Nevada "química" en el norte de Italia, ¿qué hay de cierto?

Hace unos días, en la ciudad italiana de Pavía saltaban las alarmas ante una presunta "nevada química". ¿Qué hay de cierto en esto?¿Puede pasar en España? Aquí te lo contamos.

El pasado miércoles por la noche se produjo un fenómeno curioso que sorprendió a algunos vecinos de Pavía, una ciudad situada en la región italiana de Lombardía. Empezaron a caer algunos copos de nieve, casi todos de pequeño tamaño, mientras la zona estaba envuelta en una niebla muy densa. Había cierta alarma en las redes sociales ante la posibilidad de que fuera nieve química. ¿Por qué llegaron a esta conclusión?

El estancamiento del aire favoreció la suspensión de partículas contaminantes y actuaron como núcleos de condensación, que acompañaron a la precipitación.

En primer lugar, hay que aclarar que gran parte de la nieve que se aprecia en el vídeo que se encuentra debajo de estas líneas corresponde a nevadas anteriores. En lo que respecta a la supuesta nieve "química", la presencia de un potente anticiclón en las Británicas favorece la formación de nieblas y la aparición de la inversión térmica en los fondos de valle de esta región de Italia.

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En algunas ocasiones, en la niebla se produce la precipitación de pequeños copos o gránulos de hielo. En Pavía el estancamiento del aire debido a las altas presiones favoreció la suspensión de partículas contaminantes (la Lombardía sufre bastantes problemas de este tipo), que actuaron de núcleo de condensación. Cuando pesan lo suficiente, se produce la precipitación. Cuando estos copitos o gránulos se acumulan en el suelo, tienen un cierto tono grisáceo debido a la presencia de los contaminantes en el aire.

No obstante, resulta poco apropiado denominarlo como nieve "química", ya que es un proceso físico. En buena parte del continente europeo este fenómeno se conoce como nieve de niebla. En cambio, en España es más conocida como cinarra, y de vez en cuando se produce en invierno, especialmente en los grandes valles del interior peninsular. En algunas ocasiones, la cinarra puede ser confundida con una auténtica nevada.