¿Causará la DANA pérdidas millonarias en los cultivos del sureste peninsular? Granizo y lluvias intensas en estas zonas

Los campos agrícolas del sureste peninsular se enfrentan al temporal provocado por la DANA, donde en algunas explotaciones ya ha provocado importantes pérdidas económicas a consecuencia de las fuertes lluvias y del granizo.

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Daños por temporal en un campo de cultivo.


El sureste peninsular ha experimentado en las últimas horas lluvias de fuerte intensidad, llegando a acumular más de 100 litros por metro cuadrado, como ha sido el caso en algunos puntos de Almería o Alicante. Según informan desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las próximas horas serán clave para conocer el avance de los daños.

La agricultura en estado de peligro

La agricultura, a nivel general, se enfrenta a una situación de cierta preocupación, pues viene arrastrando una fuerte sequía desde el comienzo del año agrícola, donde las precipitaciones han sido prácticamente nulas en muchas zonas. A todo esto, se le suma la tendencia de elevadas temperaturas desde comienzos de febrero, lo que ha provocado notables pérdidas en los cultivos, fundamentalmente en los de secano, como son los cereales.

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Cultivos de secano afectados por la extrema sequía.


Ahora, además, la DANA ha producido en los últimos días lluvias muy fuertes o torrenciales en puntos de Andalucía oriental, la Comunidad Valenciana o Murcia, provocando pérdidas importantes en los cultivos.

Llegó mayo y lo que parecía ser un respiro de aire fresco para la agricultura, se está convirtiendo en algunos puntos en un nuevo mazazo.

Estas pérdidas podrían llegar a ser millonarias en algunos casos, teniendo en cuenta la época en la que nos encontramos, muchos cultivos son susceptibles de perderse. Los cultivos en floración pueden anularse como consecuencia del pedrisco o intensos vientos. Del mismo modo, el olivar y el almendro, este último se encuentra en fase de engorde, pueden verse afectados.

Consecuencias en cultivos e infraestructuras

Las lluvias torrenciales, ocasionan, en la mayoría de los casos, enormes pérdidas de suelo, como consecuencia de fuertes escorrentías, que dejan desprotegido el sistema radicular del cultivo.

Además, el efecto de la DANA no sólo afecta de forma directa a los cultivos, si no que de forma indirecta provoca enormes pérdidas sobre las infraestructuras agrícolas, como pueden ser los invernaderos, por el pedrisco, o los caminos, márgenes y vallas por las lluvias torrenciales. En muchas ocasiones, la pérdida de estas infraestructuras supone un problema mucho más grave y de mayor cuantía económica que la pérdida en sí de un cultivo anual.

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Daños por temporal en infraestructura agrícola.

Como se suele decir, nunca llueve a gusto de todos, y lo que se preveía un rayo de luz y esperanza para recuperar algunos cultivos de la extrema situación de sequía, se ha convertido, y puede seguir aumentando, en una nueva situación de pérdida de cultivos e infraestructuras. En definitiva, un nuevo mazazo para los agricultores y ganaderos, que ahora rezan para que las precipitaciones lleguen, como se suele decir, de manera suave y seguida. Donde ya se ha provocado el daño, desean que las pérdidas no sean escandalosas.