La fusión del permafrost libera gases y restos de mamuts

Autor: Varias fuentes  Palabras clave: permafrost, mamuts, deshielo, cambio climático,GEI. Los científicos que estudian el cambio climático están otorgando al permafrost una importancia cada vez mayor. Si continúa su deshielo, además de sus negativas consecuencias sobre los ecosistemas o las infraestructuras humanas, contribuirá a intensificar el calentamiento global. Este hecho se debe a que en sus capas superiores almacena grandes cantidades de CO2 y metano, ambos gases de efecto invernadero (GEI). Si el permafrost se derrite, estos gases acabarían escapando a la atmósfera.

Grandes lagunas de agua formadas en la tundra siberiana como consecuencia del deshielo estacional del permafrost
Según diversos estudios, se estaría hablando de cantidades de GEI muy importantes. Un trabajo de la Fundación Nacional para las Ciencias de Estados Unidos afirma que el CO2 que contiene el permafrost de la tundra septentrional corresponde a un tercio de todo el carbono que flota en la atmósfera. Así, concluye, si el deshielo no se frena, en algunos años la tundra agregará tanto o más CO2 a la atmósfera que el que quita.
 
Asimismo, científicos de la Academia Rusa de Ciencias dijeron que el permafrost de Siberia, conocido como "yedoma", podría contener unos 500 mil millones de toneladas de CO2, tanto como todo el resto del permafrost mundial. Por su parte, un estudio realizado por un equipo de científicos norteamericanos y rusos asegura que este permafrost siberiano está, al derretirse, liberando cinco veces más de metano del que se pensaba.
 
Por otro lado, el permafrost constituye un auténtico registro de las temperaturas del planeta de los últimos siglos. Para ello, los científicos perforan su interior para extraer muestras cilíndricas con las que poder estudiar las variaciones climáticas. Por ello, los edafólogos (expertos en suelos) subrayan la importancia de financiar estudios sobre estas capas heladas del subsuelo.
 
Grados de permanencia temporal y distribución espacial del permafrost en el hemisferio Norte. Fuente: UNEP
 
Permafrost y los mamuts congelados
La palabra permafrost proviene de la contracción inglesa "perma" (permanente) y "frost" (hielo) acuñada en 1943 por el ingeniero del Ejército de Estados Unidos S. W. Muller. El permafrost cuenta a su vez con dos partes: pergelisol, la capa helada más profunda, y mollisol, una capa más superficial que suele descongelarse, aunque otros expertos distinguen incluso tres partes.
 
La edad del permafrost del hemisferio norte se ha podido estimar gracias a los descubrimientos de restos de mamuts congelados, que se extinguieron hace 10.000 o 15.000 años, al final de la última Edad de Hielo. En este sentido, científicos de la Academia Rusa de Ciencias descubrían recientemente en el permafrost siberiano los restos congelados de un mamut de seis meses de edad que constituye, según estos expertos, el espécimen mejor preservado hallado hasta la fecha.
El deshielo del permafrost está sacando a la luz una gran cantidad de de huesos de animales prehistóricos que hasta la fecha permanecían enterrados bajo ese terreno helado. Como casualmente la elevación de las temperaturas en Siberia ha coincidido con la llegada del capitalismo a Rusia, en los últimos tiempos ha surgido algo que, hace un par de décadas, nadie hubiera imaginado: la emergencia de un boyante mercado de antiguas piezas óseas.
 
Los compradores son coleccionistas privados, paleontólogos y directores de museos. Y están dispuestos a pagar cantidades considerables. "El año pasado alguien pago 800.000 rublos (unos 22.000 euros) por una cabeza de mamut con dos colmillos en buen estado", dice Alexander Vatagin, uno de los nuevos negociantes de huesos que están prosperando al calor del nuevo negocio... y del sol.
 
Vatagin no opera solo. Tiene su red de colaboradores a los que paga entre 6 y 112 euros por kilogramo de huesos. Encontrarlos no es difícil. Se localizan en lugares específicos de la tundra; y, a veces, a ras de suelo. "Con un poco de suerte, un buscador de huesos puede ganar 5.000 euros en un sólo día". No sólo se buscan huesos de mamut, sino también de rinocerontes, leones y otros animales prehistóricos que vivieron en la región.
 
Esta entrada se publicó en Noticias en 09 Nov 2007 por Francisco Martín León