¿Se hundió el Titanic por culpa de un espejismo?

El 14 de abril de 2012 se conmemora el centenario del naufragio más famoso de la historia: el del RMS Titanic, en el que perecieron más de 1.500 de las 2.200 personas a bordo

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El 14 de abril de 2012 se conmemora el centenario del naufragio más famoso de la historia: el del RMS Titanic, en el que perecieron más de 1.500 de las 2.200 personas a bordo. En estos cien años se han realizado todo tipo de especulaciones sobre las causas que llevaron a un barco considerado “insumergible” fuera devorado por las gélidas aguas de Terranova.

Una nueva teoría especula con que una ilusión óptica provocada por la diferente densidad de dos corrientes de aire podría estar en el origen de la tragedia. Según la tesis del historiador británico Tim Maltin, el transatlántico estaba navegando desde las aguas cálidas que forman la Corriente del Golfo hacia las gélidas aguas de la Corriente del Labrador, cuando una columna de aire desencadenó una inversión térmica: capas de aire frío subsumidas bajo capas de aire cálido. La separación entre ambas capas actúan como una lente refractante, que desencadena el espejismo conocido como “Fata Morgana”: una imagen invertida lejana aparece más cerca e invertida.

En el caso que nos ocupa, el espejismo generó un horizonte “falso”, más lejano que el horizonte real. El gigantesco iceberg quedó oculto entre ambos horizontes y la cabina de mando sólo pudo verlo cuando ya lo tenían prácticamente encima, a menos de una milla de distancia. Cerca de la medianoche, el Titanic colisionó con la enorme masa de hielo flotante.

En las inmediaciones del accidente estaba otro transatlántico, el California, que pudo haber ayudado a la evacuación del Titanic si no hubiera sido por una desdichada concatenación de factores meteorológicos, según el historiador. Para empezar, el mismo espejismo que despistó al Titanic hizo que el California confundiera al Titanic con otro barco, pues éste se veía mucho más pequeño de lo que realmente era. Además, el aire anormalmente estratificado impidió que las señales Morse de socorro que envió el Titanic no llegaran nunca al California, que estaba a menos de 10 millas de distancia.

Sin embargo, la teoría de Maltin no es del todo nueva. Una investigación llevada a cabo por el gobierno británico en 1992 [ver informe en .pdf, página 13] ya especuló con la posibilidad de que una “superrefracción anormal” pudiese haber impedido a los tripulantes del Titanic ver el gigantesco iceberg con la suficiente anticipación.

La teoría está explicada en un libro de próxima aparición ‘A Very Deceiving Night’, en un documental ‘Titanic’s Final Mistery’, que emitirá próximamente Smithsosian Channel, y en un artículo de la misma cadena, que resume la tesis explicada en ambos.

Visto en Smithsonian Mag.

Esta entrada se publicó en Noticias en 14 Abr 2012 por Francisco Martín León