La esperanza de una blanca Navidad en España sigue viva: las tendencias del modelo europeo para el final de año

En los próximos días va a continuar la alternancia entre borrascas y anticiclones, con entrada de frentes en la vertiente atlántica y nubes que aumentarán en las comunidades mediterráneas a partir del viernes. Más allá de esto, los modelos tienen problemas para resolver el tiempo en navidades debido a la elevada incertidumbre inherente al pronóstico.

A día de hoy, el GEFS no es capaz de establecer si el índice NAO será positivo o negativo a partir del día 15, con un 50% de probabilidad de ambos escenarios. Con este panorama podemos afirmar que todo es posible, incluso el atípico escenario de una blanca navidad fuera de montaña en España. A continuación analizaremos las tendencias semanales del modelo europeo en busca de más claves que nos puedan ayudar a entender el comportamiento futuro de la atmósfera.

La apuesta del modelo europeo para la semana de Navidad

Para la semana del 22 al 29 de diciembre el modelo europeo apuesta por temperaturas en torno a la media o con ligeras anomalías negativas en España. Las anomalías podrían alcanzar -1 ºC en puntos del interior y sur peninsular. En las futuras actualizaciones, las anomalías podrían generalizarse e intensificarse, por lo que habrá que estar pendientes de este útil producto que ofrece el modelo europeo.

En cuanto a precipitaciones, la semana de Navidad podría ser algo más lluviosa de lo normal en la mitad este y Baleares, con una posible situación de levantes inestables en superficie. Este escenario sería beneficioso para equilibrar un poco la balanza, teniendo en cuenta que la fachada atlántica lleva recibiendo frentes durante más de un mes. Es probable que entre el 22 y 29 de diciembre, dominen las bajas presiones sobre buena parte de España, tanto en superficie como en niveles medios de la troposfera.

El escenario más probable, el de siempre: que nieve en zonas de montaña

En este contexto, las zonas que más fácilmente podrían tener unas navidades teñidas de blanco son aquellas situadas en zonas montañosas, por encima de unos 1000 metros de cota. En este sentido, cualquier entrada de aire polar mínimamente contundente y con masas de aire húmedas puede dar lugar a nevadas.

Que nieve en zonas de meseta o en capitales de provincia ya es más complicado, para ello es necesaria una advección polar marítima, ártica o continental como la que se produjo a finales del mes de noviembre.

De momento, no parece que este escenario se vaya a cumplir, al menos no lo refleja así el modelo europeo en su mapa semanal de anomalías. En Navidad, el modelo prevé anomalías positivas en gran parte de Europa central y septentrional, indicando que en estas zonas dominará el anticiclón. Las anomalías negativas quedarían concentradas en forma de una burbuja sobre la Península y Baleares, y podrían deberse a la formación de una DANA o BFA al norte de África.

De producirse una entrada polar continental, se observaría un pasillo de anomalías negativas conectando el interior de Europa con España y esto de momento no se aprecia. Por ende y salvo un cambio imprevisto de guión, la blanca navidad quedaría restringida a zonas de montaña.

El modelo GFS y la AIFS han amanecido hoy con una entrada fría para Navidad

Y esto tiene que considerarse como una anécdota, de momento. Hay cierta tendencia al pronóstico de anticiclones en latitudes altas de cara a los últimos días del año, y esto podría desencadenar alguna entrada de aire frío. Tanto el GFS como el AIFS del ECMWF esta mañana han mostrado mapas con altas presiones en la península escandinava y borrascas sobre el Mediterráneo, un escenario que sí podría canalizar aire ártico o polar continental hasta España. Hoy solo podemos hacer elucubraciones al respecto, toca esperar.