Entrevista del mes: Joaquín Araujo

¿Qué papel desempeña el medio atmosférico en la Naturaleza?

Absolutamente decisivo. Afirmo, cuando me dejan, que la vivacidad es una emanación en la que el aire es básico. Sin olvidar, claro, que es el primer alimento en cuanto inhalamos hasta 15 kg diarios. Es más el medio aéreo es la principal soporte de la comunicación en general de todos los que vivimos fuera del agua. Y sin la que no hay vida. Todos los meteoros viajan en el seno del aire y casi el 70% de las especies terrestres vuelan.

¿Qué les diría a todas aquellas personas que dudan de la existencia del cambio climático?

Que se esconden tras una creencia pero de las recalcitrantes. Es una actitud claramente precientífica. Los paisajes enteros, las especies animales nos envían incesantemente testimonios del cambio. No menos los registros de los expertos que se convierten en catarata de datos fiables. En cualquier caso los negacionistas a menudo responden a lo que podemos denominar defensa de los intereses de los beneficiados económicamente por el actual modelo energético. Por eso mismo no olvido nunca recordar que aunque no fuera obvio el cambio climático, en su mayor parte provocado por el mismo, también sería necesario pasarnos a las energías obtenidas sin provocar tan peligrosos residuos, tan cara, tan injusta.

¿De qué manera está viéndose afectada la Naturaleza –en particular la biodiversidad– por el cambio climático?

Si todos somos hijos de las condiciones climáticas básicas no queda duda de que nadie puede esconderse de los efectos de las mismas, tanto positivos como negativos. Como ahora predominan los últimos los efectos son palpables en varias direcciones. En primer lugar los calendarios de la vida, la fenología, están sufriendo retrasos y adelantos que ponen en peligro la productividad biológica, es decir las cuantías a las que la vida se renueva. Hay alteraciones en las áreas de distribución e invernada de las especies migratorias. Las regiones biogeográficas están desplazándose, despacio pero intentan seguir fieles a las condiciones climáticas que las crearon.

Ya desde un punto de vista más personal lo que a uno más le aterra, por comprobación directa es que han comenzado a ser frecuentes algunas equivocaciones hasta hace poco inconcebibles como la floración otoñal de un buen número de especies.

En muchos de sus escritos ha hecho referencia al clima, al aire… ¿todo naturalista tiene una parte de meteorólogo/climatólogo?

Sí. El naturalista es, sobre todo, un generalista. Pero entre los inabarcables escenarios de su curiosidad o admiración destacan los estados de la atmósfera. Cualquier otro parámetro del clima le interesa, lo anota, lo relaciona con las conductas de la fauna o los procesos de la flora. La observación de nubes y su identificación me parece una actividad tan naturalista como clasificar mariposas o identificar especies de animales o plantas.

¿Ha publicado libros que aborden específicamente temas ligados a la Meteorología o el clima?

De forma indirecta pero crucial desde luego. Uno de los temas que más veces y en más formatos he abordado es lo que podría ser definido como la fenología convertida en materia literaria. En mis Calendarios de la Vida narro lo que sucede en nuestro derredor en todas y cada una de las semanas del año, con muchas referencias a lo el clima le cuenta a los paisajes.

¿A qué se adaptan mejor los animales, al frío o al calor?

Hay mucha más vida en las regiones cálidas del planeta. en cualquier caso uno de los aspectos más aliviadores y sorprendentes de la vida es que ha sido capaz de adaptarse a las condiciones climáticas de casi todos los rincones.

¿Podemos fiarnos de los animales o plantas como indicadores de cambios de tiempo? ¿Puede ponernos algún ejemplo?

Desde luego, por miles. La capacidad de modificar estrategias vitales relacionadas con los cambios de tiempo está a la orden del día. Desde la desaparición de los vencejos horas antes de las grandes tormentas a que las cabras comen más de prisa si va a cambiar el tiempo.

¿Qué animales o plantas foráneas ha percibido en España como consecuencia del cambio climático y que se han adaptado perfectamente a nuestro entorno?

Como las aves son las que dan respuestas más rápidas tenemos muchos ejemplos de irrupciones y cambios. No menos de adaptaciones demasiado exitosas a los nuevos enclaves ocupados por descuido humano. Tenemos el caso llamativo de los Camachuelos trompeteros, aves del Sahara que ha colonizado el sudeste de nuestro país. Que hace 60 años no hubiera una sola tórtola turca en España y ahora la encontremos por millones seguramente tiene causas vinculadas al calentamiento y la desertización.

¿La “tropicalización” de las aguas en España tendrá consecuencias?, ¿en qué especies?

Menudean los datos de la aparición de especies de peces e invertebrados marinos de aguas tropicales a nuestras costas sobre todo de Levante y Murcia. Los recién llegados a menudo compiten con demasiada ventaja. Más preocupante son las nuevas algas como la Caulerpa capaz de desplazar a las autóctonas.

Joaquín Araujo leyendo en su mesa de trabajo. La lectura y la escritura son dos de las tareas que más tiempo le tienen ocupado.

¿Cuáles son las formas de vida que viven en unas condiciones más extremas en la Tierra?

Los casos más llamativos quedan en el mundo de las bacterias. Vivir sin luz y a expensas de metales, incluso los pesados, es el mayor desafío aceptado y superado por la vida. Que en las fuentes termales proliferen formas de vida microbiana y a partir de la misma, organismos más complejos como anélidos y crustáceos supera lo imaginado. Podemos recordar que hay algas que viven en los glaciares y arañas que aparecen a 8.000 metros de altura.

¿Piensa que llegaremos a descubrir algún día otros planetas portadores de vida?

Que hay alguna forma de vida fuera de nuestro sistema solar es prácticamente seguro aunque solo sea por un cálculo elemental de probabilidades. La pregunta es si nos daremos tiempo a nosotros mismos para descubrirlas. El problema es no agotar la capacidad de la vida terrestre para vencer precisamente al paso del tiempo. La humanidad y sus tecnologías son demasiado destructivas como para estar seguros de que no vamos a ser sus víctimas y a negarnos, pues, la posibilidad de seguir descubriendo. Por cierto algo demasiado hermoso como para que esté en peligro.

¿A qué obedecen los movimientos migratorios de las aves? ¿Falta de luz, escasez de alimentos, factor climático…?

El clima de las regiones frías niega casi todas las posibilidades de encontrar alimento a las aves durante buena parte del otoño, el invierno y la primavera temprana. Problema que las aves resuelven con uno de los prodigios de la historia de la vida: perseguir a la primavera allá donde vaya.

¿Qué le preocupa más, la contaminación del aire o la progresiva subida de la temperatura que apuntan las proyecciones climáticas?

Creo que están relacionadas y con la contaminación como agente. Se trata de que evitemos la ingente contaminación, la absoluta fiebre del aire por ella está ocasionada. En cualquier caso suelo insistir en que es el derroche y no la necesidad lo que provoca este incongruente desastre. Las mayorías usan casi el doble de la energía necesaria. Ajustarnos al gasto preciso y no más supondría un espectacular alivio.

¿Ve posible llegar a un acuerdo mundial en materia de cambio climático?

En realidad existe y desde 1992. Ya estaba claro en 1972 cuando en Estocolmo se celebró la primera gran reunión internacional de carácter ambiental. Con haber sido mínimamente rigurosos con el convenio internacional firmado en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, hace 21 años, se habría atajado seriamente el problema. Resulta desgarrador que medie tanto trecho entre los compromisos asumidos en el papel y su puesta en práctica. Nada ha enfrentado el ser humano tan grave como el cambio climático a lo largo de su propia historia. Sin olvidar la suprema torpeza de, conociendo la soluciones, tanto técnica como económica, no se esté procediendo, más que tímidamente, a ponerla en práctica. Es más en algunos países como el nuestro se está llegando incluso a un desmantelamiento de las posibilidades de las energías renovables.

NOTA FINAL: Desde la RAM le damos las gracias a Joaquín Araujo por su amabilidad para con los lectores de la revista, y le felicitamos por su larga trayectoria profesional en defensa del medio ambiente, del que la atmósfera forma una parte esencial.