Vídeo del "reventón" en Zaragoza y más

Los vídeos más impactantes de las tormentas severas que se registraron ayer en muchos puntos de la Península Ibérica. ¡En Zaragoza el viento llegó a soplar a 157 kilómetros hora!

Ayer por la tarde la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), o gota fría, ofreció su último gran recital con un entramado de tormentas muy fuertes que dejaron imágenes impactantes, y bastantes daños. Uno de los fenómenos tormentosos más sobresalientes fue el vivido a media tarde en las cercanías de la ciudad de Zaragoza. Poco antes de las 19H el cielo se llenó de nubes oscuras y desgarradas de entre las que se precipitó una inmensa cortina de lluvia, pedrisco y viento. Un “reventón”.

El aeropuerto zaragozano quedó inmerso en un chubasco torrencial que se arremolinaba, con el vendaval, reduciendo muchísimo la visibilidad y creando desperfectos en el mobiliario urbano. Según la AEMET el aguacero dejó 24 litros por metro cuadrado en menos de media hora, 16 de los cuales se recogieron en apenas diez minutos. Igualmente relevante fue el viento, que llegó a presentar una racha máxima de 157 kilómetros por hora a las 18:49H. ¡Un registro extraordinario!

Este diluvio probablemente estuvo vinculado con una supercélula: un inmenso cumulonimbo que gira como una peonza dejando a su paso fenómenos severos tales como los reventones, o downburst. Unas horas antes, otra de estas colosales nubes de tormenta se paseó por la localidad de Ballota, en Asturias. Allí sobre las 14.30 horas de la base del nimbo se descolgó un tornado que destruyó una nave industrial, zarandeó numerosas viviendas y afectó al tendido eléctrico, todo esto afortunadamente sin producir daños personales.

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¿Qué es un reventón?

En meteorología se llama “reventón” a una fuerte corriente descendente que surge de la base de las tormentas generando, a menudo, vientos destructivos. Normalmente abarca menos de 10 kilómetros de anchura y tiene una duración de entre cinco y treinta minutos. Los reventones pueden ser húmedos, como el de Zaragoza, o secos según llega o no precipitación al suelo.