"Domo de calor" en España, llega la anti-DANA: las probabilidades de padecer una gran ola de calor la próxima semana

La dorsal africana se expandirá hacia el norte creando un anticiclón aislado en niveles altos con su correspondiente domo de calor. No es una situación nueva en la península, pero su intensidad sí puede serlo.

Domo de calor
Las temperaturas más altas se darán en el sureste peninsular, donde las máximas el lunes y el martes podrían superar a las del Valle del Guadalquivir donde las brisas lo permitan.

Las temperaturas en buena parte del este peninsular iniciarán un ascenso durante este fin de semana que desembocará en un episodio de altas temperaturas muy intenso en puntos del cuadrante sureste y Baleares. Aún es pronto para hablar de una ola de calor, y habrá que esperar a que las previsiones concreten algo más la extensión de este episodio, pero cualquiera diría que cumplirá con creces en intensidad y duración. Queda por saber si logrará afectar al menos al 10% de las estaciones de referencia de nuestro territorio, un mínimo que deberá superar para ser catalogado como ola de calor.

La dorsal africana que poco a poco se está extendiendo por el norte de África, alcanzando el Mediterráneo occidental, terminará por formar una burbuja separada del resto del cinturón de altas presiones subtropical dando lugar a lo que se conoce como un anticiclón aislado en niveles altos, lo contrario a una depresión aislada en niveles altos (DANA).

Este fenómeno no es nuevo y suele destacar por albergar una masa de aire cálido que no se renueva y que se conoce como "domo o cúpula de calor" un término que se popularizó tras la extrema situación vivida en Canadá en el verano de 2021.

Ola de calor
En los próximos días se abrirá un pasillo a los vientos del sur y suroeste en campas bajas y medias de la troposfera. En el mapa, las temperaturas y el viento a unos 1500 metros de altitud.

La situación que nos espera a efectos prácticos no es muy diferente a la que nos traería una dorsal africana convencional y culminará con un potente episodio de calor. Sin embargo, pese a ser una situación habitual en verano, hay algo que no será habitual y que podría competir con alguno de los episodios vividos el año pasado: su intensidad.

Calor extremo en el sureste, ¿más de 45 ºC a la vista?

En la mayor parte de la península el episodio pasará un tanto desapercibido, al menos los primeros días, con altas temperaturas que, sin embargo, no tendrán que ver con las vividas en episodios extremos de años anteriores. En el noroeste peninsular es probable incluso que se registren temperaturas relativamente frescas debido a la presencia de una vaguada en el Atlántico próximo. Además, en otros puntos del norte y noreste podrían aparecer tormentas que suavicen las temperaturas por la tarde.

Sin embargo, el sureste peninsular quedará expuesto desde el principio a esta masa de aire tórrido, con valores que se acercarán a 32 ºC a 850 hPa y que se situarán por tanto entre los más altos registrados en la península ibérica, por encima de cualquier otro episodio de calor registrado y sólo comparables a los de agosto de 2021 o julio de 2022.

Las temperaturas nocturnas serán excepcionalmente elevadas y las diurnas dependerán en gran medida de las brisas. Si las brisas marinas no logran avanzar lo suficiente tierra adentro, no son descartables valores máximos próximos o superiores a 45 ºC en el interior del sureste.

Vaguadas en el Atlántico e incertidumbre en el noroeste

Aunque la masa de aire sobre el Mediterráneo será extremadamente cálida, las vaguadas seguirán aproximándose desde el Atlántico acercando masas de aire más frescas al noroeste. Podrían incluso favorecer una cierta inestabilidad en puntos de la mitad norte, donde no es descartable la aparición de algunas tormentas. La frontera entre la masa de aire atlántica y la tropical continental se situará muy próxima a la península y cualquier cambio a medio plazo puede tener consecuencias importantes, por lo que será imprescindible hacer seguimiento de esta situación.