Así acaban el mes de noviembre los embalses en España, ¿cuáles son los que tienen más agua y los que menos?

El mes de noviembre se inició con una bienvenida presencia de precipitaciones, marcadas por el sucesivo paso de borrascas que llevaron consigo lluvias generalizadas y moderadas, una situación buena que ya arrastrábamos desde una segunda quincena de octubre en lo que respecta a la llegada del agua.

A pesar de todo esto, la distribución de las lluvias no ha sido uniforme en todas las zonas de España. Se ha registrado una escasez notable en el este de Andalucía y en toda el área mediterránea, destacando la situación tan complicada que se está viviendo en las cuencas internas de Cataluña.

Situación muy dispar entre el norte y el sur

Las precipitaciones de noviembre han favorecido especialmente a las regiones del noroeste (Galicia) y norte (Cantábrico) de la península, como reflejan los altos niveles de agua embalsada en las cuencas Miño-Sil y Cantábrico Occidental. Sin embargo, otras cuencas, como las del Duero y Tajo en el centro-norte y Ebro en el noreste, también han experimentado mejoras en sus reservas de agua

Los últimos datos muestran que la reserva hídrica española se encuentra en torno al 43,4% de su capacidad, con notables diferencias entre el sur y Cataluña y el resto de la mitad norte.

Los embalses del noroeste son los que presentan niveles más altos

Destaca la cuenca Miño-Sil, que cuenta con un 80,7% de agua embalsada. Este valor es consecuencia de las lluvias abundantes registradas en Galicia y comarcas adyacentes. Otra cuenca que destaca es la del Cantábrico occidental, con un nivel de agua embalsada del 77,14%.

En la zona centro-norte de España, las cuencas del Duero y Tajo muestran niveles de llenado del 56,2% y 56,1% respectivamente. Aunque no alcanzan los porcentajes de las cuencas mencionadas anteriormente, estos valores no son malos e indican la importancia que tuvieron las lluvias del mes de noviembre en esta zona.

En el noreste, los embalses del Ebro se encuentran a un 53,8% de su capacidad. Aunque no es la más alta, indica que las lluvias y nevadas registradas en el Pirineo han tenido un impacto significativo en esta demarcación

Situación crítica en las cuencas del sur y en Cataluña

Las cuencas con menor cantidad de agua embalsada reflejan una situación más preocupante en términos de reservas hídricas. Entre las mayores destacan las del Guadiana y Guadalquivir, con el agua embalsada en torno al 25,3% y 18,6%, respectivamente. La cuenca Guadalete-Barbate presenta un preocupante 14,7%, indicando una escasez significativa en esta región del sur de España.

Asimismo, las cuencas mediterránea andaluza, Segura y las internas de Cataluña muestran niveles del 20,3%, 19,5% y 18,3%, respectivamente, señalando condiciones de grave sequía y escasez de agua en estas áreas. En la comunidad catalana son los niveles más bajos desde que hay registros debido a una sequía de larga duración.

A la espera de la nieve del invierno, oro líquido para los embalses

Además de la lluvia, la presencia de nieve desempeña un papel esencial en el equilibrio hídrico de los embalses. La acumulación de nieve en áreas montañosas funciona como una reserva natural de agua, liberándola gradualmente a medida que se derrite, pero ya no solamente el deshielo de las cotas más altas de primavera, sino de la nieve a cotas de media montaña.

Este fenómeno no solo contribuye a mantener niveles adecuados de agua en los embalses, sino que también asegura un suministro constante durante los períodos de sequía. Por eso, las nevadas de estas próximas semanas serán decisivas para mitigar la situación de sequía que padecen varias regiones.

Ni que decir, que la fusión gradual de la nieve proporciona un flujo constante de agua, beneficiando a la biodiversidad y garantizando un recurso sostenible para usos diversos, como la agricultura y la generación de energía hidroeléctrica.