RADIOMETEO 1956: una crónica radiofónica del frío

Durante los años 50 se emitieron una serie de programas donde dos meteorólogos del SMN, D. Alberto Linés y D. José María Casals Marcén, comentaban el tiempo de la semana.

D. Alberto Linés 
D. José María Casals Marcén

In memoriam 
Artículo de mayo de 2006. Recuperado en febrero de 2012

Nota de la RAM. Durante los años 50 se emitieron una serie de programas donde dos meteorólogos del SMN, D. Alberto Linés y D. José María Casals Marcén, comentaban el tiempo de la semana. Las voces las ponían un locutor y una locutora. Gracias a Ana Casals, hija de uno de los meteorólogos que hacían estos diálogos, y a José A. Monistrol, que nos ha trascrito lo que comentaban y acontecía en febrero de 1956, podemos revivir lo emitido en RNE por esas fechas.

Palabras clave. Radio, febrero 1956, frío.

4-II-56 
TIEMPO PROBABLE 

LOCUTORA.- ACTUALIDAD METEOROLÓGICA 

LOCUTOR.- Tampoco este invierno podía faltar la tremenda ola de frío que, con mayor o menor intensidad, nos acomete, una vez al menos, un año sí y otro también. Nuestra memoria es flaca, y todos los inviernos, al invadirnos el aire ártico, lo consideramos como un hecho nunca visto ni sentido, pregonando con gran alarde de trompetería los intensos fríos, “como no los recuerdan los más viejos del lugar”.

LOCUTORA.- No hay motivos para sorprenderse. Lo que ahora está ocurriendo en España es un hecho perfectamente normal. Es posible que las temperaturas hayan descendido, en el año actual, a niveles más bajos que los anteriores. De todas las maneras, conviene recordar que en el pasado año 1955, en la primera decena de marzo, los termómetros casi descendieron tanto como lo han hecho en estos días; y que en la primera quincena de febrero de 1954 - ahora hace casi justamente dos años – las bajas temperaturas registradas en la región levantina y en Andalucía acarrearon la pérdida por congelación de gran parte de la cosecha de agrios. Refiriéndonos a Madrid diremos que la temperatura de esta madrugada, 6 grados bajo cero, no se registra todos los años, pudiendo considerarse casi como excepcional; pero también es verdad que este nivel termométrico ha sido rebasado varias veces en lo que va de siglo: la temperatura más baja en la capital de España se registró el día 16 de enero de 1944, en cuya madrugada descendió la columna de mercurio hasta los 10 grados bajo cero.

LOCUTOR.- La actual penetración de aire frío se ha hecho posible a causa de haberse extendido hacia la Europa Central el potente macizo de altas presiones que al empezar la semana se encontraba centrado en el norte de la Península Escandinava. Al adoptar la nueva disposición, los vientos fríos se canalizaron y penetraron en el occidente europeo, provocando un brusco enfriamiento de la zona invadida.

LOCUTORA.- Han sido efectivamente bajos los niveles termométricos observados en las regiones montañosas del Norte de la Península. Ha de estar muy frío el ambiente para que se observen temperaturas inferiores a los 30 grados bajo cero, como ha sucedido en algunos lugares del Pirineo Catalán. No obstante, no cabe la comparación de aquellas con las reinantes en el Polo Norte, que pese a lo que se ha dicho y oído en estos días, son mucho más bajas que las registradas en España. Y esto lo decimos, aún sabiendo que en el Polo no hay ni termómetros ni observadores que nos cuenten del frío allí reinante.

LOCUTOR.- Entre todos los estragos y perjuicios que ha originado la presente ola de frío, nos ha traído un beneficio muy de estimar: nos referimos a la nieve abundante que ha caído en los sistemas montañosos de la mitad septentrional de España, los cuales contienen ahora una buena reserva de agua, que irá a parar a nuestras corrientes subterráneas, a nuestros ríos y a nuestros embalses cuando, en la Primavera, sobrevenga el deshielo.

11-II-56 
ACTUALIDAD METEOROLÓGICA

LOCUTORA.- Como anunciamos en nuestro anterior comentario, en los primeros días de la semana disfrutamos de unos días de relativo buen tiempo, al menos comparado con el que acabábamos de padecer. Pero cuando ya nos creíamos libres del aire siberiano y casi nos disponíamos a decirle adiós al frío y a despedirle hasta el año que viene, ha venido a sorprendernos otra nueva ola, todavía más dura y heladora que la anterior.

LOCUTOR.- Poco intervalo de tiempo ha transcurrido entre una y otra invasión de aire ártico. Como decíamos el pasado sábado, raro es el invierno en que nos libramos de una de estas acometidas; pero lo que no resulta nada frecuente es que dos de ellas se sucedan en un tan corto espacio de tiempo, tal y como ha sucedido en estos días.

LOCUTORA.- Desde ayer, ha nevado abundantemente en muchos lugares de la mitad septentrional de la Península, hasta el punto de que gran número de pueblos montañeses se encuentran incomunicados por el hielo y la nieve. Esta ha caído en mayor cantidad en las vertientes de las cordilleras que miran hacia el Norte, por cuya causa han visto nevar al otro lado de la Sierra de Guadarrama y no hemos visto los copos en Madrid.

LOCUTOR.- Hasta ahora, y que se sepa, la ola de frío ha ocasionado tres muertos: un hombre cayó al río Deva en el pueblo santanderino de Lebeñas, sacándosele congelado; una mujer murió de frío en el mercado de Pontevedra y un anciano que apareció helado en las inmediaciones de Villacañas, en la provincia de Toledo. A esta lista habrá que añadir otra muy numerosa, que no saldrá en los periódicos, de las personas que han fallecido o fallecerán en estos días víctimas de colapsos cardíacos, motivados muchos de ellos por la acometida del aire frío. Y nada decimos de las pulmonías y otras enfermedades del aparato respiratorio, porque éstas, gracias a los recientes progresos de la Medicina, ya pueden catalogarse dentro de las que pueden vencerse fácilmente, al menos en muchos casos.

LOCUTORA.- La borrasca que, según nuestro pronóstico, habría de producir lluvias en las Islas Canarias, al empezar la semana en que nos encontramos, dió que hablar más de lo que nos esperábamos, y no en tono alegre precisamente. A consecuencia de la misma, se desató un furioso temporal que se ensañó principalmente con la ciudad portuaria de Arrecife de Lanzarote. Las imponentes olas, además de hundir algunos pequeños barcos y desarticular otros, irrumpieron en el muelle, arrastrando toda la carga preparada para la exportación, y causaron grandes destrozos en todas las instalaciones. Aún cuando no ha podido hacerse todavía el recuento de las pérdidas, se supone que serán de bastantes millones de pesetas. También sufrieron daños otros puntos de las Islas, pero en mucha menor magnitud.

18-II-56 
LOCUTORA.- ACTUALIDAD METEOROLÓGICA

LOCUTOR.- Es casi seguro que, en conjunto, haya sido la presente semana la más fría del presente invierno y quizás una de las más frías del presente siglo. Después de las dos oleadas de aire siberiano que nos atacaron y provocaron el formidable descenso térmico que hemos padecido, no han dejado de soplar vientos fríos provenientes de los países europeos, todavía más helados que el nuestro, por cuya causa no se ha producido el ansiado aumento de las temperaturas que todos esperábamos para poder salir de esta prolongada tiritona a que nos ha condenado el implacable viento siberiano.

LOCUTORA.- Solamente en Andalucía han experimentado un sensible alivio; la depresión barométrica que al empezar la semana rondaba por las Islas Canarias, se trasladó, primero hacia el Estrecho de Gibraltar y luego hacia el Mediterráneo, obsequiándoles a los andaluces con vientos más cálidos que les libraron del frío helador, amén de proporcionarles algunas lluvias. Pero como no todo había de ser ventajas, el paso de la borrasca por el Estrecho ocasionó un violento temporal que agitó la mar en grado sumo, obligando a la flota pesquera a permanecer al abrigo de los puertos sin poder hacerse a la mar. Afortunadamente, no hay que lamentar víctimas humanas, aunque sí, como es de rigor en estos casos, se han producido algunos daños materiales.

LOCUTOR.- En el resto de España, las temperaturas mínimas han sido, por lo general, bajísimas. En Madrid, “disfrutamos” el domingo y el lunes la friolera – nunca mejor empleada esta palabra – de 9 grados bajo cero, temperatura que en el presente siglo solamente una vez se ha visto superada: concretamente, en la madrugada del día 16 de enero de 1945, en que el termómetro de la capital de España descendió hasta los diez bajo cero.

LOCUTORA.- Pero en ninguna región española han conocido, en estos días, catástrofe igual, ni remotamente comparable, a la sufrida por la región levantina. El brutal descenso térmico – quizá el mayor del siglo -, totalmente impropio de aquellas templadas tierras, ha acarreado la ruina de millares de familias que viven exclusivamente del cultivo de la huerta. Las heladas de Levante constituyen hoy la nota más destacada, y a la vez deprimente, de la actualidad económica española.

LOCUTOR.- De toda Europa llegan noticias de los grandes estragos causados por el frío. En la prensa de esta mañana hemos podido leer que el número de muertos rebasa la cifra de 660. No obstante, hemos de aclarar que la veracidad de dichos datos es muy relativa, ya que es punto menos que imposible el llevar una estadística fiel sobre los fallecimientos originados por el frío. Desgraciadamente, según nuestra opinión, el número mencionado tiene que quedar muy por bajo de la realidad; serán muchas más las personas que han sido fulminadas por el aire ártico, aún cuando en el acta de defunción conste otro motivo, por ejemplo, colapso cardíaco.

Agradecimientos. A José A. Monistrol, INM, y Ana Casals, INM, por haber recuperado este documento histórico de estos dos grandes meteorólogos que ya no están físicamente con nosotros.

Esta entrada se publicó en Reportajes en 04 Feb 2012 por Francisco Martín León