Preparativos ante una temporada de huracanes que promete ser potente en el Atlántico: el NCH rehace sus avisos

El 1 de junio comienza la temporada de huracanes oficialmente en el Atlántico Norte, por lo que a partir de esta fecha es habitual que la atmósfera situada sobre el océano reúna las condiciones necesarias de humedad y temperatura como para que pueda desarrollarse un ciclón tropical con cierta facilidad si el resto de variables lo permiten.

Durante el transcurso del verano la actividad suele ir en aumento, hasta que el enfriamiento otoñal y la mayor cizalladura existente ponen fin a la temporada el 30 de noviembre.

En los últimos años, tras varias temporadas especialmente activas, se ha apreciado un mayor impacto de estos sistemas en zonas pobladas, pero también un incremento notable en la fiabilidad de las predicciones de estos sistemas tanto a corto como a medio plazo.

Las novedades para esta temporada en el NHC

Estas tendencias y el seguimiento de esta información por un creciente número de personas, ha motivado al NHC a seguir implementando nuevas opciones y a facilitar la interpretación de sus avisos, como recientemente han anunciado. Entre ellas destacan algunas muy significativas.

Predicciones de extensión de viento a 4 y 5 días

Una de las consecuencias de la mejora de resolución y fiabilidad de los modelos a medio plazo es que algunos de sus productos, reservados para las predicciones a corto plazo, están empezando a dar muy buen resultado a más de 3 días vista. De hecho, ya son varios los modelos de predicción a plazo medio que logran resoluciones inferiores a los 10 km con resultados satisfactorios.

Por esta razón, los conos de predicción contarán esta temporada con una estimación de los radios de velocidad de viento superior a 35 kt (64 km/h) y 50 kt (92 km/h) hasta un horizonte de predicción de 120 horas.

Información más completa en avisos intermedios

Aunque en los ciclones tropicales de mayor interés el NHC emite partes cada pocas horas, hasta el momento los productos especiales utilizados cuando estaba prevista la llegada a tierra firme de un ciclón tropical se emitían en los partes principales. Estos se publican a las 5:00, 11:00, 17:00 y 23:00 horas. Próximamente las alertas, avisos y otros productos específicos podrán incluirse también en los partes intermedios.

Previsión de precipitaciones internacionales y alertas en zonas interiores

Otra herramienta con la que contarán los partes serán mapas de precipitación estimada asociada a los ciclones tropicales, no sólo para el territorio de los Estados Unidos, sino también para cualquier otra región. Además, a partir de agosto, se implementarán en los mapas de predicción los avisos por tormenta tropical y/o huracán en zonas interiores.

Hasta ahora, estos avisos sólo estaban reservados para zonas costeras, omitiendo el impacto en zonas interiores que en algunos casos también puede ser significativo.

Traducciones basadas en inteligencia artificial y enlaces web

Aparte de todo lo anterior y como consecuencia de llegar al mayor número de personas posible, los boletines contarán con enlaces a los productos que faciliten su interpretación al final de los textos. También se implementará una traducción mejorada al español que será realizada por un traductor basado en inteligencia artificial.

Una temporada activa podría poner a prueba estos productos

Aunque estamos a la espera de que los organismos oficiales se pronuncien sobre la temporada de huracanes de 2024 a lo largo de esta próxima primavera, lo cierto es que los primeros indicios de los que hablan los expertos en meteorología tropical apuntan a una temporada con bastante potencial. El Niño del Pacífico remitirá muy probablemente durante los próximos meses, lo que significa que la cizalladura en regiones tropicales del Atlántico disminuirá.

Por otra parte, el Atlántico tropical se encuentra a una temperatura excepcional, 1,2 ºC por encima de su temperatura media en esta época del año y 0,5 ºC por encima del valor más alto jamás registrado en un mes de febrero. De hecho, en latitudes tropicales, donde la gran mayoría de los huracanes tiene su origen, el océano se encuentra a una temperatura comparable a la de las primeras semanas del verano.

Esto no es ni mucho menos una garantía de una temporada activa, pero sí aumenta mucho el potencial de la misma y, por tanto, de que el número e intensidad de los huracanes se encuentre notablemente por encima de la media.