El truco para tener un jardín vertical y verde todo el año: las 5 trepadoras que se ríen del invierno.

Un jardín vertical es una de las formas más impactantes y decorativas de llenar de vida cualquier pared, terraza o patio. Sin embargo, uno de los mayores retos es mantenerlo verde y vistoso durante los meses más fríos, cuando muchas plantas entran en reposo o pierden su follaje.

La buena noticia es que existen trepadoras capaces de desafiar el invierno más duro y conservar su color, su fuerza y, en algunos casos, incluso su floración.

El verdadero truco para tener un jardín vertical siempre verde es elegir bien las especies. A continuación, te contamos cuáles son las cinco trepadoras que se ríen del frío y cómo puedes sacarles el máximo partido.

5 trepadoras resistentes al invierno e ideales para dar color a la pared

Dentro del apasionante mundo de la jardinería existen algunas plantas capaces de sorprender incluso en los meses más difíciles. A continuación se presentan hasta cinco plantas trepadoras que pueden ser tú aliado perfecto de cara al invierno.

Hiedra (Hedera helix): la reina indiscutible del verde eterno

Si hay una trepadora que funciona todo el año, incluso en climas duros, es la hiedra. Su follaje perenne, su capacidad para trepar sin ayuda y su crecimiento vigoroso la convierten en la opción más práctica para cubrir rápidamente una pared. Además, resiste heladas y temperaturas bajo cero sin inmutarse.

Para un jardín vertical, la hiedra es perfecta porque se adapta tanto a zonas soleadas como sombreadas y requiere pocos cuidados. Basta con un riego moderado y un recorte ocasional para evitar que invada más de lo deseado. También es ideal para combinar con otras especies y aportar densidad y textura al conjunto.

Jazmín de invierno (Jasminum nudiflorum): flores amarillas en pleno frío

A diferencia de otros jazmines, el jazmín de invierno no es trepador natural, pero se guía fácilmente mediante soportes y estructuras verticales. Su gran ventaja es que florece justo cuando el resto de plantas descansan: en pleno invierno.

Sus flores amarillas brillantes aportan luz a paredes apagadas y contrastan de manera espectacular con plantas de follaje verde oscuro. Además, es resistente, fácil de mantener y tolera bien el frío. Solo necesita una orientación luminosa y un riego regular para desarrollarse en vertical sin problemas.

Madreselva perenne (Lonicera japonica): fragancia incluso en los meses fríos

Muchos asocian la madreselva con la primavera y el verano, pero existen variedades perennes que mantienen el follaje durante todo el año. Una de las más utilizadas es la Lonicera japonica, una trepadora vigorosa capaz de llenar de verde una pared incluso con bajas temperaturas.

Su gran atractivo son sus flores aromáticas que, dependiendo del clima de la zona, pueden aparecer también en otoño e invierno. Además, es una planta muy tolerante, capaz de prosperar tanto al sol como a la semisombra. Perfecta para quienes buscan un jardín vertical no solo verde, sino también perfumado.

Trachelospermum jasminoides: un falso jazmín incansable

Conocido como jazmín estrellado o falso jazmín, es una de las trepadoras perennes más apreciadas para jardines verticales. Su follaje brillante no se cae en invierno y mantiene una apariencia impecable todo el año.

Tolera bien el frío moderado y requiere muy pocos cuidados: un riego regular y un buen soporte donde pueda trepar sin dificultad.

Evónimo trepador (Euonymus fortunei): color y resistencia

El evónimo es una trepadora muy versátil, capaz de crecer tanto en horizontal como en vertical. Existen variedades con hojas verdes, doradas o variegadas, lo que permite crear combinaciones muy atractivas en muros vegetales.

Su gran ventaja es su resistencia: tolera heladas, viento, sombra y sequía. Esto lo convierte en una planta ideal para quienes quieren un jardín vertical bonito pero de bajo mantenimiento. Además, crece de forma ordenada y no suele ser invasivo.