Esta popular planta es altamente tóxica y casi todo el mundo tiene una en casa

Esta popular es bonita, parece inofensiva y es fácil de cuidar, pero es altamente tóxica. Aprende a manejar esta planta correctamente antes para evitar sobresaltos con niños o mascotas.

Dieffenbachia
Esta es una de las plantas de interior más venenosas del mundo.

La Dieffenbachia es una de las plantas más populares del mundo y también es una de las más venenosas. Con sus hojas con llamativos dibujos atrae la atención en cualquier entorno. Pero lo que mucha gente no sabe es que incluso pequeñas cantidades de su savia pueden causar graves intoxicaciones en humanos y animales.

Los componentes, principalmente cristales de oxalato de calcio y proteínas tóxicas, irritan la piel y las mucosas y, en los peores casos, provocan dificultades respiratorias e insuficiencia orgánica.

Es especialmente peligroso cuando los niños o las mascotas entran en contacto con la planta. Masticar las hojas o lamer el tallo puede tener consecuencias dramáticas. Los síntomas van desde ardor en la boca, dificultad para tragar, vómitos e incluso problemas circulatorios. Por lo tanto, se recomienda extremar las precauciones si añadimos una Dieffenbachia en una casa con niños pequeños o animales.

Cómo proteger a los niños y a las mascotas

La primera regla cuando se trata de plantas de interior venenosas: mantenerlas fuera de su alcance. Los soportes altos, estanterías o jardineras colgantes son ideales. Los niños menores de tres años tienden a llevarse todo a la boca, un hábito potencialmente fatal con una planta como la Dieffenbachia.

Las mascotas tampoco deben tener acceso a la planta. Si un animal es envenenado, cada minuto cuenta. Llévalo a un veterinario inmediatamente. Una buena forma de estar seguro es mantener la planta en áreas a las que sólo puedan acceder los adultos, como por ejemplo tu oficina en casa. Como alternativa, existen mamparas a prueba de niños o cubiertas protectoras específicas para plantas.

Fácil de cuidar, pero manipular con cuidado

A pesar de sus propiedades tóxicas, la Dieffenbachia es una planta de fácil cuidado. Requiere luz solar intensa pero no directa, le gusta la humedad alta y debe regarse regularmente, pero no en exceso. El encharcamiento provoca rápidamente la pudrición de las raíces. Es obligatorio utilizar guantes al replantar o podar la planta. La savia de la planta puede causar irritación e inflamación graves si entra en contacto con la piel.

Lávate siempre bien las manos después de cuidar la planta, incluso si ha usado guantes. Las hojas muertas también deben eliminarse inmediatamente, ya que pueden liberar partículas tóxicas al descomponerse. Los niños y los animales son especialmente sensibles a estos restos en descomposición, que a menudo caen al suelo sin que nadie se dé cuenta. Las personas con alergias también deben tener cuidado, ya que los cristales finos en el aire pueden causar irritación.

¿Conservar la Dieffenbachia o deshacerse de ella?

La decisión de si una Dieffenbachia puede permanecer en el interior depende de la familia. Se puede cuidar fácilmente en un hogar con un solo adulto y sin mascotas. Sin embargo, cualquier persona que tenga niños o mascotas cerca habitualmente debería considerar seriamente reemplazarlo. Existen varias alternativas no tóxicas, como la Calathea o el Chlorophytum comosum, que son igualmente decorativas pero completamente inofensivas.

La belleza de una Dieffenbachia puede convertirse rápidamente en una trampa. Si eres consciente de los riesgos y tomas las precauciones de seguridad necesarias, podrás seguir disfrutándolo. Pero basta con un momento de descuido para que una planta inofensiva se convierta en una verdadera amenaza. Piensa detenidamente si la estética merece el riesgo.