Los esfuerzos de la Unión Europea para reducir gradualmente la producción e importación de gases fluorados de efecto invernadero (gases fluorados) progresaron en 2016, según la última actualización anual publicada hoy por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA, EEA en inglés).
Los países se reunieron en Montreal la semana pasada para conmemorar el trigésimo aniversario del acuerdo ambiental más exitoso del mundo, que detuvo la destrucción de la capa protectora de ozono.
Tras tres décadas de mediciones por satélite del ozono, los científicos climáticos por fin ven una tendencia positiva de recuperación global gracias a los esfuerzos internacionales por frenar el uso de las sustancias nocivas.
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Muy por encima de la Tierra, a más de 32 km sobre el nivel del mar, una capa diáfana de ozono rodea nuestro planeta, absorbiendo los rayos ultravioleta energéticos del sol.
La capa de ozono es una franja frágil de gas que protege la Tierra de los efectos nocivos de los rayos solares, contribuyendo así a preservar la vida en el planeta. El 16 de septiembre lo celebramos
La destrucción de la capa de ozono se asocia generalmente a la emisión de compuestos antropogénicos, como CFCs y Halones, que son transportados hasta la estratosfera, la región de la atmósfera que alberga la capa de ozono.