Influencia de la composición química y microbiana del polvo en la lluvia

Los últimos resultados de una línea de investigación refuerzan la idea de que la composición química y microbiana del polvo que flota en el aire arrastrado por el viento influye más de lo creído sobre la formación y comportamiento de las nubes, y por ende, sobre la lluvia.

Influencia De La Composición Química Y Microbiana Del Polvo En La Lluvia
Figura 1.- Según una reciente investigación, el polvo y los microbios contenidos en él, influyen de forma determinante en los procesos que dan lugar a la lluvia, y en consecuencia en el clima. Crédito: Fuse/Thinkstock

Los patrones de los vientos y los de las corrientes de gran altitud pueden hacer además que el polvo originado en los suelos de un continente acabe en el cielo de otro. Un caso llamativo es el de la zona occidental de Estados Unidos. El aire polvoriento que sopla a través del Pacífico desde Asia y África ejerce un papel fundamental en los patrones de precipitación a lo largo y ancho de dicha zona occidental de Estados Unidos, muy afectada por la sequía.

El equipo de Kim Prather, de la Universidad de California en la ciudad estadounidense de San Diego, ha llegado a la conclusión de que la composición química exacta de ese polvo, incluyendo los microbios hallados en él, puede ser la clave sobre cuánta lluvia y nieve cae de las nubes en esa región. Esta información podría ayudar a predecir mejor los episodios de lluvia, así como explicar cómo la contaminación del aire procedente de una serie de fuentes influye en el clima regional en general.

La mayor parte del polvo que el grupo de Prather detecta en las nubes y en las precipitaciones se origina en los desiertos asiáticos y chinos. Se ve arrastrado por la corriente en chorro, donde se mezcla con otras partículas diversas, tales como aerosoles marinos y humo. Cada uno de estos tipos de materiales ocasiona su propio y diferenciado efecto sobre las nubes.

El equipo de Prather utiliza espectrómetros de masas adaptados especialmente para el análisis de partículas aisladas, los cuales aplica a muestras de gotas de agua y cristales de hielo de nubes capturados, en tiempo real. Los instrumentos se emplean a bordo de aviones científicos que vuelan a través de las nubes. Uno de los descubrimientos más recientes y que también es uno de los más sorprendentes, de Prather y sus colaboradores, es que el material analizado está notablemente cargado con microorganismos, algo que no parece ser una casualidad.

Figura 2.- Tormenta de polvo. NOAA Photo Library, NOAA Central Library.
Figura 2.- Tormenta de polvo. NOAA Photo Library, NOAA Central Library. Crédito: OAR/ERL/National Sever Storms Laboratory (NSSL)

Esta línea de investigación podría llevar a técnicas más eficaces para hacer pronósticos meteorológicos y a unas predicciones de lluvia más precisas. Otra aplicación potencial, más ambiciosa, podría ser una forma de mejorar las técnicas usadas a veces para provocar lluvia, conocidas colectivamente como "siembra de nubes", y que consisten, a grandes rasgos, en dispersar ciertas sustancias químicas en las nubes con el objetivo de forzarlas a descargar agua y aumentar la lluvia extraíble de ellas. Desde finales de los años 40, las siembras de nubes en ciertos lugares de la zona continental de Estados Unidos han sido muy habituales, aunque sus resultados prácticos han sido desiguales y el costo nunca ha sido barato. Prather tiene la esperanza de que la línea de investigación en la que ella trabaja ayude a identificar formas mejores de sembrar nubes basadas en los procesos naturales que estudia. La presencia de microbios en el agente que se disperse desde aviones podría ser el factor decisivo en la siembra de nubes.

Los resultados de esta investigación se han presentado públicamente en un congreso reciente, organizado por la ACS (American Chemical Society, o Sociedad Química Estadounidense).

FUENTE: CSIC/DICYT

Esta entrada se publicó en Noticias en 03 Sep 2014 por Francisco Martín León