Amplificación ártica

Ya en 1896, el científico sueco Svante Arrhenius lanzó la hipótesis que los cambios en la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera de la Tierra podrían alterar las temperaturas superficiales.

También sugirió que los cambios serían especialmente grandes en las latitudes altas. Arrehenius no dio detalles finos pero su argumento ha demostrado ser muy sano.

Desde la mitad del siglo XX, las temperaturas globales en promedio se han calentado aproximadamente 0,6 ° C (1,1 ° F), pero el calentamiento no ha ocurrido igual en todas partes. Las temperaturas han aumentado alrededor de dos veces más rápido en el Ártico que en las latitudes medias, un fenómeno conocido como "Amplificación ártica".

El mapa muestra las anomalías de la temperatura global para 2000 a 2009. No representan a la temperatura absoluta, sino más bien cuánto más caliente o más frío es una región comparada con la media para la región de 1951 a 1980. Las temperaturas globales de 2000–2009 fueron en promedio aproximadamente 0,6 ° C mayor de lo que eran en 1951–1980. El Ártico, sin embargo, estuvo aproximadamente 2° C más caliente.

¿Por qué las temperaturas se calientan más rápido en el Ártico que en el resto del mundo? La pérdida de hielo marino es una de las razones más citadas. Cuando se derrite el hielo brillante y reflectante, da paso a un océano más oscuro. Esto intensifica la tendencia de calentamiento porque la superficie del océano absorbe más calor del sol que la superficie de nieve y hielo. En términos más técnicos, perdiendo el mar de hielo se reduce el albedo de la tierra: cuanto menor sea el albedo, una superficie absorbe el calor del sol en lugar de reflejar hacia el espacio.

Sin embargo, otros factores contribuyen así, explicó Anthony Del Genio, un climatólogo del Instituto de Goddard de la NASA para estudios espaciales. Las tormentas, por ejemplo, son mucho más probables que ocurra en los trópicos que en las latitudes más altas. Las tormentas transportan el calor de la superficie a niveles más altos de la atmósfera, donde los vientos globales lo barren hacia latitudes más altas. La abundancia de las tempestades de truenos crea un flujo casi constante de calor de los trópicos, un proceso que reduce el calentamiento cerca del Ecuador y contribuye a la amplificación ártica.

Para leer más sobre el tema: In a Warming World, Storms May Be Fewer but Stronger.

Referencias

  • Arrhenius, S. (1897, February) On the Influence of Carbonic Acid in the Air Upon Temperature of the Earth. Astronomical Society of the Pacific, 9 (54), 14.

Creditos: Imagen de NASA por Robert Simmon, basadas en GISS surface temperature analysis que incluyen datos de barcos y boyas del Hadley Centre. Texto de Adam Voiland.

Instrumento: Medidas in situ.

Fuente: NASA Earth Observatory

Esta entrada se publicó en Noticias en 26 May 2013 por Francisco Martín León