Qué son las PFAS, dónde están y cuáles son los riesgos para nuestra salud

La Comisión Europea se ha puesto seria, desde el 1 de enero de 2023 ha entrado en vigor una normativa que regula los valores máximos de las sustancias químicas llamadas PFAS. ¿Qué son? ¿A qué nos enfrentamos?

Peligro
Sabíamos que los PFAS eran un riesgo medioambiental, pero todo lo que estaba delante en el medio ambiente nos afecta a nosotros.

Los PFAS o sustancias perfluoralquiladas, son un gran conjunto de sustancias químicas, unas 4700, derivados de la fabricación de diferentes materiales, desde textiles a construcción, electrónica, procesado de alimentos o hasta en la lucha contra incendios. Antes de la década de los 40 no existían, pero sus características como su estabilidad térmica (aguantan bien el calor) y su alta actividad superficial, supusieron un avance en productos como revestimientos antimanchas o envases de papel autorizados para el contacto con alimentos.

Los cuatro PFAS más conocidos y son los tenidos en cuenta por nuestros niveles de exposición a ellos son el PFOA (antes se utilizaba en las sartenes, junto al teflón), el PFNA, el PFHxS y el PFOS. La suma de estos cuatro supone la mitad de nuestra exposición a estas sustancias.

Contaminantes Orgánicos Persistentes

Pero tienen un lado oscuro. Se consideran COPs, Contaminantes Orgánicos Persistentes. Este grupo de sustancias se caracterizan por permanecer mucho tiempo en el medio ambiente, se bioacumulan incorporándose a los tejidos de los organismos por ser solubles en grasas aumentando su cantidad a lo largo que subimos en la cadena trófica, son tóxicos y, por último, son ubicuos, es decir, aparecen en zonas donde nunca antes se habían utilizado.

Todo esto asusta, y no es para menos. Una alta exposición a estas sustancias químicas puede acarrear efectos nocivos para la salud. Entre ellos podemos encontrar, bajo peso al nacer, aumento de niveles de colesterol, o efectos negativos en el sistema inmunológico relacionándolo por una menor respuesta inmunológica a las vacunas.

PFAS en la dieta

Europa apunta a que la fuente principal de exposición a estos compuestos es la dieta, por eso ha sido necesario revisar en qué alimentos se encuentran y regular sus cantidades . Los alimentos en los que se han marcado límites son: pescado, crustáceos o carne (sobre todo niveles elevados de despojos de animales de caza). Pudiéndose encontrar también en huevos, frutas, sobre todo derivado del agua de riego y verduras.

Seguridad alimenticia
Las Autoridades Europeas en Seguridad Alimentaria evalúan e informan de los peligros.

Por todo esto, la Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria estableció una ingesta semanal tolerable (IST) de 4,4 ng/kg de peso corporal por semana para la suma de PFOS, PFOA, PFNA y PFHxS. Esta ingesta semanal es la cantidad máxima que una persona puede consumir durante toda su vida sin que suponga ningún efecto nocivo en la salud.

Actualmente, los datos de la EFSA indican que los europeos, por el momento, superamos esta ingesta semanal tolerable siendo los niños entre 1 y 10 años los grupos de población más expuestos.

Datos en España

En España los datos aportan que tenemos los mismos niveles de exposición que el resto de Europa. Cataluña y Galicia son las comunidades con valores más elevados y Canarias entre los menos expuestos.

Los hábitos de salud también influyen en esta exposición. El tabaco, el consumo de cerveza y vino se asocian con mayores concentraciones de PFAS.

Malos hábitos
Los hábitos de salud también influyen en nuestra exposición a los PFAS
Actuaciones a futuro

Se recomienda el desarrollo de métodos analíticos con mayor sensibilidad, mayor conocimiento sobre su traslado en la cadena trófica, establecer estándares ambientales a nivel internacional y el control de aguas subterráneas.

¿Motivos para el miedo?

Temamos a lo que no conocemos, lo que conocemos se controla. Sí, estos contaminantes suponen un riesgo para el medio ambiente y para la salud, pero cada vez tenemos más conocimiento y control sobre ellos.