Estado de los embalses en España: ¿cómo están nuestros pantanos tras las lluvias y nevadas de febrero?

Ya estamos a finales de febrero, y aunque las lluvias y las nevadas han sido noticia en estas últimas jornadas, no han sido suficiente para mitigar o acabar con la sequía que siguen padeciendo varias regiones del país.

Esta disparidad en la distribución de las precipitaciones, típica de nuestro territorio, plantea desafíos adicionales, ya que buena parte de España continua enfrentándose a déficits hídricos significativos.

Lo positivo que a lo largo de estos últimos 5 días se han producido nevadas importantes en los principales sistemas montañosos peninsulares, lo que hace que la reserva de nieve haya mejorado de forma bien evidente.

El agua embalsada en España roza el 53 %, pero con grandes diferencias entre cuencas

Al analizar la tabla que muestra los niveles de los embalses, sorprende la gran diferencia entre dos partes de España: el norte y oeste con el este y sureste. Esto pone de manifiesto el predominio de las situaciones atlánticas en estos últimos meses.

Esta situación señala un desafío evidente en la gestión del agua, sugiriendo que tanto la variabilidad climática como la capacidad de administración de este recurso son aspectos cruciales que necesitan ser abordados de manera más detallada y estratégica.

Al analizar los datos sobre los niveles de agua embalsada de las cuencas hidrográficas de España, se observa una variabilidad significativa en los porcentajes de agua almacenada con respecto a la capacidad total de cada cuenca, una disparidad que refleja las diferencias en los patrones de precipitación y en la gestión del agua en diferentes regiones del país.

Entre las cuencas con mayores porcentajes de agua embalsada, destacan aquellas ubicadas en el norte peninsular, donde las precipitaciones suelen ser más abundantes en situaciones atlánticas. En las cuencas de Galicia Costa y en las cantábricas las reservas están entre el 80-90%. En la del Miño-Sil el agua embalsada ronda el 79,27%, seguida de cerca por las cuenca del Tajo y Duero, que rozan el 70%.

La situación es especialmente complicada en estos momentos en la cuenca del Ebro, donde sus afluentes de la margen izquierda han sufrido grandes crecidas por la lluvia y el deshielo, y en estas próximas horas se espera una situación complicada en el río principal. La reserva hídrica en esta cuenca se sitúan por encima del 66%.

La otra cara de la moneda la encontramos en las cuencas del sur y este de España, donde las precipitaciones están siendo bastante más escasas y la situación hídrica sigue siendo preocupante, panorama que no va a cambiar drásticamente a corto plazo.

La cuenca de mediterránea andaluza presenta un preocupante 19,25% de agua embalsada, y la del Segura está al 18,60%. Estas cifras sugieren una situación delicada en términos de disponibilidad de agua, lo que puede plantear desafíos adicionales para la gestión hídrica y el abastecimiento de agua en estas regiones.

Además, es importante destacar el caso de las cuencas internas de Cataluña, que también muestran un imagen muy preocupante con un 14,92% de agua embalsada, lo que refleja la necesidad de una gestión muy cuidadosa del agua en esta región para garantizar su disponibilidad en el futuro.

Final del invierno climatológico movido, y marzo comenzará con más precipitaciones

Las últimas nevadas y lluvias van ayudar a incrementar los valores de agua embalsada en todo el país, algo que es muy necesario, sobre todo en las cuencas internas de Cataluña. Además, en los próximos días llegarán nuevos episodios atlánticos, con más precipitaciones.

Por otra parte, la situación anómala y monótona que hemos tenido durante gran parte del invierno climatológico la hemos dejado atrás, y así será durante una temporada, y eso es la mejor noticia para nuestros embalses y nuestras reservas hídricas: la nieve y la lluvia en mayor o menor medidas parecen aseguradas durante las próximas jornadas, aunque distribuidas de forma muy dispar.