La amenaza del sarampión regresa al mundo, así lo informa la Organización Mundial de la Salud

La pandemia de COVID-19 provocó contratiempos en las actividades de vigilancia de las enfermedades y vacunación, llama la OMS a recuperar los esquemas.

El sarampión es muy contagioso, un enfermo puede afectar hasta 9 de cada 10 personas a su alrededor
El sarampión es muy contagioso, un enfermo puede afectar hasta 9 de cada 10 personas a su alrededor


La Organización Mundial de la Salud alertó de un nuevo brote de sarampión en Europa. Los casos se han incrementado desde los últimos meses del año pasado y Rumania ha declarado epidemia nacional. Tres personas, dos de ellas bebés, han fallecido en ese país.

Este resurgimiento del sarampión se atribuye en gran medida a un retroceso en la cobertura de vacunación en todo el mundo entre 2020 y 2022. La pandemia de covid-19 afectó el desempeño del sistema de inmunización en este período, lo que resultó en una acumulación de niños no vacunados. Pero también el desabasto debido a la poca o nula producción por la misma contingencia sanitaria.

¿Es muy contagioso el sarampión?
Un enfermo puede contagiar el sarampión a los demás aun antes de saber que tiene la enfermedad, desde cuatro días antes de que presente el sarpullido del sarampión hasta cuatro días después.

El sarampión es muy contagioso, un enfermo puede afectar hasta 9 de cada 10 personas a su alrededor, esta enfermedad puede ser grave al provocar en procesos graves la inflamación en el cerebro, causando daños irreversibles e incluso la muerte.

El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos advierte que una persona puede contagiarse al estar en una habitación en donde alguien enfermo estuvo, incluso hasta 2 horas después de que esa persona se haya ido del lugar.

Se aplican dos dosis; la primera a la edad de 12 a 15 meses, la segunda a la edad de 4 a 6 años
Se aplican dos dosis; la primera a la edad de 12 a 15 meses, la segunda a la edad de 4 a 6 años

¿Cuáles son los síntomas del sarampión?

Antes de propagarse por todo el cuerpo, el virus infecta las vías respiratorias. Los síntomas son fiebre alta, puede subir hasta más de 40 °C, tos, secreción nasal, ojos enrojecidos y llorosos, conjuntivitis y sarpullido que aparece de 3 a 5 días después de que empiezan los síntomas. La mayoría de las muertes por sarampión se deben a complicaciones relacionadas con la enfermedad, que son:

  • ceguera.
  • encefalitis (una infección que causa una inflamación cerebral y que puede provocar daño cerebral).
  • Diarrea grave y la consiguiente deshidratación.
  • infecciones del oído.
  • problemas respiratorios graves, como la neumonía.

Contraer el sarampión durante el embarazo puede ser peligroso para la madre y provocar que el bebé nazca prematuramente y con bajo peso al nacer.

Un problema de vacunación

Según datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) del 2022, la cobertura media en la Unión Europea se quedó en el 92.4 por ciento en la primera dosis y el 89,7 por ciento en la segunda. Sin embargo, el organismo advierte que estos porcentajes en otros países están bajando como como Rumania en la última década al registrar el 78 por ciento y el 62 por ciento, respectivamente.

Mientras que los brotes en Estados Unidos se mantienen en alerta a las autoridades fronterizas en México. Se han reportado casos en Filadelfia, Delaware, Nueva Jersey y Washington, DC., todo derivado de la baja tasa de vacunación.

En 2022, alrededor del 83 por ciento de los niños de todo el mundo recibieron una dosis de la vacuna contra el sarampión antes de cumplir un año a través de los servicios de salud ordinarios; se trata del porcentaje más bajo desde 2008, según cifras de la propia Organización Mundial de la Salud.

La vacunación contra el sarampión evitó 56 millones de muertes entre 2000 y 2021 ya pesar de que existe una vacuna segura y eficaz, se estima que en 2021 hubo 128 mil fallecimientos por sarampión en todo el mundo, en su mayoría, niños menores de cinco años no vacunados o que no han recibido el esquema completo.

La pandemia de COVID-19 provocó retrasos en las actividades de vigilancia e inmunización. Como consecuencia de la suspensión de los servicios de vacunación, del descenso en las tasas de inmunización y de la reducción de las actividades de vigilancia en todo el mundo, millones de niños quedaron en situación de vulnerabilidad frente a enfermedades prevenibles como el sarampión.