Algunas regiones de Sudamérica despiden el invierno con casi 45 ºC. ¿Sería posible algo así en España?

Una de las cosas que más asombra de la ola de calor que afecta al interior de Sudamérica es que se ha dado al final de su invierno. ¿Podría suceder algo parecido en España?

Temperaturas extremas domingo Sudamérica
Una vez más, el interior de América del Sur se enfrenta a temperaturas extremas, tras los registros de hasta 45 ºC medidos el pasado mes de agosto en Paraguay. Situación prevista para el domingo.

En los últimos días, las temperaturas han empezado a ascender en puntos de Sudamérica, y especialmente en el sur de Brasil, Paraguay, Bolivia y norte de Argentina, donde se prevén valores bastante extraordinarios, no ya de esta época del año, sino de toda la serie de sus respectivos registros.

Las cifras de las máximas ya se sitúan en torno a los 42 ºC y durante los próximos días subirán aún más rondando los 45 ºC, sin descartar que localmente se supere esta cifra. Esto implicará superar varios récords regionales absolutos en estas zonas y por supuesto una situación de especial riesgo para su población, pero ¿es raro que haga calor en invierno en estas zonas.

Independientemente de que los episodios de calor sean habituales o no en invierno en esta región, hay que tener claro que esta ola de calor allí es excepcional, con registros extremos para cualquier época del año y con valores que en muchas zonas no se han registrado previamente.

Probablemente se trate de un evento inédito, similar al que se dio en el oeste de Canadá en 2021 o al registrado en la Península Ibérica y el suroeste de Europa en julio de 2022. Sin embargo, una vez aclarado esto, es necesario recordar que en el sur de Brasil y zonas limítrofes, los meses de agosto y septiembre, pese a corresponderse con el invierno austral, no son frescos.

Anomalías térmicas Sudamérica
Aunque en estas regiones del centro de Sudamérica son templadas o suaves en invierno, los valores previstos para estos días son extraordinarios.

Esto es debido a la latitud subtropical en la que se encuentran estas regiones, donde las diferencias de temperatura entre estaciones son menores y a menudo los máximos y mínimos no coinciden con el verano y el invierno respectivamente.

Por lo tanto, aunque los 45 ºC son una cifra extrema, sí es cierto que los 35 ºC o incluso los 40 ºC son perfectamente posibles en episodios de calor en el sur de Brasil, tal vez algo menos en Argentina, donde sí es más habitual que los máximos térmicos se den en fechas posteriores.

¿Podría suceder algo así en España?

La respuesta es larga, pero de entrada se puede resumir en que no es posible, al menos no como sucede allí. Nos encontramos en latitudes medias, bastante más lejos de los trópicos y las estaciones tienen diferencias mucho más marcadas.

El invierno ha sido y siempre será mucho más frío que el verano en la España peninsular, independientemente del contexto climático en el que nos encontremos. Alcanzar temperaturas superiores a 40ºC o 45ºC en invierno implicaría que nuestra región en otoño, verano o primavera sería totalmente inhabitable.

Sin embargo, sí es posible tener eventos cálidos en nuestra región, por encima de 30 ºC en condiciones muy concretas. Se pueden llegar a dar especialmente en zonas de costa con vientos procedentes de tierra firme en advecciones del sur o suroeste. Esto de hecho sucede de forma ocasional en costas del Cantábrico y muy especialmente del sureste peninsular.

En los últimos años se está detectando un aumento de episodios de temperaturas veraniegas en pleno invierno en algunas zonas de España, con registros máximos de 30 ºC o más.

Si bien es muy complicado registrar valores de entre 30 y 35 ºC en los meses invernales, la presencia de masas de aire más cálidas y unos mares menos fríos en invierno contribuirían a facilitar que se alcancen este tipo de registros.

La evolución climática actual hará más probables estos episodios

Las temperaturas extremas las seguiremos teniendo sobre todo en verano. Sin embargo, ese riesgo ha aumentado en los últimos años de acuerdo con los escenarios previstos. Unos mares más cálidos, un chorro polar discurriendo por latitudes más altas y una masa de aire subtropical más cálida en verano facilitan el aumento de episodios de calor intenso.

A eventos inéditos como este en América del Sur se suman a otros recientes, como el que ya vivimos en Europa en julio de 2022 y confirman que actualmente las olas de calor están ganando potencial en cuanto a intensidad y frecuencia.