los famosos transbordadores espaciales eran naves majestuosas con nombres que nos traen muchos recuerdos como Columbia, Challenger, Discovery, Atlantis y Endevour. Los dos primeros, destruidos en accidentes. En 2011 la NASA retiró de servicio estas naves y la única manera que tuvo de seguir sus misiones a la Estación Espacial Internacional era alquilando las famosas naves Soyuz a los rusos. Desde 2014 la empresa privada Space X tiene un contrato con la NASA para suministrar su transporte. Ahora los dólares se quedan en Estados Unidos y no se van a manos rusas.

Dos amigos en el espacio

Los dos astronautas, Bob Behnken y Doug Hurley, despegaron el sábado desde Cabo Cañaveral, en Florida. Es un nombre que nos suena mucho, pero desde 2011 el suelo estadounidense no había visto partir ninguna nave tripulada. Sus trajes espaciales nos llamaron la atención. Mucho menos voluminosos y más cómodos que los anteriores. También es novedoso que dos amigos sean compañeros de vuelo, ya hayan estado en el espacio y sus respectivas mujeres también sean astronautas.

Astronautas
Los dos astronautas Bob Behnken y Doug Hurley en la pasarela camino a la SpaceX Dragon. Imagen: Jim Bridenstine (NASA)

Estos son solo algunos detalles que destacan lo histórico de esta misión. Hay mil detalles más. Tampoco podíamos olvidar algo que ha sucedido esta vez y que hemos tenido la suerte de ver en algunos lugares de España. Apenas una hora y media después del lanzamiento, la Estación Espacial Internacional ha pasado encima de nuestro país y ha sido vista con un gran brillo. Pocos instantes después, la cápsula, persiguiendo a la estación, también cruzaba nuestro cielo, pero pocos han sido los afortunados que la han podido ver.