Descubren una bacteria que consigue convertir compuestos naturales en oro de 24 quilates

Dos científicos de la Universidad de Michigan han desafiado todas las leyes de la química y la microbiología descubriendo una bacteria que puede convertir la materia en oro puro. Y no, no es una broma.

Cupriavidus metallidurans
Esta bacteria es capaz de sobrevivir y florecer en concentraciones milimolares de metales pesados y tiene un importante rol en la formación de biopelículas de oro.

En un giro inesperado que fusiona la ciencia de la microbiología y la creatividad del arte electrónico, dos investigadores de la Universidad de Michigan han desvelado un descubrimiento asombroso.

Una bacteria que convierte compuestos naturales en oro de 24 quilates

Ha sido gracias a un estudio realizado por el profesor Kazem Kashefi, experto en microbiología, y Adam Brown, profesor asociado de arte electrónico de la universidad americana, que han destapado los misterios de una bacteria única capaz de convertir compuestos naturales en oro de 24 quilates.

youtube video id=NEHwCC4xqKg

Este inusual cruce de disciplinas promete revolucionar nuestra comprensión de la naturaleza y sus sorprendentes capacidades.

Cupriavidus metallidurans, la bacteria dorada al descubierto

Bajo el nombre de Cupriavidus metallidurans, esta bacteria ha cautivado a la comunidad científica por su habilidad excepcional para catalizar la transformación de compuestos naturales comunes en oro puro.

Este proceso donde la materia se convierte en oro de 24 quilates se conoce como "alquimia microbial".

El equipo de investigación, compuesto por microbiólogos y artistas, ha explorado los entresijos de este fenómeno único, que desafía las convenciones científicas y abre las puertas a aplicaciones inexploradas en los campos de la ciencia y el arte.

El estudio de los dos profesores americanos detalla el intrigante proceso a través del cual Cupriavidus metallidurans realiza esta, digamos, asombrosa hazaña.

La bacteria emplea enzimas especializadas para descomponer los compuestos naturales circundantes, liberando partículas de oro en una especie de elegante ballet de pequeños microbios. Este proceso, más allá de su relevancia científica, ha inspirado a los investigadores a explorar nuevas formas de expresión artística que capturan la belleza de la microbiología.

Se abre un abanico de aplicaciones a la ciencia y el arte

Tras este hallazgo se abren multitud de aplicaciones a la vida moderna. En el ámbito científico, la capacidad de Cupriavidus metallidurans para sintetizar oro podría transformar la forma en que abordamos la minería y la fabricación de materiales avanzados.

Además, la fusión de la microbiología y el arte electrónico podría dar lugar a nuevas formas de expresión artística que trascienden las fronteras entre la ciencia y la creatividad.

Desafíos y consideraciones éticas

A medida que la emoción por este descubrimiento crece, los investigadores y la sociedad en general se enfrenta también a multitud de desafíos éticos y prácticos.

Y es que lo que está claro es que hay que procurar una adecuada gestión de la aplicación de esta bacteria en entornos naturales y la consideración de las implicaciones ambientales, que son cruciales para garantizar que este fenómeno no tenga efectos perjudiciales en los ecosistemas que nos rodean. La naturaleza, una vez más, demuestra su asombrosa capacidad para sorprendernos y desafiar nuestras expectativas.