Astronomía de junio: lluvias de estrellas, superluna... ¡los detalles!

Como cada año, el mes de junio nos encandila con la idea de baños en la playa o en la piscina, y de días que se hacen casi eternos. Para quienes vivimos en el hemisferio norte, el sexto mes del año nos trae más de una cosa positiva. Si hablamos de astronomía, nos va a sorprender en muchas cosas, ¿queréis saber más?

¿Qué son las ariétidas?

A diferencia de otras lluvias de estrellas, las ariétidas ocurren durante el día. Estas provienen de la constelación Aries, de ahí su nombre, y forman parte de un cometa aún desconocido. Para los expertos, este evento será más visible con un equipo especializado. Aunque, según explican, no será del todo imposible para nosotros. Los mejores momentos para verlas serán durante la puesta de sol o el amanecer.

Según explica el Instituto Geográfico Nacional, las ariétidas (que no están incluidas en su tabla) tendrán su máximo el 10 de junio, aunque estarán con nosotros hasta los primeros días de julio. Los astrónomos observan esta lluvia de meteoros mediante radar, basándose en la onda de radio emitida y reflejada por los gases que ioniza el meteoro en la atmósfera superior, ¡muy curioso!

Luego, ¡la superluna de fresa!

Ocurre una superluna cuando la órbita de la luna está más cerca a la Tierra y también se encuentra en su fase de plenitud. Resulta que este fenómeno es bastante sutil, puesto que lo más normal es no notar la diferencia, pero para el observador avanzado hay mucho que ver y aprender.

La primera superluna del año es la de fresa. Será la primera de las tres que ocurrirá aún en primavera. Concretamente, disfrutaremos de este evento el 14 de junio. Se conoce con ese nombre porque es la época del año en la que las fresas empiezan a madurar. De hecho, este mes marca el inicio de la temporada de la recolección de esta fruta de verano.

Llega el verano y ocurre el solsticio

Para quienes vivimos en el hemisferio norte, la estación oficial de verano empieza el próximo martes 21 de junio a las 11:14 am (hora peninsular) y se quedará con nosotros durante 93 días y 16 horas, terminando el 23 de septiembre con el comienzo del otoño.

Cuando hablamos del inicio del verano, en realidad nos referimos al solsticio, que conlleva que ese mismo día sea el más largo del año. El solsticio (solstitium = sol quieto) realmente supone un instante, no una jornada entera. Ocurre cuando el Sol se encuentra en su declinación máxima respecto al ecuador celeste. En otras palabras, es cuando nuestra estrella queda completamente encarada a nuestro hemisferio.