Cómo cuidar una orquídea: cuidados para principiantes

¿Te encantan las orquídeas pero no sabes cómo mantenerlas? Descubre algunos cuidados básicos para principiantes y aprende a disfrutar de una orquídea sana en casa.

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Las plantas ornamentales requieren cuidados específicos

Las orquídeas son plantas elegantes y exóticas que, a pesar de su apariencia delicada, pueden ser relativamente fáciles de cuidar si se conocen sus necesidades más básicas. Si eres principiante y te has decidido a tener una orquídea en casa, ¡enhorabuena!, ya que con unos cuidados simples, podrás disfrutar de su belleza durante un tiempo.

A continuación, mostramos todo lo que necesitas saber para mantener tu orquídea sana y floreciente.

Aspectos fundamentales para disfrutar de las orquídeas en casa

Las orquídeas son plantas ornamentales pertenecientes a la familia Orchidaceae, una de las más grandes y diversas del reino vegetal. Se caracteriza por sus flores exóticas, simétricas y de colores llamativos, con formas únicas que atraen a muchos amantes de las plantas.

Las orquídeas se emplean principalmente en la decoración de interiores y jardines debido a su belleza y elegancia. También se utilizan en arreglos florales, eventos especiales como bodas y, en algunos casos, en la perfumería y la medicina tradicional, dependiendo de la especie.

Elegir la orquídea adecuada

Existen miles de especies de orquídeas, pero para principiantes se recomienda empezar con una Phalaenopsis. Esta variedad, también conocida como "orquídea mariposa", es resistente y fácil de encontrar en viveros y tiendas.

Sus flores pueden durar varias semanas, y florece una o dos veces al año si recibe los cuidados adecuados.

Luz: ni demasiada, ni muy poca

La luz es esencial para que las orquídeas crezcan y florezcan, pero no deben recibir luz solar directa, ya que puede quemar sus hojas.

Lo ideal es colocarlas cerca de una ventana orientada al este o al oeste, donde reciba luz indirecta y brillante.

Si las hojas se ven muy oscuras, probablemente le falta luz; si están amarillentas, pueden estar recibiendo demasiada.

Riego: menos es más

Uno de los errores más comunes al cuidar de las orquídeas es el exceso de riego. Las orquídeas necesitan que sus raíces se sequen ligeramente entre riegos.

Como norma general, se recomienda regar una vez por semana en invierno y dos veces en verano, dependiendo de las condiciones atmosféricas y la humedad del ambiente. Evitar dejar agua estancada en el fondo de la maceta o en el plato, ya que puede provocar la pudrición de las raíces.

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El cuidado del jardín requiere de unos conocimientos mínimos

Sustrato y maceta adecuados

Las orquídeas no suelen crecer bien en tierra común. Necesitan un sustrato especial que permita la aireación de las raíces, como corteza de pino, musgo o mezcla para orquídeas disponible en tiendas especializadas.

Además, la maceta debe tener buen drenaje. Muchas orquídeas vienen en macetas de plástico transparente con orificios, lo que ayuda a controlar la humedad y permite que llegue luz a las raíces, que también realizan la fotosíntesis.

Temperatura y humedad

Las orquídeas tropicales como la Phalaenopsis se desarrollan mejor en temperaturas entre 18 y 25 °C, y prefieren una humedad ambiental del 50 al 70%. Si vives en un zona de clima seco, puedes aumentar la humedad colocando un recipiente con agua cerca de la planta o usando un humidificador.

Evita los cambios bruscos de temperatura y las corrientes de aire. También es recomendable que durante la noche la temperatura baje unos grados, lo que estimula la floración.

Fertilización

Durante la época de crecimiento y floración (normalmente primavera y verano), se puede aplicar un fertilizante especial para orquídeas una vez al mes. En otoño e invierno, es importante reducir la frecuencia o suspender el abonado, ya que la planta entra en una etapa de descanso.

Floración y cuidados postfloración

Después de la floración, las flores se caen y el tallo floral se seca parcialmente. Puedes cortar el tallo justo por encima del segundo o tercer nudo (pequeño bulto en el tallo), ya que a veces vuelve a brotar desde ahí. Si el tallo está completamente seco, córtalo desde la base.

Con paciencia y buenos cuidados, tu orquídea puede volver a florecer al cabo de unos meses.