Las plantas se habrían "quemado" con la capa de ozono debilitada

En este Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono es noticia un nuevo estudio que habla de la posible incidencia que habría tenido el "agujero" en las plantas de no haber sido atajado. 

Agujero de la capa de ozono
Imagen del agujero más grande de la capa de ozono en la Antártida, registrado en septiembre de 2000. Fuente: NASA.

Hoy es el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, y es una conmemoración de la que deberíamos estar muy orgullosos, porque fruto del esfuerzo y la colaboración internacional se está consiguiendo un gran éxito medioambiental: recuperar la cubierta de ozono que estaba languideciendo. Este hito se ha conseguido al disminuir la emisión de aerosoles como los clorofluorocarbonos o CFC, puesto que hubo una época en la que estaban muy presentes en envases mecánicos a presión (en la refrigeración, los desodorantes o insecticidas, por ejemplo). Aún hay trabajo por hacer pero las perspectivas son esperanzadoras.

La capa de ozono está en la atmósfera superior y bloquea la radiación ultravioleta que daña los tejidos vivos; los nuestros y de la vegetación. El famoso “agujero” se descubrió en los setenta y tal día como hoy en el año 1987 se empezó a poner remedio a través del Protocolo de Montreal, que propuso eliminar gradualmente la producción y consumo de CFC. A todos los beneficios que esto trajo, ahora se ha indagado sobre otro menos conocido gracias a un estudio de la Universidad de Lancaster, junto con la NASA y otras instituciones

Además de determinar la capacidad del ozono estratosférico para influir en el clima, este grupo de investigadores ha investigado las consecuencias sobre las plantas, que además son un elemento fundamental para equilibrar la cantidad de dióxido de carbono presente en la atmósfera. 

El equipo ha trabajado con numerosos modelos para construir dos escenarios: el mundo proyectado y el mundo evitado. “El mundo proyectado es muy similar al camino que estamos siguiendo actualmente”, explica Luke Oman, científico físico que dedica su trabajo a la dinámica atmosférica dentro del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. “El mundo evitado representa la ruta que no hemos tomado”. 

Las plantas se habrían "quemado" y la emergencia climática sería aún más grave

En el mundo evitado, una capa de ozono debilitada hubiera permitido que la radiación ultravioleta más dañina llegara a la superficie terrestre, perjudicando el proceso por el cual la vegetación almacena carbono en sus tejidos y en el suelo. De haber ocurrido esto, se estima que los niveles de CO2 atmosférico serían un 30% más altos de los que ahora tenemos. Si nada hubiera cambiado en las emisiones de CFC desde los años ochenta, el escenario climático actual (el del mundo evitado) sería bastante más grave. Los investigadores han calculado que la Tierra en promedio presentaría una temperatura 0,85 ºC más elevada en el año 2100, respecto a las ahora previstas.

Los niveles de CO2 serían un 30% más altos y para el año 2100 las previsiones sobre la temperatura en la Tierra tendrían que añadir 0,85 ºC a sus estimaciones.

Ese adelgazamiento global de la capa de ozono habría permitido que la radiación ultravioleta hubiera “quemado” las plantas del planeta según Paul Young, científico atmosférico y climático de la Universidad de Lancaster en el Reino Unido. De este modo, la vegetación presentaría una fotosíntesis mermada, algo que dificultaría su capacidad para absorber carbono de la atmósfera y secuestrarlo. El estudio cifra en 580 mil toneladas métricas menos de carbono almacenado en los bosques, el suelo y la vegetación en general. Si ya estamos inmersos en una situación muy delicada, esa otra sería casi insostenible.